viernes, 17 de mayo de 2019

13.- Bruce

Hola amigos, estamos de vuelta con nuestras aventuras. Esperamos les agrade compartir nuestras fantasías así como a nosotros nos gusta contarles.






Fabi siempre usaba una coleta simple cuando se ejercitaba en las mañanas además de no usar maquillaje. Aún así era todo un espectáculo digno de verse.
A pesar de haber superado los cuarenta no se le notaban los estragos del tiempo, ni en su rostro ni en su cuerpo. Era una fan del fitness y entrenaba su cuerpo diariamente durante dos horas, sólo abandonaba su entrenamiento los domingos. Con aquel ritmo de actividad física era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera derrapaba el deseo.

El llevar una dieta equilibrada, y beber mucha agua le permitía tener la piel tersa y suave como la seda. Pero las curvas que más hacían enloquecer a los hombres de cualquier edad que se cruzaban con ella eran sus magníficos senos, que además de naturales eran grandes y turgentes, esféricos y erectos a pesar de ser enormes, destacando en su figura como dos volcanes en una cordillera.

Álex; su esposo, era un buen mozo de cuarenta y seis años; de cuerpo atlético, que mantenía corriendo ocho kilómetros diarios y con la práctica de karate.

Parecían una pareja normal pero no lo eran, compartían un secreto. Eran una pareja sexualmente liberada. Ella tenía sexo con cualquier hombre que tuviera a disposición y a Alex le pedía que le relatara con detalles todo lo que pasara, la forma en que la penetraban, la cantidad de veces que se lo hacían y el tamaño de los instrumentos de sus amantes.

Aunque para algunas personas podrían parecer pervertidos en realidad ellos así eran felices.

Debido al trabajo de Álex que lo obligaba a viajar mucho últimamente Fabi se la pasaba sola mucho tiempo, ya que el jardinero y el chofer dejaron de ir a trabajar cuando sus esposas descubrieron que se acostaban con su jefa, por lo que ella se encontraba francamente aburrida y desesperada ya que lo que más deseaba era algún hombre que satisficiera sus necesidades sexuales, pero tenía tiempo que por alguna extraña razón no conseguía quién pudiera darle la dosis de sexo que la llenara. Incluso había intentado ligar con un desconocido en un bar, pero aunque parecía prometedor el candidato que encontró, resultó confesándole ser gay y la dejó plantada para largarse con un mesero.


Era imposible que siendo ella tan atractiva le costara tanto esfuerzo conseguir un hombre, antes cuando tenían el club AlfaSwinger, aunque se quedara sola bastaba con ir al club y de esa manera era seguro que encontrara algún voluntario para tener sexo, pero desde que las autoridades lo cerraron su vida se vino para abajo, ella deseaba tanto volver a esos tiempos que estaría dispuesta a lo que fuera si alguien pudiera ayudarle.


Era tanto lo que deseaba encontrar a alguien que le llenara el enorme vacío que sentía en su vagina que terminó recurriendo a algo que aunque no le había resultado muy bien en ocasiones anteriores, al menos le había ayudado a conseguir a alguien: Los contactos de redes sociales.


Había muchos mensajes que no había visto ni contestado por lo que se puso a buscar para ver si alguno valía la pena, le llamó la atención un tipo con el que había chateado anteriormente, le pareció que era lo suficientemente correcto, ya que la mayoría eran patanes que no sabían ni cómo dirigirse a una mujer. El era maduro y de cuerpo fornido. Se dio cuenta de que tenía algún tiempo sin contestarle y pensó que sería buena idea restablecer contacto, quizás algo saldría.


Después de mandar un saludo se levantó y fue a prepararse algo de comer en la cocina, después del bocadillo regresó a su computadora y aún no había recibido nada, sintiéndose frustrada subió a su habitación y se recostó en la cama, en ese momento escuchó una notificación en su celular, vio que se trataba de un mensaje de Bruce, el tipo que le había caído bien. Intercambiaron saludos y se preguntaron por lo que habían hecho con sus vidas, Fabi le dijo que se sentía muy sola en casa porque su esposo andaba de viaje, inmediatamente él se propuso para ir a hacerle compañía, por lo que acordaron verse en un bar cercano, ya que resultó que vivía en una colonia aledaña.




Fabi se esmeró en su arreglo, se puso un vestido rojo, corto y con un amplio escote, el vestido era vaporoso y algo entallado, afortunadamente Fabi contaba con su auto y podía ir segura. Medias negras, zapatillas de tacón también rojas y un bolso a juego remataban su arreglo.

Cuando llegó al bar, el acomodador le recibió las llaves con la boca abierta, era una real hembra y detenía las actividades del lugar al que llegaba, al parecer Bruce aún no llegaba por lo que pidió una mesa y una bebida para esperarlo.

Lo vio que entraba al bar y se incorporó para hacerle señas, Bruce se encaminó hacia la mesa con paso seguro y ágil, se veía como de unos cuarenta años y en buena forma física, tez clara, ojos verdes y rostro agradable, enmarcado por una barba semi cana. Cuando Fabi miró hacia abajo se sorprendió porque los pantalones que llevaba estaban muy entallados y dejaban ver un paquete muy respetable, hizo que Fabi comenzara a mojar sus diminutas pantis de solo pensar en lo que podría pasar.


Tomándose un trago platicaban de sus vidas, él tenía un trabajo en el gobierno de la ciudad, era funcionario de regulación comercial, lo que sea que eso significara pensó Fabi, y ganaba bien, lo que le permitía tener buen nivel de vida, incluso chofer y guardaespaldas. Ella le comentó que su esposo estaba de viaje hasta el fin de semana y que pasaba mucho tiempo sola y a veces se aburría.


Bruce le dijo que no se preocupara que a partir de ese momento él se iba a encargar de que Fabi estuviera contenta, a Fabi eso le hizo sentir muy satisfecha. Le propuso que bailaran ya que acababan de abrir la pista. Fabi aceptó y comenzaron a moverse al compás de una melodía bastante movida, realmente tenía tiempo que no se divertía tanto, siguió una pieza más tranquila por lo que Bruce la tomó suavemente de la cintura y con el vaivén la iba poco a poco atrayendo hacia si, apretándola dulcemente contra su cuerpo, Fabi se dejaba hacer sintiéndose agradablemente excitada. Gracias a que se encontraban bailando entre varias personas aparentemente nadie se había dado cuenta de que las manos de Bruce se encontraban ya sobre el trasero de Fabi, besaba su cuello y Fabi gemía suavemente. Decidieron pedir la cuenta y Bruce le propuso que fueran a un lugar más tranquilo para poder platicar. Fabi lo que menos quería era platicar, por lo que aceptó y rápidamente salieron del lugar, Bruce dijo que se fueran en su auto, que no se preocupara, que él la llevaría a su casa y enviaría después a su chofer para que se llevara su auto. Fabi aceptó encantada y subió en el elegante auto que les esperaba.

Al llegar a la casa de Bruce, Fabi se sintió un poco deslumbrada ya que el lujo que contenía era excelso, le parecía que quizás demasiado para el puesto que él desempeñaba en el gobierno de la ciudad pero de momento no le importó mucho, ya que en el trayecto habían estado besándose y ella acariciaba su entrepierna sobre el pantalón mientras él acariciaba sus enormes senos por sobre el vestido.
Entraron a la estancia y tanto el chofer, un hombre joven de aspecto marcial y el guardaespaldas que era un hombre negro de tamaño impresionante, se quedaron fuera.

Bruce se acercó a la cantina y le ofreció servirle una copa que ella aceptó con gusto. El champagne que sirvió era de la mejor calidad, de casi doce mil pesos la botella, Fabi lo reconoció porque era el que tomaban cuando tenían el club.
Se sentaron ambos en un sillón de la estancia y mientras bebían Bruce acariciaba las piernas de Fabi causándole un tremendo escalofrío que recorría su sistema nervioso. Dejando las copas se besaron ardientemente, él le introdujo la mano bajo el vestido hasta llegar a sus ligueros y buscando el centro de ese ardor que la caracterizaba. En eso el teléfono de Bruce comenzó a sonar y él, interrumpiendo las caricias contestó el celular dándole la espalda a Fabi, a ella le desagradó que la dejara simplemente botada ya que estaba super excitada, se quedó esperando en el sillón a que terminara la conversación, cuando colgó después de lo que le pareció una eternidad. Le dijo que no pensara que la había olvidado, que la conversación que tenía era precisamente para darle un regalo. Fabi se relajó bastante al oír aquello, aunque de todas formas no le parecían los modos del tipo, sin embargo se dio cuenta de que estaba muy excitada, la falta de sexo de las últimas semanas la hacía traicionarse, además de que le intrigaba cual sería el regalo.
Escuchó que llamaban a la puerta y Bruce se apresuró a abrir, Fabi vio que le pasaban una caja grande, pero no se imaginaba que pudiera contener.

El se acercó a Fabi y de manera tranquila le preguntó si le gustaban los juegos sexuales, a lo que ella dijo que si, que le le fascinaban. Bruce abrió la caja frente a Fabi que observaba con ojos de niña ansiosa, como si fuera navidad. Extrajo un antifaz negro que causó extrañeza a Fabi ya que no tenía perforaciones para permitir ver, una especie de látigo con tiras de cuero y una cuerda delgada de color blanco. Aunque Fabi ya había leído acerca del sado masoquismo, nunca le inspiró lo suficiente como para probarlo. Sin embargo se sentía tan caliente...

Bruce al notar la manera en que miraba el contenido de la caja le dijo que no se preocupara. Que no le causaría daño en absoluto, que al final el juego resultaría muy divertido. Fabi no estaba muy convencida pero pensó que ya que se encontraba ahí, al menos probaría el juego. Le indicó que lo siguiera, subieron una escalera y giraron a la derecha hacía una habitación. Le dijo a Fabi que se desnudara y dejara su ropa a un lado de la puerta mientras él preparaba todo en el interior. Y que ella debería obedecer sus órdenes sin replicar nada, solo debía hablar si él le indicaba que lo hiciera o él tendría qué castigarla. Fabi obedeció y se desnudó, dejó su ropa a un lado y esperó. Bruce le ordenó que entrara en la habitación pero le dijo que debía hacerlo gateando, caminando a cuatro patas como la zorra que era.
Fabi dudó un momento pero le pareció divertido seguir ese juego, a ella le encantaba que sus amantes le dijeran cosas como zorra o puta, la calentaba. Se puso de rodillas y entró a la habitación gateando. Bruce se encontraba a un lado de la cama, sin camisa y con la bragueta abierta, su verga estaba a la vista y completamente erecta. Fabi la contempló y sintió que se le hacía agua la boca, era enorme y muy gruesa.


Fabi observó que en la habitación había un extraño sillón de color rojo y un tubo de pole dance. Le pareció que Bruce definitivamente sabía divertirse y llevar el juego sexual, era como un niño con juguetería en casa.
Él le indicó que se acercara, ella obedeció sin dejar de contemplar su enorme instrumento, le alargó el antifaz y le dijo que debía colocárselo. Ella se sintió un poco decepcionada ya que no quería dejar de mirar esa verga tan maravillosa, pero como había prometido obedecer no protestó y se colocó la máscara. No veía nada ahora. Bruce le indicó que debía decirle qué tan excitada se encontraba.



Fabi se dió cuenta de que al encontrarse en esa habitación con un tipo tan macho y dominante y con un pene de ensueño realmente ahora si estaba excitada, sentía escurrir por sus muslos el jugo producto de esa excitación.
Bruce le ordenó que se acercara a él, ella gateó hasta sentir su calor cercano. Bruce le indicó que ahora debía chupar el pene de su macho repitiendo en voz alta que era una zorra y una puta y que le encantaba mamar su verga. Ella sonrió y acercó sus labios a la verga de él, a pesar de no ver nada la encontró a la primera, posando suavemente sus labios en el glande de Bruce, llenó de besos ese enorme falo y comenzó a lamerlo suavemente.



Después lo introdujo en su boca y comenzó a mamarlo con muchísimo gusto, solo interrumpía su succión para repetir que le encantaba la verga de ese macho y que le encantaba ser su puta. Bruce gemía suavemente, debido al cálido contacto sobre su verga. Hasta que la interrumpió y le dijo que debía encontrar el sillón que se encontraba delante de ella y subirse, debía mantener la posición en cuatro hasta que él le indicara otra cosa. Ella temblaba de la excitación y obedeció la orden, avanzó lentamente hasta topar con el sillón, se levantó y subió a él, mantuvo la posición pero inconscientemente levantaba la grupa como gatita en celo pidiendo ser penetrada por esa vergota dura y gruesa.
Bruce le ordenó se quedara quieta y ella sintió que la enredaba con la cuerda, ahora temblaba de excitación y además algo de temor de ver que era lo que seguía. Sintió como le ataba las manos y amarraba su cuerpo al sillón. Una vez terminado el anudamiento escuchó como se alejaba un poco y debido a tener los ojos vendados sus otros sentidos se habían agudizado, escuchó que sacaba algo de la caja. Bruce le dijo que si llegaba a dolerle debía decirle una palabra clave, la cual sería "rojo" Le dijo que el objetivo no era sentir dolor sino placer, que se concentrara en encontrar el placer dentro de lo que iba a pasar. Fabi seguía temblando, no sabía como salir de la situación en que se había metido. Se preguntó qué haría Bruce si ella comenzara a gritar "¡rojo!", "¡rojo!" antes de que comenzara. En eso sintió que las tiras del látigo acariciaban sus nalgas suavemente, Bruce lo movía en diferentes direcciones, pasando sobre sus esculturales nalgas, varias veces como para acostumbrarla al contacto. Fabi seguía escurriendo sus muslos esperando al momento en que por fin la hiciera suya, en eso sintió un leve chasquido en su trasero. Al parecer Bruce le había asestado el primer latigazo, ella pensó que definitivamente no le había dolido, pensó que quizás el equipo estaba diseñado para no causar daño. El segundo latigazo fue un poco más brusco pero tampoco le dolió, el hecho es que se encontraba más excitada aún, comenzó a menear el trasero de un lado a otro para ver si animaba a Bruce a dejar los juegos y pasar a la acción. Entonces si sintió el tercer latigazo, Bruce le dijo que no debía moverse a menos que él se lo ordenara. Aunque no llegó a ser realmente doloroso ahora si había sentido algo mas fuerte, se dio cuenta de que el líquido que escurría de su vagina había llegado al sillón y le mojaba las rodillas. ¡Estaba super excitada! Sintió otro latigazo igual de fuerte cuando Bruce le dijo que siempre que el le ordenara algo ella debía contestar "si mi amo" Ella dijo "si mi amo". Bruce caminó alrededor del sillón colocándose detrás de ella, Fabi esperaba otro latigazo cuando sintió de repente que la penetraba con su enorme verga. Soltó un gritito de sorpresa, que fue castigado con una nalgada y la indicación de que no debía hacer ningún ruido. Para Fabi que estaba acostumbrada a gritar mientras cogía eso si le resultó una tortura, pero aguantó mientras él entraba y salía de su vagina. Sentía que no podía resistir más y le llegó un orgasmo espectacular, como nunca había sentido, sentía que se vaciaba de vida y energía a través del acto.

A pesar de que ella había terminado Bruce continuaba el movimiento, ella sentía como estaba empalada por aquel maravilloso instrumento de carne. Sentía que la excitación regresaba, él le ordenó que le pidiera más y que dijera que era una puta a la que le encantaba su verga. Ella así lo hizo, pedía y él le daba y a cualquier gemido le propinaba una sonora nalgada, lo cual se dio cuenta que la excitaba más y más, definitivamente si se podía encontrar el placer en ese acto.
Bruce siguió hasta que ella se vino tres veces, en la última él eyaculó dentro de su vagina llenándola de su semen el cual escurrió sobre sus muslos cuando Bruce se salió de ella.
Fabi tenía ganas de cambiar de posición ya que se había cansado, pero no se debía mover hasta que él se lo ordenara. Bruce le preguntó con voz suave cerca del oído si le había gustado, ella contestó "si mi amo", él ahora le preguntó si le gustaba ser puta, ella contestó "si mi amo" y entonces él le preguntó qué tan puta le gustaría ser y ella respondió "hasta donde ordene mi amo", al parecer eso le gustó a Bruce ya que Fabi escuchó que se alejaba un poco y luego hablaba con alguien en voz baja, Fabi se preguntó que era lo que planeaba ahora. De pronto escucho rumor de pasos subiendo la escalera, al parecer varias personas. Bruce se acercó a Fabi y le dijo que descendiera del sillón, para eso la tomó de la mano y le ayudó a llegar a la cama, le ordenó que se acostara boca arriba y ella lo hizo al centro de la cama. Fabi sintió que Bruce tomaba su brazo y le colocaba una especie de muñequera muy firme, una vez que estaba colocada sintió que no podía mover el brazo, él le amarró el otro brazo a la cama de la misma forma. Ahora si se asustó ya que no podía moverse, estaba firmemente atada a la cama y no podía ver nada. Escuchó la voz de Bruce que le decía que no se preocupara, que no le iba a pasar nada malo, la sesión había terminado y comenzaba otro juego, eso la tranquilizó solo un poco, ya que no sabía qué juego seguiría y solamente tenía la esperanza de que no la lastimara. Al parecer había más personas en la habitación. Bruce le dijo que se relajara y únicamente se enfocara en disfrutar. Fabi se sentía nuevamente excitada a pesar de haber tenido ya tres orgasmos.
De repente sintió que alguien subía a la cama, le tomaba las rodillas y le separaba las piernas, ella no opuso resistencia y se dejó hacer. Sintió que se colocaba sobre ella y la penetraba, pero era distinto a lo que había sentido con Bruce, su pene era más delgado. Trató de soltar sus manos para quitarse la máscara y saber quién la estaba penetrando pero no pudo, el tipo la cabalgaba con mucha energía y sin poderlo evitar ella comenzó a excitarse, se movía y se movía y ella sentía crecer su excitación hasta que no pudo más y se vino nuevamente, al mismo tiempo el desconocido la llenaba nuevamente de semen. No era la primera vez que tenía semen de dos machos en su vagina pero por alguna razón le molestaba el no saber quién era el que se la había cogido. Sintió como se retiraba el tipo e inmediatamente había alguien más sobre ella. Igual la penetró sin ninguna contemplación y después de un rato de movimientos muy entusiastas ambos se vinieron. Lo mismo, al retirarse fue sustituido por otro que de igual manera la llevó al orgasmo. Fabi no lo podía creer, era la primera vez que la llenaban cuatro machos. Se preguntó cuantos más tenía contemplados Bruce. Al retirarse el tipo, ella sintió como si un gran peso fuera aplicado junto a ella, las manos que la tomaron de las piernas se sentían enormes y muy fuertes. Fabi ya no tenía fuerzas para resistir ni le dieron ganas porque estaba segura de que quien ahora la haría suya era el guardaespaldas negro. Eso le activó inmediatamente la excitación, y al momento de sentirse penetrada no pudo evitar un grito de sorpresa, !vaya verga que tenía el negro! Era impresionante. La dificultad que tuvo para entrar a pesar de ella haber sido abierta antes por cuatro machos la dejó sin habla, cuando comenzó a moverse era como tener un toro encima, pesaba mucho y después de un rato el sudor de él le caía sobre los senos y la cara, pero no le importaba, la cogida que le estaba dando era maravillosa. No pudo contenerse más y se vino gritando como le encantaba hacerlo, no le importó si recibía algún castigo por eso. Pero aparentemente Bruce ya no la iba a castigar o incluso ni siquiera se encontraba ahí. Aunque ella ya había terminado el negro seguía moviéndose como un motor. Sentía que ya no podía más y al tener otro orgasmo se desmayó, solamente alcanzó a percibir que el negro se venía dentro de ella inundándola y salpicando muchísimo semen.

Cuando despertó vio que estaba desatada y sola, junto a la cama había una toalla blanquísima y unas sandalias. Se metió al baño y después de ducharse y limpiar los restos de la fantástica sesión de sexo comenzó a vestirse. Al mirar en el espejo de cuerpo entero que tenía enfrente se sorprendió de las marcas rojas que tenía en las nalgas, aparentemente el látigo y las nalgadas dejaban marca, agradeció por tener un marido que le permitía hacer esas cosas, entonces no tendría problemas por eso. Al terminar de vestirse bajó las escaleras y vio a Bruce sentado en un escritorio obscuro, bebía un whiskey y revisaba su computadora. Él se acercó y le dijo que el chofer la llevaría a su casa y que al otro día le llevaría el auto que dejó en el bar. Tomó su mano caballerosamente y le dio un beso en los labios.
Cuando iba camino a casa se preguntó si el chofer que la llevaba habría sido de los que la habían poseído antes, la idea la intrigaba pero decidió que era mejor no preguntar. Sacó su celular y revisó para ver si había mensajes de Alex, vio que no tenía mensajes pero había una notificación del correo electrónico. Al mirar el mensaje se llevó una mano al rostro para esconder su sonrisa, Bruce le había enviado el video de la sesión completa desde que entró a la habitación hasta que el negro había terminado dentro de ella, aparentemente el tipo la siguió fornicando estando ella desmayada, necesitaba mirar el video con calma pero al parecer había acabado unas cinco veces. Pensó que tendría que pedirle a Bruce que le permitiera tener una sesión a solas con su guardaespaldas para catarlo en toda su esencia. Al parecer el chofer fue el primero que la poseyó al estar amarrada en la cama, el tipo muy profesional ni siquiera la miraba, pero ella sonrió para si misma.
Al entrar en su casa ya casi amanecía aunque se veía algo de penumbra, le sorprendió que la luz estuviera encendida, ella recordaba haberla apagado. De repente de la habitación vio salir a Alex, lo cual le causó una gran sorpresa ya que no lo esperaba, lo abrazó y lo besó, le dijo que lo había extrañado muchísimo. Él le contestó que también la había extrañado mucho y que no quería volver a dejarla sola. Le anunció que le tenía noticias muy buenas. Dijo que había renunciado a su trabajo, y ya no volverían a estar separados. Ella lo abrazó y le dijo que le daba muchísimo gusto pero que le preocupaba de qué iban a vivir. Alex le dijo que no se preocupara, ya que había pasado algo muy extraño. Había recibido un mensaje de correo extraño, donde le decían que le refrendaban el permiso para abrir nuevamente su club Alfa Swinger, que no debía preocuparse en el futuro de que lo cerraran porque ya estaba todo solucionado. Además las inversiones que había realizado en la bolsa le habían dado a ganar mucho dinero según su agente, le permitiría abrir nuevamente el club y realizar inversiones varias que les permitieran seguir viviendo de ahí.
Fabi estaba muy contenta y además se moría por contarle la experiencia que había vivido esa noche. Entonces Alex le dijo: ¿Sabes lo mas extraño? Recibí además un correo con un video muy interesante y la miró de esa manera que ella sabía que hacía cuando estaba excitado. Fabi se sonrojó y fue a la cocina por las copas y el vino, aún tenían mucho que platicar.

9 comentarios:

  1. Nos encantan sus relatos.
    Sobre todo este y el de Magnus.
    Ojalá les sea posible publicar más seguido.

    ResponderBorrar
  2. Eso intentamos. El lunes no pudimos publicar por motivos de salud, esperamos tener el relato de esta semana en unas horas.

    ResponderBorrar
  3. Me gustó mucho el relato como me gustaría poder penetrarte

    ResponderBorrar
  4. Muy buenas experiencias nos gustaría conocer Singles serios y con experiencias en tríos hmh

    ResponderBorrar
  5. Muy buenos relatos me gustaria regalarte algo y bertelo puesto eres una mujer muy guapa y tienes un cuerpaso

    ResponderBorrar
  6. Hola excelente tarde me encantaría poder conocerlos y convivir con ustedes les dejaré mi WhatsApp 22-16-646-317

    ResponderBorrar

15.- Fer

Hola amigos: Ya estamos de regreso con nuestras aventuras, hemos tenido intensas actividades que les queremos contar, esperamos no volver...