lunes, 4 de diciembre de 2017

11.- Mark

Hola amigos. Estamos de regreso después de un tiempo en el que tuvimos que pensar en varias cosas acerca de nuestra vida.Esperamos les gusten los relatos que vienen, ya que los hacemos con mucho cariño para ustedes y con mucha excitación.

Fabi y Álex




Fabi había alcanzado los cuarenta y un años pero seguía siendo la mujer más despampanante de toda la comunidad del pequeño fraccionamiento donde vivían ahora. De padre veracruzano y madre hidalguense, enloquecía a cualquier hombre que se cruzase en su camino, con su metro cincuenta de estatura, su cabello castaño oscuro que clareaba con la luz del sol y que caía sobre sus hombros en una melena que se alborotaba al viento. Sus ojos son grandes y pícaros, color miel, felinos y tan exóticos, y aquellas cejas que dibujaban un arco fino y perfecto sobre los mismos en un rostro precioso, con una nariz hermosa y unos labios pequeños en forma de corazón,  que dan en conjunto un aire de inocencia a su rostro que la hace aún más deseable.
Tiene cuarenta y un años pero aparenta diez menos. Diario se ejercita durante dos horas, por lo que decir que es escultural realmente es quedarse corto. Ella es más, una Diosa.
Una real hembra, buena como ella sola, con unos grandes pechos con puntiagudos pezones y areolas perfectas y redondas como un pequeño anillo alrededor de éstos.
Poseía asimismo unas protuberantes y hermosas nalgas; el sueño de cualquier hombre. Era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y cálidos, con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera no podía ponerse el sol.
Además es una mujer liberal, le encanta tener amantes, y tener sexo todos los días con hombres diferentes, a pesar de amar tanto a su esposo Álex, el cual es un buen mozo de cuarenta y cuatro años; de cuerpo atlético, que mantiene corriendo ocho kilómetros diarios y con ejercicios de piso aprendidos de joven cuando practicó gimnasia olímpica.


El mismo Álex la animaba a tener sexo con otros hombres, pues le encanta el papel de cornudo y masturbarse mientras Fabi le cuenta sus aventuras, para terminar viniéndose en la boca de Fabi o sobre sus pechos. Así son muy felices como cornudo y diosa.


Fabi odiaba que Álex tuviera que irse a los famosos congresos, el quedarse sola en casa le aburría muchísimo. Antes al menos se podía ir al club y buscar algún single con quien entretenerse, pero desde que lo cerraron le resultaba muy complicado conseguir algún macho, el fraccionamiento donde vivían era pequeño y la mayoría de los vecinos eran mayores, y ninguno lo suficientemente guapo como para emocionarse.


Además no podía salir siquiera a un café con amigas porque Alex le dijo el domingo al irse que iban a ir unos trabajadores a hacer arreglos en el solarium del jardín, que por favor supervisara su trabajo. Fabi se sentía fastidiada pero esperaba que al irse los trabajadores tuviera oportunidad de hacer algún plan.


Tocaron a la puerta y Fabi fue a abrir, al hacerlo se quedó muda, con la boca ligeramente abierta. El tipo que llegaba a realizar las reparaciones era un negro de casi dos metros de alto, muy musculoso y bajo la mirada entrenada de Fabi su entrepierna lucía espectacular, aparentemente muy bien dotado. Fabi le permitió el paso y le indicó el camino al solarium en la parte trasera de la casa, donde había además un jardín y una piscina. El enorme tipo le extendió la mano y la saludó diciéndole que podía llamarlo Mark, Fabi tartamudeando le dijo que podía llamarla Fabi y le avisara si necesitaba algo. Mark le sonrió y se dirigió al solarium cargando su mochila de herramienta. A Fabi se le hizo agua la boca al observar semejante ejemplar masculino, inmediatamente se imaginó lo que sería ser cogida por semejante garañon. Decidió que lo tendría muy pronto entre sus piernas.


Fabi entró al solarium y le llevaba a Mark una bebida con hielo, hacía bastante calor y el enorme negro deteniendo momentáneamente su trabajo se lo agradeció, la miró con admiración ya que ella llevaba puesto un bikini blanco muy pequeño que era semi  transparente, y una toalla en la mano. Fabi le dijo que mientras él trabajaba ella estaría en la piscina por lo que se le llegara a ofrecer, él le respondió que así lo haría que muchas gracias. Ella se dió la vuelta permitiendo que el tipo se deleitara observando ese trasero monumental que ella sabía mover al caminar.
Fabi se recostó en uno de los sillones junto a la alberca y comenzó a untarse bloqueador, incluso se levantó un momento la parte superior del bikini dejando apreciar sus fabulosos encantos mientras se untaba, aparentemente sin ser consciente de que desde donde se encontraba Mark en el solarium se podía observar perfectamente el exterior, aunque desde afuera no se veía hacia adentro. Por lo que Mark pudo apreciar perfectamente esas joyas de la naturaleza que portaba Fabi en el pecho, ella siguió untándose el bloqueador en sus hermosas piernas y ahora se retiró la parte inferior del bikini dejando su vulva perfectamente depilada a la vista de Mark que no perdía detalle y se preguntaba si esa bella rubia estaría tratando de incitarlo o si sólo era muy ingenua. Mark decidió apurarse en su trabajo y luego acercarse a la dama para ver si podía admirarla mejor. Fabi se acostó boca abajo para tomar el sol ya que era una de las actividades que más disfrutaba de su rutina diaria, eso le permitía a Mark una vista impresionante de su anatomía sin que aparentemente ella se diera cuenta.
Al cabo de un rato Mark salió del solarium y se acercó hacia donde estaba acostada Fabi, ella parecía dormida y él aprovechó para admirar de cerca ese impresionante trasero, esas nalgas como de mármol, esas piernas hermosísimas que lo ponían tan caliente. Desde que llegó el pobre negro se había sentido atraído por la escultural mujer, no sabía realmente cómo interpretar el que ella estuviera allí ante sus ojos acostada boca abajo y solo cubierta con la tanga del bikini, ya que la parte del sujetador se encontraba en el suelo, a un lado del sillón de alberca, aparentemente ella se lo quitó para poder asolearse mejor.

Mark sentía que su pene casi le dolía por la enorme excitación que le provocaba esa bellísima señora. Él nunca había tenido sexo con una mujer rubia y sentía un morboso deseo que se apoderaba de sus sentidos. Además ella parecía incitarlo aunque no estaba seguro, no se decidía a arriesgarse, pero le gustaban tanto esas nalgas que no supo cómo, pero cuando se dio cuenta ya había estirado una mano para tocarlas, su tacto era muy suave y firme, y Fabi no se movió a pesar de que él pasó su mano por la parte posterior de su muslo en dirección a sus nalgas, Mark acarició ese monumental trasero y hasta la cintura y regresó la mano hacia abajo. Aparentemente Fabi estaba muy dormida ya que no reaccionó en absoluto. Él se sintió más confiado y volvió a meter la mano pero ahora enmedio de las piernas de ella, siguiendo hasta tocar su vulva por encima del bikini, dejó ahí la mano quieta unos momentos y como no parecía haber reacción inició un movimiento de los dedos sobre los labios carnosos de la vulva de Fabi que se transparentaban a través de la delgada tela. Fabi entonces gimió un poco, pero parecía ser un sonido provocado por el placer, eso le hizo sentirse aún más audaz a Mark que decidió jugar el todo por el todo, deshizo los nudos laterales que sostenían al bikini y retiró con cuidado la parte posterior hacia abajo, dejando al descubierto los fabulosos labios vaginales que parecían fluir delante de sus ojos. Introdujo la punta de su dedo con cuidado y verificó que estaba muy húmeda, poco a poco fue introduciendo su dedo lo más que pudo y con la punta acariciaba por dentro a Fabi provocando un nuevo gemido más largo que el anterior, Mark no estaba seguro pero ella debería tener un sueño muy pesado para no despertar con eso, por lo que extrajo su enorme pene de sus pantalones que parecían reventar, se quitó la camisa y sus pantalones junto con los calzoncillos quedando totalmente desnudo al lado de esa real hembra. Con cuidado se acomodó sobre ella y con la mano guió el enorme y venudo garrote hacia la vagina de Fabi, introdujo suavemente el glande y removió hasta sentirse igualmente húmedo antes de continuar. Su pene era muy largo incluso más largo que el de Alex, y lo fue introduciendo muy lentamente, de repente se retiraba un poco y luego continuaba su avance, cada vez que hacía eso Fabi gemía un poco más fuerte. Sin embargo el afortunado negro estaba ya tan caliente que no hubiera podido sacárselo por nada del mundo. Además la vagina de Fabi se estrechaba alrededor del invasor haciéndolo sentir un éxtasis al tener su pene en ese apretadísimo túnel. Cuando ya no podía meter más inició un movimiento adentro y afuera que aumentó el nivel de los gemidos de esa hembra caliente que tenía ensartada. Sólo esperaba que no despertara porque si no probablemente se asustaría tanto que lo correría y él estaba muy contento de tener su instrumento metido en esa húmeda y muy caliente cueva. No pudo soportar más y se vino en un torrente inagotable, no recordaba haber nunca liberado la cantidad de semen que dejó dentro de Fabi. Al sacarle su negra verga, se dio cuenta de que era imposible que ella no se diera cuenta de lo que le había hecho, ya que escurría por sus piernas y por el sillón dejando un charco en el piso. Asustado se volvió a vestir y colocó de nuevo el bikini de Fabi como estaba, mientras pensaba en que había hecho una cosa muy estúpida, cuando ella despertara se daría cuenta y lo correrían, a lo mejor hasta lo metería en la cárcel por violación. Se regresó al solarium esperando con miedo el momento en que ella despertara.
Desde su posición observó que Fabi se levantaba después de un rato y aparentemente sin notar nada raro se iba caminando hacia la casa, era impresionante el espectáculo ya que no se había puesto el sujetador del bikini, sino que caminó topless hacia la vivienda.
Al llegar la tarde, Mark se acercó a la casa y la encontró ya vestida, sentada en la cocina leyendo una revista, le dijo que regresaría al otro día a terminar el trabajo porque no le alcanzó el tiempo. Fabi le dijo que estaba bien que no se preocupara que lo esperaba al otro día para que siguiera con su trabajo.
A Mark le pareció que ella escondía una sonrisa. ¿Sería que se había dado cuenta de todo?
Aunque a Mark le hubiera bastado un día para terminar el trabajo estuvo yendo toda la semana. El ritual era igual todos los días, Fabi se acostaba a tomar el sol junto a la piscina y él iba y se la cogía, incluso el día anterior le había dado la vuelta y se la cogió por delante ya que tenía unas ganas tremendas de besar esos enormes y preciosos senos que había observado desde el primer día. Fabi permanecía exactamente igual dormida permitiendo que se la cogiera hasta llenarla de su semen y dejarla escurriendo.
Ese día sería especial, pensó. Ya que al otro día llegaría su esposo y no podría seguirla disfrutando, había estado meditando y decidió que hoy la penetraria por el ano. Le pareció que era muy adecuado como despedida.
Al llegar Fabi le abrió la puerta y lo acompañó como los otros días al jardín, Mark se sorprendió ya que junto a la piscina trabajaba otro joven, un muchacho bronceado por el trabajo y con unos shorts puestos que limpiaba la superficie del agua con una red muy larga. Fabi lo acompañó hasta el solarium y le dijo que iba a tomar un baño que si necesitaba algo le avisara. Mark se sintió desilusionado ya que se había creado muchas expectativas. Como en realidad el trabajo ya estaba terminado decidió mejor irse, tomó su mochila y entró a la casa buscando a Fabi para decirle que ya se retiraba, no la vio en la cocina por lo que probablemente debido a su desilusión, sin pensar, entró a la recámara sin tocar. Al entrar quedó impactado, Fabi estaba completamente desnuda, de espaldas a él, aparentemente decidiendo que ropa ponerse. Mark se quedó extático en el umbral sin hacer ruido, Fabi seleccionó algunas prendas y comenzó a vestirse, Mark caminó de espaldas y salió de la comprometida situación, sin embargo se sentía morir por esa hembra, la deseaba con todas sus fuerzas. Estaba convencido de que ella había fingido estar dormida mientras él se la cogió toda la semana, pero, ¿y si no?







Siguió parado fuera de la habitación y Fabi no salía, venciendo su temor volvió a asomarse y la vio acostada en su cama aparentemente dormida. Mark casi saltó del gusto y entró a la recámara confiado, ya que durante los demás días Fabi al quedarse dormida ya no reaccionaba y él podía hacerle lo que quisiera. Se sentó en la cama junto a ella y le subió el vestidito que se había puesto dejando ver sus hermosas y esculpidas nalgas y una tanga rosa que las hacía resaltar fantásticas. Deslizó suavemente la tanga hacia abajo descubriendo su sexo, y separando las nalgas de Fabi llenó con su saliva la región del ano, estaba decidido a intentar esa vía ya que se imaginaba que sería fantástico hacérselo por ahí, primero metió la punta de su dedo probando la dilatación de ese orificio rosado que sintió dulcemente apretado, ocasionando un gemido por parte de Fabi. Mark se bajó los pantalones y extrajo su extraordinario pene, colocó el glande en ese maravilloso orificio de Fabi empujando poco a poco hasta que sintió que cedía a la presión y entraba la punta por fin. En ese momento en el espejo vio algo que lo aterró. el chico de la piscina estaba en la entrada del cuarto observándolo, no podía ser, estaba tan cerca de su objetivo…



El chico de los shorts parecía pasmado con la situación pero de repente sonrió y colocando su índice sobre sus labios indicándole silencio se acercó y observó a Fabi que parecía completamente dormida. El chico se deshizo del short y mostrando un muy erguido pene, lo acercó a la cara de Fabi que impasible continuaba dormida, lo colocó en sus labios y encontró el camino al interior de su boca. Los dos hombres continuaron cogiéndose a Fabi sin aparente reacción de ella, por el ano y por la boca, Mark sentía ganas de moverse rápida y profundamente pero tenía miedo de despertarla, por lo que continuó moviéndose suavemente aunque ya había introducido todo su enorme miembro. El chico limpia piscinas también se movía lentamente, de repente en su rostro se mostró el rictus característico del orgasmo y se vino completamente dentro de la boca de Fabi. Mark estaba sorprendido pero no tardó en venirse también en el culo de ella. La sensación de venirse dentro de tan estrecho orificio fue sublime, tardó varios minutos eyaculando, su pene tenía una dureza como de roca en cada contracción. Nunca había disfrutado tanto. El limpia piscinas le hizo una seña y ambos tomaron su ropa y salieron, únicamente volviendo a colocar su ropa a Fabi en posición normal.
Al encontrarse afuera y ambos vestidos, el chico limpiapiscinas que dijo llamarse Tony le contó a Mark que él iba cada viernes a limpiar la piscina y siempre era lo mismo, ella se dormía junto a la piscina o dentro de la casa y él se la cogía por donde quisiera. Mark le cuestionó si ella realmente estaría dormida quizás se encontraba fingiendo. Tony le dijo que no debía preocuparse, que mejor siguiera trabajando y disfrutara de esa hembra del cuerpazo tan impresionante cada vez que pudiera. ¿Para qué investigar?


Al caer la tarde Fabi salió a despedirlos, Tony le dijo que volvería el siguiente viernes, y Mark le dijo que aún no terminaba el trabajo que si le permitía continuar la siguiente semana, no le cobraría más pero le gustaba terminar bien el trabajo. Fabi le respondió que no había problema, para ella no era molestia ya que era preferible que la acompañaran ya que su esposo volvería a salir de viaje y se sentía más segura con Mark en casa ya que le parecía una persona muy amable. A Mark le brillaron los ojos al escuchar eso y se fue sonriendo muy contento prometiendo volver el lunes muy temprano.


El sábado Alex llegó en taxi desde el aeropuerto, entró a su casa y saludó a su esposa con un beso. Ella le tenía preparada una botella de Merlot abierta y la pantalla de televisión con escenas de la piscina muy interesantes...


miércoles, 26 de abril de 2017

10.- Magnus

Hola a todos nuestros amigos. Estamos algo retrasados pero ya terminamos. Esperamos les guste este nuevo capítulo de nuestras aventuras.
Si les gusta sígannos y comenten que tal les parecen nuestros relatos.




Fabi había alcanzado los cuarenta y un años pero seguía siendo la mujer más despampanante de toda la comunidad del pequeño fraccionamiento donde vivían ahora. De padre veracruzano y madre hidalguense, enloquecía a cualquier hombre que se cruzase en su camino, con su metro cincuenta de estatura, su cabello castaño oscuro que clareaba con la luz del sol y que caía sobre sus hombros en una melena que se alborotaba al viento. Sus ojos son grandes y pícaros, color miel, felinos y tan exóticos, y aquellas cejas que dibujaban un arco fino y perfecto sobre los mismos en un rostro precioso, con una nariz hermosa y unos labios pequeños en forma de corazón,  que dan en conjunto un aire de inocencia a su rostro que la hace aún más deseable.
Tiene cuarenta y un años pero aparenta diez menos. Diario se ejercita durante dos horas, por lo que decir que es escultural realmente es quedarse corto. Ella es más, una Diosa.
Una real hembra, buena como ella sola, con unos grandes pechos con puntiagudos pezones y areolas perfectas y redondas como un pequeño anillo alrededor de éstos.
Poseía asimismo unas protuberantes y hermosas nalgas; el sueño de cualquier hombre. Era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y cálidos, con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera no podía ponerse el sol.
Además es una mujer liberal, le encanta tener amantes, y tiene sexo todos los días con hombres diferentes, a pesar de amar tanto a su esposo Alex, el cual es un buen mozo de cuarenta y cuatro años; de cuerpo atlético, que mantiene corriendo ocho kilómetros diarios y con ejercicios de piso aprendidos de joven cuando practicó gimnasia olímpica.
El mismo Alex la animaba a tener sexo con otros hombres, pues le encanta el papel de cornudo y masturbarse mientras Fabi le cuenta sus aventuras, para terminar viniéndose en la boca de Fabi o sobre sus pechos. Así son muy felices como cornudo y diosa.

Al amanecer de ese día especial, ambos se encontraban durmiendo desnudos, cuerpo con cuerpo. Era un día especial ya que era su aniversario de bodas y habían hecho reservación para cenar en un lugar muy agradable. Se levantaron y se apresuraron ya que Alex debía trabajar y Fabi debía estar lista para cuando él regresara.
Fabi preparó su vestidito rojo, corto a la altura de la mitad de sus muslos, el escote dejaba ver bastante, por lo que esperaba que Alex se pusiera muy cachondo, zapatillas de tacón alto y un peinado espectacular complementarían su arreglo. Ya sólo debía esperar que Alex pasara por ella. Mientras llegaba la hora terminó con su rutina de ejercicio y se preparó para entrar a tomar un baño.


Sabía que a Alex le encantaba observarla mientras se vestía, por lo que preparó la cámara de video quedando lista para grabar toda la sesión desde que comenzara a desnudarse luego la apagaría y la volvería a encender al salir de bañar y hasta que terminara con su maquillaje, era parte del regalo de Alex para ese día, lo que nunca se imaginó es que las cosas no saldrían como las había planeado.
La cámara ya se encontraba grabando cuando se dió cuenta de que había olvidado sus sandalias junto a la piscina el día anterior, debía salir a buscarlas para poder bañarse, sólo había un problema… Alex había llevado hacía unos meses y a pesar de todas las protestas de ella, un cachorro, y aunque al principio resultaba tierno ya era imposible que siguiera considerándose así. Era un ejemplar de la raza Gran Danés de color blanco con manchas negras, su nombre era Magnus. Y a Fabi no le agradaba en absoluto. Cuando era niña había sido mordida por un perro y aunque no había sido realmente grave, esto le causó un trauma por el que ahora le resultaba imposible tenerle confianza a uno de esos animales. Además el animal era enorme y tenía la maldita costumbre de meter su nariz en el trasero de Fabi cada vez que tenía la desgracia de salir al jardín, normalmente Alex lo encerraba en su jaula durante el día para permitirle a Fabi el poder salir y hacer sus cosas, pero ese día con la emoción había olvidado encerrarlo, por lo que si Fabi quería sus sandalias tendría que enfrentar al perrote y soportar que le empujara la nariz en el trasero. Sin embargo pensó que si salía lo suficientemente rápido podría estar de regreso antes de que el animal se diera cuenta y quizás no tendría que soportarlo.


Fabi se asomó con precaución a través del cristal, no había señales de Magnus, con sigilo deslizó la puerta de cristal abriéndola sólo lo suficiente para pasar por ella sin hacer ruido, seguía sin haber señales del perro, lo más silenciosa que pudo se escurrió rápidamente hasta la piscina, encontró las sandalias, las tomó y de la misma forma regresó hasta la casa, deslizó nuevamente la puerta y la cerró con el seguro. aparentemente todo había salido perfecto y no tuvo que soportar al maldito animal.


Regresó a su cuarto por su toalla, se acercó a su cama y se sentó sobre ella para calzarse las sandalias. En eso, una enorme bestia en blanco y negro se le abalanzó haciéndola caer de espaldas sobre la cama y gritar de susto. Aparentemente Magnus se había metido a la casa cuando ella dejó la puerta abierta, estaba aterrada, si de por si no soportaba al perro ahora que le había saltado encima le era imposible moverse. Al caer de espaldas sobre la cama su bata se abrió dejando su cuerpo al descubierto, su depilada vulva quedó cerca del hocico del can, el cual atraído por el olor se dedicó a olfatear durante unos instantes mientras Fabi seguía sin poder reaccionar. Magnus dejó de olfatear la vulva de Fabi, ella aliviada parecía recuperar su movimiento, pero de manera sorpresiva el perro comenzó a lamérsela, causándole un respingo debido a lo inesperado de la situación, instintivamente apretó las piernas, pero la cabezota del animal ya estaba enmedio impidiéndoselo, la enorme lengua del perro recorría la parte externa del sexo de Fabi mientras ella volvía a paralizarse por el terror, Magnus siguió lamiendo, y en cada lengueteada iba introduciéndose más y más en el surco bajo el monte de Venus, separando los labios vaginales hasta llegar a lo más profundo. Fabi gimió asustada tanto por la acción del perro como por su propia reacción, que comenzaba a ser placentera, nunca se había imaginado lo que se sentiría ser lamida por un animal en esa parte, y resultó que no se sentía nada mal. Magnus siguió así durante unos minutos mientras su vagina comenzó a secretar sus fluidos haciendo que Magnus saboreara a placer ese venero.
Parecía que Magnus se había cansado del juego, lo que desilusionó a Fabi, sin embargo jamás esperó lo que siguió…


Magnus levantó la testa olfateando el vientre descubierto de Fabi, siguió hasta llegar a sus pechos que comenzó a lamer salvajemente generando nuevamente una sensación placentera en ella. Cada lenguetazo era como una descarga eléctrica que le impedía reaccionar, aunque su impulso de quitarse al animal de encima ya no era tan fuerte, por momentos parecía decidida a hacerlo y luego se le pasaba. Magnus seguía lamiendo sus pezones mientras acomodaba su enorme cuerpo sobre Fabi, que comenzó a sentir su peso y se asustó nuevamente, esa bestia la superaba en tamaño y fuerza, además no sabía qué esperar de él.


El perro ya estaba sobre su vientre presionando mientras Fabi hacía un esfuerzo por sostenerlo, mantenía las piernas lo más apretadas que podía, pero el peso del can la estaba venciendo, no podía levantarse y ya no podía sostenerlo. De repente no pudo más y aflojó la fuerza de sus extremidades, sintiendo inmediatamente la presión del pene de Magnus sobre su pubis, era como una lanceta, delgado y muy duro, además la dejaba húmeda por donde la tocara. No parecía que fuera muy placentero el recibir ese estilete ya que se sentía demasiado duro y delgado, por lo que la idea de que la penetrara le asustó, le parecía que sería muy doloroso y no le animaba. El perro acomodó las manos liberándola un poco de su peso, comenzó a  escurrirse hacia abajo poco a poco mientras el perro seguía lamiendo sus pezones que estaban bastante duros por la caricia y aunque a Fabi no le disgustaba prefirió tratar de salir de esa situación. Se deslizó hacia el piso bajando de la cama enmedio de las patas de Magnus, quedó de rodillas y trató de levantarse, pero el perro la empujó con el hocico y ella quedó a gatas, intentó alejarse de él en esa postura, pero de repente sintió que el perro le tomaba de la cintura con sus zarpas y la apretaba contra él. No esperaba eso, Magnus estaba tratando de introducir su purpurino pene en la vagina de ella, el perro nunca se había cruzado pero por instinto buscaba el lugar donde alojaría su lanzón. Erró varias veces y Fabi gritaba en cada intento ya que sentía cómo la clavaba sobre su piel, estaba aterrada ya que no podía soltarse del abrazo del perro y sabía que en cualquier momento atinaría en su sexo y quizás la desgarraría por dentro. De repente sintió que por fin lo situaba en la posición correcta y cerró los ojos esperando sentir que moría.

El pene del perro se deslizó limpiamente dentro de Fabi, Magnus comenzó entonces una serie de embates sobre su sexo que extrañamente no le dolían a Fabi, de hecho comenzaba a sentirse bien ya que sentía como friccionaba las paredes de su vagina cada vez más lentamente y de alguna manera parecía estarla llenando, le pareció sorprendente, no sabía cómo funcionaba el pene de un perro pero se le hacía poco probable que creciera tanto. Sin embargo continuaba la sensación intensa mientras el abrazo de Magnus parecía ser cada menos fuerte hasta que de repente se relajó y bajó las manos de la cintura de Fabi. Ella sentía que tenía la vagina completamente llena y el pene de Magnus palpitaba una y otra vez provocándole un placer completamente inesperado. Como Magnus ya no se movía ella comenzó a hacerlo, suavemente de adelante hacia atrás, mientras apretaba los músculos de su vagina para evitar que se fuera a salir, sin embargo parecía estar muy bien metido y aunque no lo hiciera sentía que quizás no podría salirse. Recordó que los perros cuando se cruzaban permanecían pegados durante un buen rato, por lo que sabía que tenía tiempo para disfrutar de ese nuevo amante que la vida le había ofrecido.

Ella continuó el movimiento adelante y atrás saboreando la sensación que le causaba, cada palpitar de ese pene le generaba más placer, a Magnus no parecía molestarle ya que sólo jadeaba cerca de su oreja dejándole sentir su aliento caliente sobre el cuello y la cara. Comenzó a moverse más rápidamente sintiéndose cerca del orgasmo, Magnus permanecía fijo como una estatua, altivo y dominante como sabiéndose dueño de una hembra apetitosa y que ahora que había conocido esto estaba dispuesta a someterse a él las veces que quisiera.


Fabi ahora movía sus caderas más rápido sintiendo que la penetración era más profunda en cada movimiento que hacía, de su vagina escurría muchísimo líquido blanquecino, pensó que debía ser el semen de Magnus, no sabía si los perros eyaculaban hasta el final como los hombres pero le pareció que lo hizo durante todo el tiempo. Quizás después podría investigar.
El movimiento de Fabi ya era frenético y tuvo un orgasmo fantástico, muy largo, y era diferente de todo lo que había sentido antes. Sin embargo Magnus aún seguía unido a ella, aunque ya no la sujetaba estaban unidos en su sexo. Fabi intentó zafarse y le sorprendió el sentir su vagina tan unida al pene del perro, se preguntó si tendría que esperar mucho tiempo. Entonces Magnus se dio la vuelta pasando una pata por encima de Fabi quedando trasero con trasero, Fabi sentía como la jalaba y le dio miedo al sentir que podría lastimarla, de repente el perro dio un jalón definitivo y ella sintió como le arrancaban algo enorme de las entrañas. El pene de Magnus salió haciendo un sonido de chapoteo. Fabi quedó impresionada ya que la herramienta de Magnus era enorme, tenía una enorme bola en la base y era muy largo y grueso, era increíble, incluso superaba el tamaño del de Alex. No resistió la tentación de tocarlo con su mano, era bastante grueso y tenía una bola que no le cabía en la mano, y pensar que todo eso lo había tenido dentro hace unos momentos. No lo dejó escapar, lo mantuvo tomado mientras lo examinaba, de repente un chisguete de semen salió directo a su rostro sorprendiéndola, parte terminó dentro de su boca. aparentemente en cada contracción, el semen de Magnus salía de su pene, cuando estaba dentro de ella tuvo incontables contracciones, por lo que debió dejarla llena. El sabor que le quedó en la boca no era desagradable, parecía ser que el semen de todos los machos sabía igual. Impulsivamente se metió el pene de Magnus en la boca y mientras trataba de que entrara lo más posible con su lengua jugueteaba la punta del mismo, nuevamente se contrajo expulsando un nuevo chorro en su boca, ella lo saboreó y luego lo deglutió con enorme gusto. Así siguió durante varios minutos, hasta que al parecer Magnus había tenido suficiente. El perro comenzó a retirarse de ella, quien se levantó y observó como había quedado su vulva chorreante de semen de perro. Satisfecha tomó la cabeza del perro y le besó los belfos, Magnus pareció entender el gesto y alegrarse, ya que comenzó a mover la cola.
Fabi abrió la puerta y el perro salió inmediatamente. Se dio cuenta entonces que había dejado la cámara grabando. Pensó que no había estado nada mal, el placer que obtuvo fue delicioso y quedó evidencia de ello. Alex estaría encantado y ella no volvería a temerle a ningún perro. Bueno al menos no a Magnus.

martes, 4 de abril de 2017

9 Sigue la fiesta

Aunque estuvimos ausentes un tiempo, ya estamos de vuelta para seguir compartiéndoles nuestras fantasias.



Esperamos sus comentarios. Si les gustó suscríbanse.











Alex dejó de chupar el sexo de Julie, se irguió y la contempló por un momento. Era una chica joven e ingenua aún, con la belleza de la juventud todavía en sus formas, aunque no era muy exuberante del pecho, lo compensaba con sus enormes caderas y sus firmes nalgas, y ahí estaba, pidiendo ser poseída por él, su cuñado.
Alex no pudo esperar más, tenía una erección impresionante que realzaba el tamaño de su pene, colocó la cabeza en la entrada de la vagina y lentamente fue introduciéndose, sintiendo cada milímetro que avanzaba como la mejor experiencia de su vida. Ella estaba relajada aunque se notaba nerviosa y su vagina nunca había recibido un instrumento de semejantes dimensiones, por lo que fue abriéndose poco a poco, apretando dulcemente a Alex que deliraba con cada pequeño avance.
Julie sentía que la tremenda lanza llegaba hasta sus entrañas, a profundidades jamás visitadas por pene alguno, aunque Dave no había sido el único hombre en su vida, nunca había conocido a nadie como Alex, semejante ejemplar masculino no era fácil de hallar y ella no estaba dispuesta a dejarlo ir. Aparentemente a su hermana le gustaba jugar con otros chicos, entonces ella jugaría con su cuñado todo lo que pudiera mientras lo tuviera cerca. Alex ya había llegado al final de su miembro y ahora comenzó a entrar y salir acompasadamente, poco a poco aumentando la velocidad, sintiendo esa apretada vagina alrededor de él y contemplando a su hermosa cuñada mientras su cara se contría en el rictus característico de una mujer a punto de tener un orgasmo.
Fue increíble pero los cuatro tuvieron el orgasmo simultáneamente, ambas hermanas gritaron de forma parecida mientras los afortunados machos tenían espasmo tras espasmo de placer. las vaginas de ambas escurrían de blanco néctar, y ellos se encontraban en un paroxismo de placer que jamás habían conocido.
Nadie lo dijo pero fue obvio que ese encuentro sólo fue el primero de una gran aventura.

Una vez que todos habían terminado Alex y Dave tomaron toallitas húmedas y se dedicaron a limpiar a Fabi y Julie de todo rastro de la maravillosa sesión de sexo que habían tenido. Ambas se encontraban laxas y relajadas, con una sonrisa que delataba su felicidad. Alex les propuso que continuaran la fiesta en la casa ya que era más seguro, ahí en el club no tardarían en comenzar a revolotear los buitres para ver si tenían posibilidad de conocer a la nueva pareja. Era mejor evitar a los demás para no exponer a Dave y Julie a ser asaltados por varias parejas maduras y salvajes. Además Alex tenía planes para cuando llegaran de regreso a casa.
Ambas mujeres volvieron a vestirse y a arreglar sus peinados en el lujoso tocador con que contaba la oficina, mientras Alex y Dave las esperaban para salir juntos por la puerta de emergencia que conectaba esa oficina con el estacionamiento, para Alex era muy bueno contar con una manera discreta de salir a través de una escalera contra incendios, así evitarían el tumulto.
Decidieron irse todos en la camioneta tipo van de Alex y Fabi, tratar de salir en los dos vehículos sería más tardado, y ya volverían por el otro después. Rápidamente Alex condujo de regreso a su casa, afortunadamente ya era algo tarde y no había casi vehículos, llegaron muy pronto.
Al entrar en la estancia Julie estaba tomada del brazo de Alex y Fabi llevaba a su cuñado Dave muy sonriente de la mano, sin embargo lo soltó para ir hacía la barra y sacar una botella de whisky para servirle a todos. Mientras Fabi servía las copas Alex fue hacia un mueble de la estancia y sacó de un cajón un mazo de cartas, Julie y Dave se miraron preguntándose qué estaría planeando Alex. Fabi sólo sonrió disimuladamente.
Una vez que estaban servidas las copas se encaminaron al comedor, donde se sentaron a la mesa, la cual era muy grande, para doce personas, de madera muy fina y se veía muy sólida.
Alex propuso que jugaran algo sexy para darle más interés a la noche. Todos se mostraron de acuerdo, tanto a Julie como a Dave les brillaban los ojos de la excitación.



Julie se apresuró a sentarse junto a Alex, de la misma forma Dave parecía no poder despegarse de Fabi; de hecho, una vez sentados  puso la mano en sus nalgas de manera que nadie más que ella se diera cuenta, eso parecía agradarle bastante ya que volteó a verlo y lo miró seductoramente. Ambos esperaban de nueva cuenta poder fornicar como lo habían hecho un rato antes.
Alex comenzó a explicar en qué consistiría el juego, primero les preguntó a Julie y Dave si sabían jugar poker, ellos respondieron afirmativamente, Alex dijo que entonces sería muy fácil: Se trataba de repartir las cartas sin poder cambiar y a quien le saliera el juego más bajo debería desnudarse, si volvía a perder tendría que cumplir un castigo que le pondría aquel que tuviera la mano más alta. Obviamente se trataba de que el juego fuera lo más cachondo posible. Como todos estuvieron de acuerdo comenzaron el juego.
El primero en repartir fue Alex, repartió cinco cartas a cada uno y todos miraron sus juegos. Luego dijo que la primera en revelar su juego debía ser Julie ya que se encontraba a su derecha. Julie mostró que tenía un par de dieces, luego Fabi dijo que no tenía nada, su carta más alta era una reina y la puso sobre la mesa, Dave tenía una tercia de cincos y Alex mostró que tenía un as, por lo que Fabi fue la primera en perder. Se puso de pie y fue quitándose el vestido plateado lentamente, permitiendo que la mirada de Dave se extasiara en la contemplación de su hermoso cuerpo. Después deslizó la tanga plateada, se despojó del liguero y las medias, quedando únicamente cubierta con su collar de brillantes. Era un espectáculo portentoso. Al sentarse nuevamente la mano de Dave se posó en su trasero, que ahora tenía mejores opciones de ser explorado por la mano ansiosa de él.
Fue el turno de Julie para barajar y repartir, ahora fue Fabi la primera en mostrar su juego, le habían llegado dos reyes, Dave tenía un par de seises, Alex mostró dos pares, sietes y cuatros y Julie tenía como carta más alta un diez, por lo que fue su turno de desnudarse, ahora ella fue quitándose el mini vestidito negro, tampoco llevaba sostén por lo que quedó desnuda ya que había perdido las pantaletas en el encuentro amoroso con Paul en el club, solamente llevaba sus zapatillas negras, su collar y aretes con brillantes. Ahora fue el turno de Alex de meter la mano entre sus piernas mientras Fabi repartía las cartas, sus dedos encontraron abundantes flujos que emanaban de su muy caliente sexo, y que al contacto de los dedos de Alex parecía ponerse más ardiente y necesitado de él.
Después de repartir Fabi ahora fue el turno de Alex para desnudarse, se puso de pie y fue despojándose del saco, la camisa de seda y el pantalón, luego se quitó los calzoncillos dejando ver el enorme pene que estaba ansioso de acción, al sentarse Julie tomó su pene con la mano, cerrando los dedos alrededor sin poder conseguirlo completamente debido al tamaño de su instrumento, sin embargo ahí se mantuvo y no lo soltaría mientras pudiera, lo mantenía erecto con suaves movimientos de arriba abajo que hacían que Alex perdiera la atención del juego.
El turno era de Dave, repartió con soltura las cartas, y al mirar todos sus juegos resultó que era Julie la que nuevamente perdía, como ya se encontraba desnuda ahora debía cumplir un castigo, quien tuvo la mejor mano fue Fabi, por lo que le correspondía decir cuál sería. Fabi dijo que como castigo debería sentarse sobre las piernas de Alex mirando hacía la mesa para continuar jugando mientras él la penetraba, así debía permanecer jugando hasta que ganara una mano. Julie se relamió por la excitación y apresuradamente se levantó  para luego sentarse sobre Alex, quien acomodó su pene en la vulva de ella, Julie descendió y su pene entró en la estrecha vagina, Julie aún no se acostumbraba al tamaño y grosor por lo que se resintió un poco, aunque después de unos segundos comenzaron a recorrer su cuerpo pequeñas oleadas de placer acompasadas al movimiento de ambos, así siguió sentada sobre Alex mientras se encontraba ensartada por su pene, cada movimiento de ambos ocasionaba nuevas sensaciones que recorrían su espina dorsal.
Alex repartió nuevamente, al abrir el juego de todos ahora Dave resultó el perdedor, por lo que debió de despojarse de su ropa mostrando una imponente erección, aunque no tenía un instrumento del tamaño del de Alex, era bastante bueno y respondía muy bien, tal y como le constaba a Fabi, al sentarse Dave, Fabi aprovechó para acariciar su pene cosquilleándole con la punta de los dedos haciéndolo brincar en su lugar ya que sintió algo parecido a una descarga eléctrica.
El turno de repartir era de Julie, que aprovechaba cada movimiento para seguir encajándose la pieza de Alex, subía, bajaba y se retorcía para sentir más el roce en el interior de su vagina, repartió como pudo ya que se encontraba muy excitada, al abrir el juego se dio una singular coincidencia, tanto Fabi como Dave y Alex tenían exactamente las mismas cartas pero de diferentes palos, los tres tenían un jack, un diez, un siete, un cinco y un dos, ¡era increíble! Julie tenía un par de ases, por lo que entonces ella era la ganadora, estuvieron de acuerdo en que ella debía ponerle un castigo a los otros tres.
Juilie lo pensó unos momentos y luego una sonrisa le iluminó el rostro. Les dijo que el castigo era que Fabi y Dave debían fornicar sobre el sillón de la sala mientras ella y Alex lo harían sobre la alfombra.




Fabi y Alex se miraron un poco sorprendidos por la audacia, pero ya que Julie lo proponía les pareció bien, y Dave aparentemente estaba deseando lo mismo ya que tenía dos dedos ensartados en la vagina de Fabi desde hacía un rato y su pene erecto estaba cada vez más rojo. Al estar todos de acuerdo se pusieron en camino, Julie se levantó de las piernas de Alex escurriendo fluidos mostrando lo excitada que se encontraba y él la tomó de la mano mientras subía sobre la mesa, mientras Fabi y Dave se encaminaban al sillón. Ambas parejas estaban deseosas de comenzar el juego y sin preliminares Alex ensartó a Julie de frente acostada sobre esa mullida alfombra, permaneció de rodillas moviéndose adentro y afuera de ella que gemía muy fuerte mientras era taladrada por ese enorme miembro.
Fabi y Dave se acomodaron en el sillón con ella encima, moviéndose sobre el pene de él adelante y atrás, estimulando su clítoris y sintiéndose cada vez más cerca de tener otro orgasmo.
Nuevamente pareció que se encontraran sincronizados y experimentaron un orgasmo simultáneo los cuatro, el semen de ambos machos escurría de las vaginas de sus hembras, que parecían dispuestas a permitirle todo lo que desearan sin importar las ataduras sociales o reglas morales. En ese momento no eran más que unos animales deseosos de placer.
Aunque ambas mujeres lucían agotadas, tanto Alex como Dave parecían no tener problema en continuar saciándose con ellas, que además de preciosas habían resultados tan ávidas de placer.
Ahora fue el turno de Dave de proponer el juego, dijo que en una ocasión había escuchado de un juego llamado “el carrusel” para lo cual sólo necesitarían dos sillas. El juego consistía en que tanto él como Alex estarían sentados mientras ambas mujeres los montaban ensartadas en sus penes, pero sólo durante un minuto, durante ese minuto deberían moverse lo más que pudieran para tratar de hacerlos venirse, si no lo lograban entonces deberían intercambiarse, el objetivo era que si en cinco minutos no habían podido hacerlos eyacular ellas perdían y les tocaría un castigo, en cambio si ellos eyaculaban el castigo les correspondería a ellas. Como todos estuvieron de acuerdo, comenzaron.
Colocaron un cronómetro sobre la mesa y cuando comenzó a correr el tiempo Fabi se montó sobre Alex y Julie sobre Dave, al parecer ambas sabían lo que les gustaba a sus maridos, ya que Fabi le introdujo la lengua a Alex en el canal de la oreja, ya que eso lo volvía loco, Alex trataba de aguantar, aunque se sintió cerca de terminar aguantó todo el minuto, Julie le chupaba el cuello a Dave ya que aparentemente ese era su punto débil y de igual forma se sintió a punto de venirse pero aguantó como pudo. Luego cambiaron las chicas de macho, al comenzar el siguiente minuto Julie cabalgaba a Alex como una vaquera demente mientras él lamía sus pezones, Fabi besaba a Dave mientras realizaba un movimiento de cadera en forma circular, torturándolo lentamente. Como ambos aguantaron estoicamente volvieron a cambiar de posición, la cual mantuvieron nuevamente durante otro minuto, sin embargo al volver Fabi hacia Dave y Julie hacia Alex se murmuraron algo entre ellas y al parecer puestas de acuerdo se sentaron sobre ellos pero dándoles la espalda, en posición de vaquera invertida, ahora sentadas ambas sobre los penes de ellos se dieron vuelo meneando el trasero, arriba, abajo, en círculos y de un lado hacia otro, metiendo y sacando, cuando sonó el pitido del cronómetro ninguno se detuvo, continuaron su movimiento ya que ahora el cuerpo de ellas también les pedía ser saciado. ¿Habrá algo más extraño y fenomenal que tres orgasmos simultáneos seguidos? Al parecer de Alex y Fabi habían encontrado una de las mejores parejas amantes de su vida.
Cómo ambos habían eyaculado, aunque en rigor habían pasado más de los cinco minutos decidieron que ellas les pondrían su castigo, ambas hermanas cuchichearon durante unos momentos y decidieron que en castigo deberían realizarles un sesenta y nueve: Dave a Fabi y Alex a Julie hasta que nuevamente tuvieran un orgasmo, ellos parecían muy contentos con la idea, por lo que comenzaron inmediatamente.
Ambos hombres se acomodaron sobre los sillones de la mullida sala, las chicas subieron sobre ellos en forma invertida quedando en ambos casos sexo con boca. Lo que no sabían Julie y su esposo era que tanto Alex como Fabi se consideraban expertos en el sexo oral, la lengua de Alex comenzó recorriendo los alrededores de la vulva de Julie, acercándose poco a poco al centro de placer que existía entre sus piernas, dulcemente besó los labios e introdujo la punta de su lengua hasta sentir que penetraba un poco, se entretuvo metiendo y sacando la punta de la lengua mientras Julie gemía y trataba de introducir lo más que podía del enorme pene de Alex en su pequeña boca, Alex ahora estimulaba el pequeño clítoris de ella chupándolo y lamiéndolo de una manera magistral, Julie pensó que no podría introducir ni un poco más de ese enorme instrumento, por lo que se contentó con chuparlo como si fuera un caramelo muy sabroso que no quería sacar de su boca. Nunca se imaginó el torrente de semen que saldría de él, ¿cómo era posible si ya se había venido tres veces, tuviera esa cantidad de esperma? Pensó que era un superdotado. Tragó todo el semen no tardando ella en venirse gracias a las caricias de Alex, aunque ahora no fue simultáneo no por eso fue menos placentero.

El que creía estar en el cielo era Dave, ya había tenido algo de adelanto cuando Fabi se lo chupó en el club, pero ahora ella parecía decidida a exprimirlo hasta dejarlo seco, la manera en que ella succionaba era atormentadora, Dave no resistió mucho antes de venirse, Trató de pedir disculpas pero Fabi seguía succionando como un becerro y él no pudo reunir fuerzas para hablar. Fabi consumió hasta la última gota, dejándolo completamente exhausto. Sin embargo sabía que tenía que hacer que ella también lo disfrutara, así que metió su dedo en la vagina de Fabi encontrando un muy famoso punto en ella que comenzó a estimular con su dedo, Fabi pareció sorprenderse pero estaba complacida con la manera en que Dave la estaba llevando, él comenzó a chupar su clítoris con fruición mientras Fabi deliraba cada vez más, elevando y descendiendo sus caderas en un compás frenético, gritó fuertemente cuando por fin tuvo el orgasmo, Alex estaba sorprendido de la manera de gritar de ella, ya que nunca había escuchado que hiciera un sonido semejante y decidió preguntarle a Dave cómo se llevaba a cabo esa técnica, al fin que su cuñada y su marido estarían de visita con ellos durante una semana, seguramente sería una de las más sabrosas de su vida y tendrían mucho tiempo para seguir intercambiando a sus esposas y sus experiencias.

lunes, 6 de marzo de 2017

8.- Julie

Hola a todos nuestros amigos. Ya estamos otra vez publicando el relato de esta semana. Creemos que está un poco más pervertido que de costumbre pero esperamos les guste y les atraiga fantasear con nosotros. Si les gusta suscríbanse y denle G+1.
No olviden comentar qué les pareció.
Alex y Fabi






Fabi había alcanzado los cuarenta y un años pero seguía siendo la mujer más despampanante de toda la comunidad del pequeño fraccionamiento donde vivían ahora. De padre veracruzano y madre hidalguense, enloquecía a cualquier hombre que se cruzase en su camino, con su metro cincuenta de estatura, su cabello castaño oscuro que clareaba con la luz del sol y que caía sobre sus hombros en una melena que se alborotaba al viento. Sus ojos son grandes y pícaros, color miel, felinos y tan exóticos, y aquellas cejas que dibujaban un arco fino y perfecto sobre los mismos en un rostro precioso, con una nariz hermosa y unos labios pequeños en forma de corazón,  que dan en conjunto un aire de inocencia a su rostro que la hace aún más deseable.
Tiene cuarenta y un años pero aparenta diez menos. Diario se ejercita durante dos horas, por lo que decir que es escultural realmente es quedarse corto. Ella es más, una Diosa.
Una real hembra, buena como ella sola, con unos grandes pechos con puntiagudos pezones y areolas perfectas y redondas, unas protuberantes y hermosas nalgas; el sueño de cualquier hombre. Era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y cálidos, con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera no se pone el sol.
Además es una mujer liberal, le encanta tener amantes, y tiene sexo todos los días con hombres diferentes, a pesar de amar tanto a su esposo Alex, el cual es un buen mozo de cuarenta y cuatro años; de rostro apuesto y finos modales, así como un cuerpo atlético,  que mantiene corriendo ocho kilómetros diarios y ejercicios de piso aprendidos de joven cuando practicó gimnasia olímpica.
El mismo Alex la animaba a tener sexo con otros hombres, pues le encanta el papel de cornudo y masturbarse mientras Fabi le cuenta sus aventuras, para terminar viniéndose en la boca de Fabi o sobre sus pechos. Así son muy felices como cornudo y diosa.


Para Alex la vida no podía pintar mejor, a pesar de que habían cerrado el laboratorio donde trabajaba y se encontró temporalmente sin trabajo, encontró una oportunidad muy buena, ya que utilizó el dinero que le dieron como liquidación para comprar un pequeño bar en el centro de la ciudad donde vivían. El bar estaba pequeño aunque decorado con buen gusto y tenía una clientela aceptable, pero como ese mismo local había sido utilizado antes como centro de baile erótico tenía en la parte superior dividido en cabinas que el anterior dueño mantenía cerradas para evitar algún problema de inseguridad, sin embargo Alex encontró que gracias a ellas podrían darle un nuevo sentido al negocio.
Alex pensó que esas cabinas no servirían realmente para que la gente llegara sólo a tomar, de hecho tenían constantemente que sacar parejitas de ahí que aprovechaban la soledad del nivel superior para entregarse al gozo, eso le hizo  tener una grandiosa idea.
Se le ocurrió que en lugar de que el lugar se convirtiera en refugio de muchachos para beber podía tener una clientela más sofisticada, de elevado nivel económico y que pagara para tener un lugar tranquilo donde ejercer su libre sexualidad, y lo convirtió en un bar swinger. Abría toda la semana excepto los lunes, y funcionaba como lugar de encuentro entre parejas que deseaban realizar un intercambio o un trío y adaptó el lugar para que fuera posible cumplir cualquier fantasía. Las parejas llevaban a cabo el contacto y luego subían a una cabina para tener sexo, en cada cabina había desde preservativos, aceites, perfumes y había una tienda donde podían adquirir juguetes sexuales y ropa sexy.
Aunque todos los días había clientela realmente lo bueno era los fines de semana y tanto Alex como Fabi asistían para recibir a todas las parejas y solteros como sus anfitriones, darles la bienvenida, recordarles las reglas y escoger a la pareja o al soltero que los acompañaría esa noche.
A veces se decidían por un hombre y a veces por alguna chica, aunque lo que más les gustaba era realizar intercambio y juegos con otra pareja, el nuevo negocio servía a dos propósitos, les daba carretadas de dinero y les mantenía provistos de amantes cada que querían.
Era importante mantener el orden y recordarles las reglas a los asistentes, ya que en su mayoría eran gente madura y solvente, por lo que cuando por casualidad llegaba alguna persona o pareja joven inmediatamente se abalanzaban sobre ellos como tiburones hambrientos. De hecho tuvieron que lidiar con un problema poco después de abrir, ya que una joven pareja había desaparecido después de llegar una noche y tomarse unos tragos con una pareja madura, al parecer salieron juntos y no se les había vuelto a ver. La policía los localizó a la semana en casa de esa pareja sometidos aparentemente, sin embargo al preguntarles ellos aseguraron que estaban ahí sin ningún tipo de coerción, simplemente fornicando todos los días con la pareja que los llevó ahí.
Afortunadamente no hubo consecuencias pero Alex pensó que era necesario prevenir a todos de seguir las reglas y también estar alerta cuando llegaran parejas jóvenes para que no los asustaran. Fuera de eso las cosas iban marchando excelentemente en el bar, Fabi estaba cada vez más bella y muy en su papel de anfitriona, con mucha clase y elegancia alternando nuevamente con la alcurnia a la que estaba acostumbrada a convivir en los Estados Unidos. Además de que seguía siendo una fiera en cuanto algún afortunado caía entre sus piernas, ya fuera que Alex participara o que subiera sola. Ambos estaban felices.


Un fin de semana cuando se preparaban para irse al bar sonó el teléfono y Fabi resplandeció de alegría al escuchar la voz de su hermana Julie, no la había visto desde que se fueron a vivir a los Estados Unidos. Julie se había casado en ese tiempo y se fueron a vivir ella y su esposo a Los Ángeles, y aunque ambas parejas habían vivido en los Estados Unidos por diferentes circunstancias no habían podido visitarse durante quince largos años. Le dió mucho gusto saludarla y acordaron que los visitarían ella y su esposo. Esperaban llegar al otro día temprano ya que sólo eran tres horas de vuelo, si no había retrasos se verían pasado el mediodía.


Fabi estaba muy contenta y esperaba con ansia su llegada, Alex estaba también contento ya que Julie siempre le había caído muy bien, era muy simpática, y la había conocido siendo una niña, cuando se casó con Fabi ella tendría unos doce años apenas, por lo que él la veía como si también fuera su hermanita. Ya tenía quince años que no se veían, ahora ella debía de tener treinta y cuatro, cuando la vió por última vez era una chica bonita aunque muy delgada, casi sin formas en su cuerpo y eso la hacía parecer aún más joven que los diecinueve años que tenía.
Al otro día los recibieron en el aeropuerto, al salir de la sala de abordaje Julie los saludó desde lejos y corrió hacia su hermana para abrazarla muy efusivamente, Fabi también estaba muy contenta y ambas se atropellaban al hablar tratando de decirse lo que aparentemente no habían podido en quince años.
Alex estaba impresionado, Julie se había convertido en una mujer muy sabrosa, sus caderas se habían vuelto anchas y tenían una curva que resaltaba con el vestidito que ella llevaba puesto, corto a la mitad del muslo y entallado, el diseño a rayas aumentaba el efecto de esas anchas caderas que atraparon la atención de Alex, y aunque seguía siendo delgada mostraba un desarrollo en su cuerpo que le hacía verse recia, se veía que se ejercitaba y tenía unas nalguitas hermosísimas que resaltaban respingadas gracias al mini vestido, sus muslos se veían gruesos y firmes, muy atléticos, y aunque no tenía los atributos de su hermana en el pecho, sus tetas se veían chiquitas y bien formaditas, muy de acuerdo a su cuerpo, además como pudo apreciarlo Alex al abrazarla se sentían muy firmes al contacto.
Después de abrazarlos Julie les presentó a su esposo, se llamaba Dave, era alto y delgado, con un aire de enfado que lo hacía parecer poco simpático al principio, sin embargo al tratarlo resultó ser buena persona. Luego de subir su equipaje ambas parejas subieron al vehículo de Alex y Fabi y se encaminaron a su casa.
La nueva casa era aún más grande que la anterior donde Fabi era tan feliz cuidando su jardín, ahora ya era propia y llevaban un par de meses viviendo ahí. Tenía en total cuatro habitaciones y ellos sólo ocupaban una por lo que no resultó para nada difícil que se acomodaran Julie y Dave.


Después que se acomodaron en su habitación, Fabi se encargó de coordinar a la empleada doméstica y a la cocinera para tener lista la comida mientras Alex platicaba con su cuñada y su esposo en el salón.


Dave le pidió a Alex permiso de usar su computadora para revisar su correo electrónico, ya que quería confirmar el depósito del dinero para gastos personales que le tenía que hacer la empresa donde trabajaba, había aprovechado la visita de trabajo para traer a Julie a visitar a su hermana; y el caso es que su teléfono celular se había quedado sin batería y se percató de que el cargador lo había olvidado, necesitaba comprar un nuevo cargador, pero le urgía verificar el depósito. Alex le indicó el camino a la biblioteca, donde tenía su computadora de escritorio, le dijo que estaba encendida y no necesitaba contraseña para utilizarla. Lo dejó ahí mientras regresaba al salón a servirle una copa de vino a su cuñada, que tomó asiento en un sillón forrado de piel, con aire antiguo. Ella estaba sentada con las piernas cruzadas mientras platicaba con Alex sobre los pormenores del viaje, sin embargo Alex no podía apartar la mirada de sus piernas, que además de lo firmes que lucían eran muy blancas, tal y como le gustaban, era obvio ya que ambas hermanas eran bastante parecidas, que a Alex le resultara atractiva su cuñada, pero trató de desechar el pensamiento y mirar hacia otro lado mientras conversaban ya que le parecía que a pesar de la apertura de Fabi hacia esos temas, no le agradaría mucho la idea de que él se metiera con su hermana, seguramente hasta Fabi tendría límites. A pesar de su buena disposición la suerte parecía estarlo tentando, ya que de repente sonó el celular de Julie y ella al levantarse rápidamente para alcanzar su bolso y extraerlo de ahí, descruzó la pierna dejando a Alex observar en un fugaz vistazo su pequeña ropa interior de color blanco, lo que dejó a Alex sin palabras y sin aliento, Julie estaba conversando en el teléfono dándole el perfil a Alex que ahora ya abiertamente observaba la curva de sus nalgas que dejaba ver el ceñido vestido, se dió cuenta de que tenía una erección muy notoria y salió del salón velozmente disculpándose con señas de su cuñada que no pareció darse cuenta de lo que había provocado.
Mientras Alex se masturbaba en el baño, en el estudio algo muy peculiar le había llamado la atención a Dave, él era adicto a la pornografía, y aunque Julie sabía que se pasaba largos ratos observandola en su computadora, nunca le reclamó por eso, aunque a ella no le gustaba simplemente lo dejaba ser, igual que cuando se ponía a ver deportes por televisión. Dave ya había revisado su correo y confirmó su depósito, ahora estaba mirando un video en el que dos supuestos “doctores” sometían a una chica a un tratamiento muy inusual, ya que debía lamer el medicamento de sus penes mientras ellos ponían cara de satisfacción, hasta que terminaban viniéndose en la boca de la chica, completando su “tratamiento”. A Dave se le ocurrió que si revisaba el historial del navegador podría saber si Alex también veía pornografía y quien sabe si estuviera mejor que la que él miraba. Sin embargo al abrirlo se llevó una gran sorpresa porque lo que se veía que era la actividad principal de Alex era estar en Twitter, pero revisando perfiles que Dave no sabía que significaban, ya que tenían la mayoría las letras sw en sus nombres. La curiosidad lo llevó a hacer click en uno y se dió cuenta de que la sesión se encontraba abierta y que se trataba de un perfil para intercambio de parejas, el llamado swinger. Estaba maravillado ya que lo primero que vieron sus ojos fue el tremendo culo de una mujer rubia que estaba como los ángeles, se caía de buena. Esa pareja se llamaba Alfa, y tenía muy buenas fotos de la mujer, con unos senos impresionantes, un cuerpo maravilloso y una boca pequeña y en forma de corazón igual a la de su cuñada, que desde que la vio en el aeropuerto se la imaginó mamándole el miembro y recibiendo su leche calientita que devoraría gustosa, sólo de volverlo a imaginar tenía una erección descomunal, le gustaba mucho su cuñada y pensaba en si habría alguna posibilidad de hacerla suya cuando cayó en cuenta de que la mujer rubia de las fotos era muy parecida a Fabi, de hecho se dio cuenta de que esas fotos eran de la sesión que estaba abierta en la computadora, claro: ¡Alfa! Alex y Fabi, ¡Cómo no se había dado cuenta! Ahora con nuevo y renovado brío siguió viendo las fotos de su cuñada, aunque en ninguna se observaba su cara completa ya sabiendo de quién se trataba era muy fácil reconocerla. ¡Estaba buenísima! Y por los mensajes que leyó, parecía que ella y Alex mantenían relaciones con otras parejas. Guau, era una magnífica noticia, podría ser que si se cogiera a su cuñada, aunque no estaba seguro de cómo lo tomaría Julie pensó que valdría la pena intentarlo porque esas oportunidades son únicas en la vida. Cerró las ventanas del navegador y se levantó de la silla para regresar al salón, pero notó que había algo tirado en el piso junto al escritorio, era una tarjeta negra con dorado que decía “pase premium” y mencionaba un club swinger, el club AlfaSW Club y tenía la fecha de hoy además de decir “pareja”, seguramente era para poder entrar a ese club, Dave no se imaginaba cómo sería ir a un lugar así pero en su mente comenzó a pensar que podría servir para que Julie fuera acostumbrándose a la idea, él había leído un poco acerca de los intercambios, aunque nunca lo había platicado con su esposa creyó que podría proponerle el ir a ver, total si no les parecía se podrían regresar y no pasaría nada, se preguntó si no habría problema para salirse juntos en la noche. Guardó la tarjeta en su bolsillo y salió de la biblioteca.


Cuando regresó al salón lo encontró vacío, ya se encontraban en el comedor esperándolo. La comida resultó muy amena, ya que Julie era extraordinariamente simpática y llevaba la conversación de una manera que tenía entretenidos a todos. Al terminar de comer se fueron nuevamente al salón, Alex sirvió copas para todos y brindaron por el feliz reencuentro de las hermanas. Alex y Fabi les dijeron que ellos tenían que trabajar un rato en la noche, pero que se quedaban en su casa y tomaran todo lo que necesitaran, Dave les dijo que estaba pensando en llevar a Julie a dar una vuelta para no aburrirse mucho, Alex dijo que si deseaban podían llevarse el auto compacto, ya que ellos se llevarían la camioneta, pero que anduvieran con cuidado ya que andar solos sin conocer la ciudad podía ser peligroso. Dave le dijo que no se preocupara que como él tenía seguido que viajar por trabajo ahí conocía bien los rumbos.
Las dos parejas subieron a sus habitaciones a cambiarse.
Después que Fabi y Alex se fueron, Julie le preguntó a Dave dónde había pensado llevarla, Dave no había planeado cómo convencerla, por lo que decidió que era mejor llegar al club y cuando se diera cuenta de lo que se trataba, fingir sorpresa y tratar de convencerla de probar. No era un buen plan pero no se le ocurría nada más. Le dijo que un amigo suyo de los Ángeles le había dicho que en esa ciudad había un club muy especial, muy exclusivo, al que era difícil entrar pero que para eso le había dado una tarjeta. Se la mostró, decía AlfaSW Club y era dorada con negro, se veía de buena manufactura y decía “pareja”, Dave esperaba que al menos sirviera para que les permitieran el paso aunque tuviera que pagar entradas.
A Julie le entusiasmó la idea de salir y comenzó a arreglarse mientras Dave bajaba a la biblioteca para volver a usar la computadora de su concuño, aparentemente tenían tiempo en ese ambiente ya que su perfil tenía muchísimas fotografías, principalmente de Fabi en todos los ángulos, incluso videos donde varios tipos se la estaban cogiendo uno tras del otro o en penetraciones simultáneas, no podía evitar el excitarse viendo esos videos, por lo que comenzó a frotarse por encima del pantalón la ahora hinchada verga que amenazaba con salirse de sus pantalones. En eso escuchó un ruido a sus espaldas, volteó y se quedó petrificado al ver que Julie observaba la pantalla, tratando de entender qué era lo que veía, aún no había terminado de arreglarse, Dave le preguntó el porqué había bajado con voz temblorosa y el rostro aterrado, ella le dijo que había encontrado su cargador del celular en su maleta y pensó darle una sorpresa, pero la sorpresa se la había llevado ella. Le preguntó si esa que se veía en el video realmente era su hermana, Dave sólo alcanzó a balbucear. Julie se acercó y observó que en el video aparecían tres hombres introduciendo sus vergas en la boca, vagina y culo de Fabi, mientras otro grababa. Este no mostraba su rostro, sólo tomaba de vez en cuando su enorme verga mientras se masturbaba, a Julie comenzó a atenazarla un cosquilleo que comenzaba en sus dientes y terminaba en el extremo de su columna sólo de ver esa enorme herramienta, pensó en lo feliz que sería si su hermana le presentara al dueño de semejante animal, pensó en lo que sentiría si se la metieran una y otra vez y pudiera chuparla, lamerla y sentir su caliente leche sobre los labios y la lengua.
En eso, los tres hombres que se encontraban cogiendo con Fabi aparentemente estaban terminando al igual que ella, el que tenía su verga metida en la boca de su hermana la sacó y comenzó a venirse sobre su cara, salpicándola mientras ella saboreaba el blanco néctar. Los otros dos sólo se quedaron quietos y parecían tener espasmos. En eso el dueño de la vergota, el que estaba grabando, volteó la cámara para hablar hacia ella, aunque Dave no había subido el volumen, fue muy clara la cara de su cuñado Alex hablando a la cámara. Julie estaba extática de emoción, aparentemente Dave se dió cuenta de el motivo de su sorpresa y de los cosquilleos que la inundaban. Decidió jugar la carta que el destino le ponía en las manos y le preguntó abiertamente si le gustaría cogerse a su cuñado, ahora fue el turno de Julie para balbucear, pero Dave antes de que pudiera decir otra cosa le comenzó a hablar de lo que era el ambiente swinger y de cómo había descubierto que a su hermana y su cuñado aparentemente les gustaba convivir en ese plan con otras parejas. Volvió a preguntarle si le gustaría hacer un intercambio con su hermana y su cuñado, le dijo que podrían platicarlo con ellos cuando regresaran y si estaban todos de acuerdo podría arreglarse.
Julie aun no salía del éxtasis, aun con voz temblorosa le preguntó a Dave si a él le gustaba su hermana, Dave le dijo abiertamente que hasta que descubrió los videos y las fotos comenzó a sentir esa atracción. Julie le preguntó ahora si no le importaba que ella lo hiciera con otro hombre, Dave le dijo que es una fantasía común para un hombre pensar en intercambiar a su pareja, que era algo normal y que si ella estaba de acuerdo a él le parecía bien. Julie sonrió por primera vez y le dijo: ¡Hagámoslo!
Dave le dijo que para probar podían antes ir al club swinger del que tenía la tarjeta, aparentemente Alex y Fabi eran clientes de ahí, pero como dijeron que tenían trabajo sería un desperdicio no aprovechar la tarjeta que estaba fechada para el día de hoy. Julie no estaba muy convencida de la idea, pero Dave le dijo que podían ir y si no les agradaba lo que veían podían regresar y ya entonces platicar con Fabi y Alex para hacer el intercambio. a Julie le pareció bien y después de un rato que pasó arreglándose salieron hacia el club.
El club era realmente elegante, Alex había aprovechado muy bien el éxito del club para introducir muchos detalles en el decorado que le daban un toque muy distinguido. Cuando entraron Dave y Julie admiraron la elegancia del sitio y le entregaron la tarjeta al vigilante de la puerta, el tipo abrió mucho los ojos al mirar la tarjeta e inmediatamente retiró la cadena y los invitó a pasar. En la recepción dejaron los abrigos y les dijeron que su mesa estaba lista, el mesero les preguntaría qué deseaban tomar y que disfrutaran mucho la noche. Entraron a un salón amplio, había música suave que provenía de un pianista en un extremo del bar que parecía muy adecuada para dar ambiente. Al sentarse a una mesa redonda con dos asientos amplios cada uno en semicírculo,  se acercó muy solícito un mesero joven de muy buena apariencia y les indicó que se sentaran uno en cada asiento para que quedaran de frente y pudieran platicar, así lo hicieron, luego preguntó qué bebida querían, Dave dijo que escocés, el mesero le sugirió el double black para esa noche, Dave aceptó y el mesero anotó en su libreta. Les dijo que enseguida saldrían los anfitriones para darles la bienvenida a todos y repasar las reglas, después de esto se retiró. Dave y Julie estaban sorprendidos, no se imaginaron que sería así, incluso Dave estaba algo preocupado por la manera de pagar la cuenta y si es que su tarjeta de crédito resistiría, por si acaso le dijo a Julie que solamente tomaran una copa no fuera que los dejaran limpios al pagar, Julie estuvo de acuerdo, sin embargo se encontraba muy nerviosa ya que había notado desde que entraron que la mirada de la mayoría de los asistentes se habían centrado en ellos, los observaban con mucha intensidad tanto los hombres como las mujeres, los cuales casi todos se veían bastante mayores, ancianos y maduras muy bien vestidos que los observaban como los lobos ven a los conejos.
Alex estaba en su oficina preparándose para la velada cuando sonó su radio, contestó y le dijo Tony que era su capitán de meseros, le indicó que había una alerta roja. Eso sólo significaba una cosa, pareja joven en apuros, Alex recordó la última vez que ingresó una pareja de jóvenes, fue como arrojar un atún en medio de tiburones, después del forcejeo terminaron saliendo con una pareja muy tomados en la madrugada, después anduvo la policía investigando porque no los encontraban, duraron una semana extraviados, afortunadamente la policía los encontró en la casa de esa pareja. Una casa enorme y lujosa en la que estaban aparentemente por su propia voluntad, fornicando deliciosamente con sus anfitriones por toda la casa. Después de eso había decidido ser precavido cada vez que hubiera una pareja joven que asistiera al club, al menos debía prevenirlos. Tony le dijo que además traían una tarjeta dorada. Eso tranquilizó un poco a Alex. Las tarjetas doradas las podían otorgar los socios VIP a invitados, por lo que seguramente quien los había invitado ya debí encontrarse sentado con ellos a la mesa. Eso  evitaría el tumulto. Esperaba al menos que así fuera, le preguntó a Tony la calificación, a cada pareja nueva que ingresaba se le calificaba del uno al cinco para determinar qué tan atractivos eran y poder brindarles atención especial. Obviamente si eran guapos se les otorgaban descuentos y atenciones para hacerlos volver seguido y mantener las altas expectativas de los demás visitantes. Tony le contestó algo que lo sorprendió, le dijo que eran un cinco casi un seis. Eso significaba que eran MUY atractivos, por lo que decidió verificar que ya estuvieran acompañados porque si no, no podría evitar el tumulto y pobres de ellos. Sin embargo tenía que preparar algunas cosas y le pidió a Tony que le avisara en cuanto estuvieran acompañados en su mesa. Tony le indicó que no se preocupara.


Fabi se encontraba en el privado que tenían para ellos en el club, las cabinas de la planta alta eran para los clientes y cada quien seleccionaba parejas o solteros atractivos para su disfrute. Fabi se había puesto un vestido largo muy ceñido de color plateado, la hacía ver deslumbrante, el escote era una delicia de mirar y parecía que en cualquier momento reventaría y permitiría la salida de los enormes balones que poseía. Estaba muy orgullosa de su aspecto, sexy y elegante, el vestido además combinaba de maravilla con el collar de brillantes que le regaló Alex en la navidad pasada y sus aretes eran divinos, también con brillantes. El éxito les había sonreído de nuevo, creía que nunca había sido más feliz en la vida. Ahora debía prepararse para escoger alguna pareja que les gustara para estar con ellos.
Obviamente como anfitriones tenían mucho éxito, casi siempre tenían que prometerle a tres o cuatro parejas que estarían con ellos en otra ocasión y así se mantenían ocupados en la semana. Al principio sólo acudían los viernes y los sábados pero ya se había vuelto una actividad diaria. Fabi estaba feliz y suponía que Alex también. Por cierto le había parecido notar que Alex estaba mirando a su hermana con esa mirada lasciva que ocupa muy de vez en cuando, sólo cuando una chica le gusta deveras. Pensó en que aún con todo lo que hacían y lo que había pasado tendría algún límite, que le molestaría que su esposo quisiera acostarse con su hermana, pero se dio cuenta de que realmente no le molestaba, de hecho su cuñado le parecía atractivo y le pareció también que cuando estaban comiendo él la miraba de manera intensa. Decidió comentarlo con Alex y ver si a ellos les interesaría participar en esas actividades, ultimadamente sólo se vive una vez. Terminó su arreglo frente al espejo y salió hacia la oficina a buscar a Alex.


Dave había notado también las miradas de los demás asistentes al club, cada vez se sentía más como si estuvieran siendo acechados por una manada de lobos. Les habían traído una botella de Whisky y vasos, él lo tomó en las rocas y a ella le sirvieron el whisky con agua mineral. Bebieron rápido por el nerviosismo que sentían, Dave le preguntó si había alguien que le gustara entre las personas que los rodeaban, Julie dijo que sólo sentía ganas de salir corriendo, que esa gente se veía muy fea y que ya se estaba arrepintiendo de haber venido.
En eso se acercó un hombre, ya maduro con canas pero que se seguía viendo atractivo, los saludó como si los conociera y les preguntó si podía sentarse. Ellos sólo atinaron a mover afirmativamente la cabeza y el caballero se sentó con ellos. Inmediatamente notaron que la reacción de muchas parejas fue voltear y dejar de verlos, aunque aún había algunos que no los perdían de vista.
El caballero dijo llamarse Paul, y sacó del bolsillo interior de su saco una tarjeta que le alargó a Dave, les dijo que era corredor de bolsa y que fue uno de los primeros clientes del bar. Señaló hacia una mesa contigua donde se encontraba una dama entrada en los cuarenta pero bastante guapa, que los observaba sonriendo. Les dijo que ella era Uma su esposa, que eran norteamericanos que vivían en México por negocios y que les habían gustado como para hacerse amigos. Les preguntó si era la primera vez que acudían a un local swinger y quién los había invitado. Era obvio que eran invitados de un VIP por eso les habían dado la mesa de honor, pero como los veían solitos desde hacía rato pensó que si los habían plantado ellos podrían hacerles compañía.
Dave y Julie se miraron y no supieron qué contestar, era obvio que la tarjeta era de Alex y Fabi, pero no sabían si ellos eran VIP o a lo mejor los habían invitado a ellos, pero por el trabajo no pudieron asistir. Ahora estaban en un gran problema del que no tenían idea de cómo salir.
Dave y Julie sólo se miraban y no contestaban la pregunta, lo que hizo que Paul los mirara suspicaz, directamente les preguntó si de casualidad no habían encontrado la tarjeta por ahí y sin saber de qué se trataba acudieron al club. Los colores les subieron y bajaron de la cara varias veces, se miraron uno al otro y sólo negaban con la cabeza. En eso Julie sintió cómo la mano del hombre se posaba sobre su muslo, ella llevaba un vestidito negro de noche muy corto y entallado, con zapatillas negras, aretes y collar de brillantes. La mano de Paul no encontró resistencia para subir por su muslo ya que Julie estaba aterrada y paralizada, miró a Dave como lo haría un venado a punto de ser devorado por lobos, pero Dave no comprendió el mensaje. En eso Dave sintió que alguien pasaba la mano por sobre sus hombros y vio a la mujer llamada Uma que lo había abrazado distrayéndolo del llamado de auxilio de Julie. Dave sintió también que la mano de Uma tocaba su entrepierna por encima de su pantalón. Uma era bastante atractiva y eso excitó bastante a Dave cuyo pene reaccionó al contacto poniéndose rígido, la mano de Uma se cerró con firmeza alrededor, atrapando a Dave y dejando indefensa a Julie ante los avances de Paul.
La mano de Paul ya se había abierto camino hasta las pantaletas de Julie, el contacto de los dedos de Paul resultaron extraños para ella, ya que primero le habían ocasionado espanto, pero ahora le causaban… ¿placer? Si, efectivamente era placentero. Aun estaba asustada pero al voltear a buscar a Dave vio que Uma lo estaba besando, mientras con la mano aparentemente lo estaba exprimiendo ya que sus gemidos eran bastante audibles y característicos. Paul había ya retirado con los dedos la pequeña pieza de tela que se interponía entre él y la vagina de Julie, comenzó a brindarle un suave masaje sobre el clítorís que le hizo poner los ojos en blanco. Comenzaba a sentirse húmeda y por primera vez en la noche pensó que no estaba del todo mal el haber ido ahí.


Alex sabía que algo estaba mal, algo había dejado pendiente pero no podía recordar qué era. Le parecía que tenía que ver con el club o con haber dejado a su cuñada y su esposo en la casa. Tony le había comunicado que la pareja joven ya estaba acompañada y eso le permitió quitarse de la mente el pendiente, pero algo se le hacía como que no embonaba. Tomó el comunicador y le preguntó a Tony quién estaba en la mesa con los jóvenes. Tony contestó inmediatamente que Paul y Uma, y que incluso estaban pasando a la acción ahí mismo, que tendrían que apurarse a salir o tendrían un coito en la planta baja. Alex rió y pensó que  ese Paul nunca se andaba con sutilezas, incluso hacía dos semanas había… ¡Un momento! ¡Hace dos semanas había tenido sus invitados!, ¡no era posible que estuviera otra vez en la mesa de honor! En ese momento recordó que esa noche la habían reservado ella y Fabi para invitar a los nuevos vecinos, pero con la llegada de Julie y Dave no habían podido invitarlos. ¡Julie y Dave! Alex sintió una descarga eléctrica y saltó hacía el salón corriendo para ver si llegaba a tiempo.
Alex imaginó que Dave debió encontrar la tarjeta cuando usó la computadora de la biblioteca, ya que él la dejó sobre la mesita antes de salir al aeropuerto. Por eso dijeron que querían salir, debió saber de qué se trataba pero deben haber pensado que ellos lo reprobarían.
En el camino encontró a Fabi, la tomó de la mano y sin darle explicaciones siguió hacia el salón cuando comenzaron a apagar las luces. Iba a iniciar el show.


El hecho de que apagaran las luces sirvió a los propósitos de Paul, ya que si estando a la vista de todos le estaba metiendo mano por debajo del vestido a Julie, ahora prácticamente se lo estaba zafando por la parte superior, lamía sus pezones que liberados de ropa se mostraban rígidos y aparentemente dispuestos a ser acariciados. Al no llevar sostén le permitió prácticamente desnudarla en un solo movimiento. Julie aún conservaba puestas sus pantaletas pero los dedos de Paul las habían desplazado a un lado y entraban profundamente en su vagina, Paul sabía lo que hacía y con su dedo flexionado estimulaba su punto G ocasionando que ella gimiera suavemente de placer y se abandonara a sus caricias.
Por su lado Dave ya era víctima de las artes amatorias de Uma, que había extraído su pene de los pantalones y lo chupaba con fruición y deleite como una golosina, Dave nunca se había sentido tan excitado, ya que no sólo era un lugar público, la mujer que se la chupaba era muy atractiva y además un tipo estaba masturbando a su mujer en sus propias narices. No podía creer lo erguido y duro que se había puesto su instrumento, le palpitaba dentro de la boca a Uma y él creía que se vendría en cualquier momento.
Paul seguía chupando los pezones de Julie mientras ella ronroneaba como gatita, al tiempo que con una mano iba deslizando sus pantaletitas hacia abajo. Ella permitió el movimiento levantando alternadamente las piernas, en cuanto zafó las pantis Paul las guardó en el bolsillo de su saco sin que Julie lo notara, no estaba dispuesto a perder esa reliquia. La recostó en el asiento y pudo llegar aún más profundo con su dedo medio, mientras con la otra mano desabrochaba sus pantalones y se disponía a hacerla suya ahí mismo.
En eso sintió un golpecito en el hombro, volteó enfurecido y vio a quien menos esperaba ver, Alex el anfitrión estaba parado junto a él. Pensó que debía ir a pedirle que se fueran a una de las cabinas, ya que estaba prohibido tener sexo en la planta baja y aunque en realidad esa regla no siempre se respetaba consideró que por ser tan temprano debía guardar compostura. Jamás se imaginó lo que siguió a continuación.
Alex lo saludó y le dijo entre risas que muchas gracias por entretener a sus invitados, pero que no debían ser tan avorazados, sabían que una de las reglas era no robarse a la pareja de otros. Paul lo miró confundido. Alex le dijo que ellos eran sus invitados, que esa noche le correspondía la tarjeta dorada. Incluso podía revisar la lista si lo deseaba. Paul y Uma miraban con rabia a Alex y Fabi que les seguían sonriendo. Ellos mantuvieron la calma incluso ante el rostro de total confusión de Dave y de Julie, que era bastante cómico. Alex le pidió que fuera a su mesa y que les invitaría una botella como desagravio y por dejarlos con la miel en los labios, lo dijo observando disimuladamente el pene muy erecto de Paul que estaba totalmente a la vista.
Julie trataba de acomodarse el vestido y Dave se cerró el pantalón con riesgo de pellizcarse con el ziper debido a la urgencia. Una vez que tanto Paul como Uma se retiraron, Alex y Fabi se sentaron. De manera campechana comenzaron a bromear y les dijeron que eran unos ingenuos, si no fuera por ellos estarían en unas dos horas siendo devorados por esos lobos, y probablemente les caerían encima todos los demás asistentes. Alex le preguntó a Dave cómo se les había ocurrido semejante disparate. Dave sólo balbuceó por segunda vez en la noche. Alex y Fabi soltaron la carcajada y les dijeron que no se preocuparan, que a partir de ese momento cuidarían de ellos y después tendrían tiempo de platicar. Julie dijo que no encontraba sus pantaletas y Alex y Fabi volvieron a reír.


Al encenderse la luz del escenario Alex se encontraba de pie enmedio, tomó el micrófono y les dio la bienvenida a todos. Les dijo que el Club AlfaSwinger estaba hecho por ellos y su éxito se debía a que seguramente lo encontraban placentero, expresó deseos de que así siguiera.
Les recordó las reglas: Número uno, todos son libres de escoger solos o en pareja con quien quieren estar. Número dos, No, siempre significa no. Y número tres, está prohibido robarle la pareja a alguien.
Los invitó a todos a fraternizar y elegir con quien deseaban estar y les indicó que las cabinas de la planta alta estaban diseñadas para ese fin. En la tienda podían adquirir lo que necesitaran.
¡Sean felices! les dijo y bajó del escenario.


Alex se sentó en el asiento junto a Julie en la mesa de honor, ya que Fabi estaba sentada al lado de Dave. Le preguntó a Dave el cómo habían llegado ahí, Dave le confesó que había encontrado la tarjeta y que se les ocurrió darse una vuelta ya que pensaban que ellos estarían ocupados en su trabajo. Además de que sería interesante ver cómo era ese ambiente, aunque nunca habían llegado a intercambiar parejas estaban deseosos de averiguar cómo era.
Dave le preguntó a Alex si ellos eran los dueños del club y él le respondió afirmativamente, que había adquirido ese club hacía ya casi un año y les iba muy bien con él. Aunque dirigirlo y evitar los desastres no era muy divertido, Julie preguntó a qué se refería, Alex le dijo que por ejemplo su llegada estuvo a punto de ocasionar uno, que eran pocas las parejas jóvenes que asistían y cada vez que llegaba una los demás se les iban encima como hormigas sobre miel y a veces hasta había habido peleas, en una ocasión una pareja desapareció y fue encontrada una semana después y la última vez prácticamente todos los demás asistentes se fueron turnando para pasar con unos chicos que a todo decían que si hasta que quedaron completamente agotados y con la ropa rota; eso sí, se veían felices cuando se marcharon, sin embargo no habían vuelto y eso le hacía pensar que probablemente decidieron ser más precavidos debido a la experiencia.
Alex les preguntó si ellos estaban realmente deseosos de compartir con otra pareja. La que contestó fue Julie, dijo que si, sobre todo después de cómo los habían dejado Paul y Uma, estaban ansiosos. Lo dijo con el rostro encendido y mirando a los ojos de Alex. Él le preguntó si deseaban darse una vuelta para que escogieran con quien querían estar, cuando sintió que la mano de Julie tocaba su muslo y lo acariciaba acercándose a su púbis, respingó un poco al sentir el contacto pero la dejó seguir. La mano de ella encontró lo que buscaba y se cerró sobre su pene por encima del pantalón, palpando sus dimensiones y su dureza. Alex vio en su mirada que ya habían elegido con quien estar. Sólo tuvo que mirar un instante a Fabi para tener un acuerdo, ella le sonrió y luego volteó a susurrarle algo en el oído a Dave, que mostrándose sorprendido le sonrió y asintió. Alex les propuso pasar a su oficina ya que ahí estarían todos más cómodos, se levantaron y se encaminaron hacia allá. Julie y Dave se notaban muy emocionados, Fabi llevaba tomado del brazo a Dave y Alex tomó la mano de Julie, mientras caminaban Julie le dijo a Alex que jamás se imaginó que ellos tuvieran ese estilo de vida, le preguntó que cómo habían decidido realizar esas cosas. Alex le dijo que fue algo como un accidente que ya les contarían cuando tuvieran más tiempo, Julie insistió y Alex dijo que en cuanto estuvieran en la oficina le platicaría cómo se iniciaron en estas actividades.


Pasaron a la lujosa oficina del club, el decorado era muy sobrio, sólo había un escritorio de madera con apariencia de ser muy antiguo y un sofá de color caoba, sobre el escritorio una computadora y un librero lleno de libros de fino encuadernado. A la derecha había una puerta de madera que Dave y Julie imaginaron era el baño, de momento no supieron cómo podría ese lugar ser mejor para lo que se suponía iban a hacer. Alex se dirigió directamente  a la puerta y extrayendo una llave del bolsillo la abrió y les indicó que pasaran.


Julie estaba impresionada, el cuarto adjunto era muy grande, tenía un jacuzzi enorme como para ocho personas, una mesa bajita de madera y alrededor unos cojines muy grandes probablemente para sentarse alrededor, al lado derecho había una cantina que se veía llena de vinos y otros licores, todos muy finos al parecer de Julie, todo el piso estaba cubierto con una suave y mullida alfombra de color oliva y al fondo una cama enorme de forma circular, Julie pensó que nunca había visto antes una cama redonda, se imaginó que a fin de cuentas probablemente lo que menos harían Alex y Fabi era dormir en ella. Se encontraba sumamente excitada, Alex había cerrado la puerta con llave y le había vuelto a tomar la mano, la sentía sudorosa y que le temblaba, esperaba que eso no hiciera que Alex la soltara ya que el simple contacto de su mano la excitaba aún más de lo que ya estaba. Dave se mostró interesado en el jacuzzi y se acercaron él y Fabi a mirarlo, ella y Alex se dirigieron a la cantina y él le preguntó lo que deseaba beber ya que habían dejado sus vasos en la mesa del salón. Julie le dijo que whisky estaba bien, Alex aproximó la mano de Julie que aún sujetaba a sus labios y después de besarla la soltó para disponerse a servir el whisky para ambos. Julie se quedó como petrificada, jamás pensó que un simple beso en la mano la excitara tanto, sentía como escurrían sus jugos vaginales sobre sus muslos ya que no tenía pantaletas. Se preguntó: ¿Qué pasaría si la besara en los labios y la hiciera suya? Creyó que en muy poco tiempo tendría la respuesta.


Dave no podía despegar los ojos de los enormes senos de Fabi, estaba muy excitado mientras ella le mostraba los mecanismos de funcionamiento del jacuzzi y cada vez que se agachaba para accionar alguno Dave perdía la mirada en ese portento de la naturaleza que tenía en el pecho. Intencionalmente le hacía preguntas que la obligaban a volver a agacharse para seguir admirándola, notó que Julie y Alex estaban bebiendo una copa aparentemente muy entretenidos en su plática sentados en la barra de la cantina. Se preguntó en qué momento estaría bien comenzar la actividad sexual, ¿debería esperar hasta que les indicaran? ¿O podía él hacer ya el intento y ver qué pasaba? Fabi no daba ninguna muestra de apresurarse, ¿estaría esperando que él diera el primer paso?
Fabi aparentemente se cansó de estarse agachando y le dijo a Dave que le mostraría los vitrales que cubrían el vestidor del jacuzzi, le llevó del brazo hacia un costado y quedaron ocultos a la vista de Alex y Julie detrás de un vitral de colores ambarinos. Detrás del vitral había una banca con varias toallas y un casillero, a Dave le pareció totalmente inútil y aburrido que le mostrara eso, ¿para qué…? En ese momento Fabi le echó los brazos encima y lo besó, la lengua de ella irrumpió en su boca y como un estilete le hurgaba y tocaba sus labios y su propia lengua, respiraba agitadamente y se veía que ya estaba muy excitada, Dave movía sus manos recorriendo su cuerpo, su fina cintura y sus preciosas nalgas por sobre el ceñido vestido plateado, Dave despegó su boca de la de Fabi y se dirigió a besar esos enormes pechos que llevaba todo el día queriendo probar, los liberó del vestido con sus manos y comenzó a besarlos en círculos poco a poco acercándose a los pezones que ya estaban rígidos, besaba y besaba alrededor de las areolas y de repente chupó con deleite uno de los pezones de Fabi, ella ahogó un gemido que indicaba que le gustaba la manera en que los estaba tratando su cuñado. Se alternó chupando ambos pezones, saboreándolos con deleite mientras sus manos recorrían el cuerpo de Fabi y lentamente le despojaban del hermoso vestido plateado, deslizándolo por su torneado cuerpo dejándola cubierta con una tanga plateada, liguero y medias, además de sus zapatillas también plateadas, ella mientras le acariciaba por encima del pantalón sintiendo y palpando su rígido miembro que pugnaba por salir. Lentamente fue deslizando el ziper del pantalón de Dave, introdujo la mano en sus calzoncillos y extrajo la pieza palpitante que encerraba en su mano mientras el afortunado Dave se sentía transportado a la gloria. Fabi besaba el cuello de Dave dándole ligeras mordiditas, poco a poco fue bajando sus besos hacia su pecho desabrochando su camisa lentamente, extrayéndola de su pantalón terminó por quitársela, desabrochó sus pantalones mientras seguía besando ahora su abdomen, el cual era bastante firme y marcado. Su pene tenía una erección descomunal, estaba muy excitado, Fabi jugó con la lengua alrededor de su ombligo mientras Dave gemía. Colocó sus manos en las nalgas de él y le clavó las uñas, Dave gritó sorprendido por esa acción, pero le pareció super sensual. Fabi bajó los calzoncillos de Dave completamente, dejando plenamente descubierto el pene de Dave y se agachó delante de él. Dave sabía lo que venía.


La plática entre Julie y Alex se había vuelto muy divertida, ya habían bebido dos vasos de whisky cada uno y Julie comenzaba a sentirse achispada, Alex seguía contándole historias muy chistosas a la vez que picantes de cosas que habían pasado en el club. Julie lo miraba extasiada, hacía un momento había visto a Fabi y a Dave desaparecer de la vista, se preguntó si ya estarían haciendo algo, Julie temblaba visiblemente por la excitación, su rostro dejaba ver completamente lo que deseaba, sus rojos labios entreabiertos, su respiración ligeramente agitada, el rubor en su cuello eran señales que era imposible que Alex ignorara, aunque él no parecía llevar prisa. Distraídamente él rozaba la mano de ella mientras platicaban, como si fuera a tomarla pero la dejaba sobre la barra, a Julie le sudaban las palmas, estaba muy excitada y deseosa de que Alex comenzara algo. Entonces él se inclinó para tomar algo del hielo que estaba al lado de Julie, al acercarse rozó con su mano el muslo de Julie que quedaba descubierto de su minivestido, claramente Julie se estremeció al contacto, al percibirlo Alex dejó que su mano siguiera el camino hacía abajo del vestido mientras seguía platicando normalmente, sus dedos llegaron al sexo de ella y comenzaron a explorar con habilidad todas las estructuras que lo componían, Julie ya había comenzado a gemir, ya se encontraba mojada y sin pantaletas, ya sólo quería ser poseída por Alex en ese mismo momento. De repente Alex se detuvo, y le extendió la mano, ella la tomó y se dejó conducir hacia la cama circular, Alex le indicó que se sentara sobre la cama y al hacerlo ella, le fue retirando lentamente el pequeño vestidito negro dejándola sólo vestida con su collar de brillantes y sus zapatillas negras. Alex desabrochó su pantalón dejando salir su pene que emergió brioso como un corcel, chicoteando frente la cara de Julie que lo contemplaba extasiada y ligeramente asustada ya que nunca había visto un órgano tan grande y mucho menos con la perspectiva de ser penetrada por él, sin embargo sonrió y se relamió pensando que ese era precisamente el mejor día de su vida.


Fabi chupaba el pene de Dave con la maestría y habilidad que sólo ella  tenía, lamiendo el glande y luego cubriéndolo con su boca y succionando de una manera en que cualquier hombre se sentía enloquecer, presionaba con su mano alrededor imprimiéndole ritmo y haciendo que se endureciera aún más, Dave sentía que se venía pero no deseaba que terminara, era demasiado placentero, Fabi pareció darse cuenta por lo que dejó de chupar y se dedicó a lamer sus testículos mientras con su dedo jugueteaba alrededor del ano de Dave que se acalambró al contacto y casi cae al piso debido a que sus piernas se negaron a sostenerlo por un momento. Fabi siguió jugueteando con la punta de su lengua alrededor de la base del pene de Dave mientras él buscaba la manera de acomodarse ya que lo que más deseaba en el mundo era comenzar a cogerse a Fabi, deseaba penetrarla y sentir como su pene martilleaba dentro de ella. Fabi intuyó lo que venía y se levantó, tomó su mano y lo condujo hacia la cama circular del centro de la habitación.


Alex y Julie ya se encontraban ahí, Alex le estaba dando una gran sesión de sexo oral a Julie como jamás se la había imaginado, comenzó besando alrededor de su sexo, acercándose poco a poco hasta su clítoris, que después de besarlo lo masajeó con los labios, Julie ronroneaba como gatita mientras Alex iba lamiendo despacio y poco a poco la zona que comenzaba a ponerse turgente, tanto los labios se ponían rubicundos como el clítoris de Julie se hacía evidente por debajo del poco vello que cubría esa zona. Alex ahora lamía y chupaba su clítoris con gran soltura, alternando con los labios vaginales hasta terminar abriéndolos como si fueran una flor de la que fuera a chupar el néctar. Introdujo su lengua dentro de la vagina de Julie que gimió muy sonoramente al sentir esa invasión, levantó las piernas sobre los musculosos hombros de Alex para permitir una penetración más profunda de su lengua.
Fabi y Dave no permanecieron sólo contemplándolos, excitado por la escena en la que veía a su esposa ser fornicada oralmente Dave inclinó a Fabi hacia el frente, ella colocó sus manos sobre el enorme colchón circular, Dave deslizó la tanga plateada hacia abajo y descubrió una vagina completamente húmeda, lista para recibirlo, él aún mantenía una gran erección y delante tenía el mejor culo que jamás había visto en su vida, dispuesto a ser penetrado por él, las hermosas nalgas enmarcaban de una manera espectacular el sexo de Fabi, que escurría visiblemente de la anticipación. Dave no esperó más y penetró de un solo embate tratando de introducir la mayor cantidad de su órgano en la hermosa vagina de Fabi, que por la sorpresa dio un grito leve pero al momento se transformó en un gemido placentero que fue intensificándose en la medida que él aumentaba la velocidad, sabía que si continuaba a ese ritmo no tardaría en venirse pero no le importó, llevaba ya mucho rato excitado y deseando terminar dentro de su cuñada, llenarla con su leche y sentirse su macho mientras se vaciaba.
Fabi también estaba a punto de terminar por lo que ayudó a Dave moviendo su trasero de adelante hacia atrás, sintiendo como su cuñado golpeaba sus nalgas con su abdomen mientras su duro miembro trataba de llegar lo más profundo posible.


Alex dejó de chupar el sexo de Julie, se irguió y la contempló por un momento. Era una chica joven e ingenua aún, con la belleza de la juventud todavía en sus formas, aunque no era muy exuberante del pecho lo compensaba con sus enormes caderas y sus firmes nalgas, y ahí estaba, pidiendo ser poseída por él, su cuñado. No pudo esperar más, tenía una erección impresionante que realzaba el tamaño de su pene, colocó la cabeza en la entrada de la vagina y lentamente fue introduciéndose, sintiendo cada milímetro que avanzaba como la mejor experiencia de su vida. Ella estaba relajada aunque se notaba nerviosa y su vagina nunca había recibido un instrumento de semejantes dimensiones, por lo que fue abriéndose poco a poco, apretando dulcemente a Alex que deliraba con cada pequeño avance. Julie sentía que la tremenda lanza llegaba hasta sus entrañas, a profundidades jamás visitadas por pene alguno, aunque Dave no había sido el único hombre en su vida, nunca había conocido a nadie como Alex, semejante ejemplar masculino no era fácil de hallar y ella no estaba dispuesta a dejarlo ir. Aparentemente a su hermana le gustaba jugar con otros chicos, entonces ella jugaría con su cuñado todo lo que pudiera mientras lo tuviera cerca. Alex ya había llegado al final de su miembro y ahora comenzó a entrar y salir acompasadamente, poco a poco aumentando la velocidad, sintiendo esa apretada vagina alrededor de él y contemplando a su hermosa cuñada mientras su cara se contría en el rictus característico de una mujer a punto de tener un orgasmo.
Fue increíble pero los cuatro tuvieron el orgasmo simultáneamente, ambas hermanas gritaron de forma parecida mientras los afortunados machos tenían espasmo tras espasmo de placer. las vaginas de ambas escurrían de blanco néctar, y ellos se encontraban en un paroxismo de placer que jamás habían conocido.
Nadie lo dijo pero fue obvio que ese encuentro sólo fue el primero de una gran aventura.

15.- Fer

Hola amigos: Ya estamos de regreso con nuestras aventuras, hemos tenido intensas actividades que les queremos contar, esperamos no volver...