jueves, 9 de febrero de 2017

3.- Iván

Este relato es de nuestros favoritos.
Esperamos les guste.
Alex y Fabi




Fabi tiene cuarenta y un años y es una mujer despampanante. De padre veracruzano y madre hidalguense, enloquece a cualquier hombre que se cruce en su camino.
Mide un metro cincuenta de estatura, tiene cabello castaño oscuro que caía sobre sus hombros en una melena felina. Sos ojos son grandes y pícaros,  color miel, de apariencia exótica, y sus cejas se dibujan en un arco fino. Su rostro es precioso, su nariz hermosa y sus labios pequeños en forma de corazón  le dan en conjunto un aire de inocencia a su rostro que la hace aún más deseable.
Tiene cuarenta y un años pero aparenta diez menos. Diario se ejercita durante dos horas, por lo que decir que es escultural realmente es quedarse corto. Ella es más, una Diosa.
Una real hembra, buena como ella sola, con unos grandes pechos con puntiagudos pezones y areolas perfectas y redondas. Es dueña asimismo de unas protuberantes y hermosas nalgas; es el sueño de cualquier hombre. Es difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero es redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y cálidos, muy firmes y definidos, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano y su curvada cadera la hacían resaltar cualquier atuendo.


Desde que Alex le había confesado sus muy particulares gustos. Fabi se sintió primero confundida y luego ligeramente atemorizada, sin embargo encajó rápidamente el asunto y decidió comenzar a disfrutar la nueva posición de esposa zorra para tratar de disfrutar todo lo que pudiera. Lo único que le hubiera gustado era que Alex pudiera ser quien la satisficiera, pero por más que lo intentaban seguía siendo imposible, el pene de Alex definitivamente no funcionaba. Era una lástima para Fabi, pero él se había encargado de hacerla sentir cómoda cada vez que se encontraba con algún hombre. La relación con su jefe había terminado mal, ya que resultó excesivamente celoso y Fabi tuvo que renunciar, Sergio amenazó con mandarle a su esposo las fotografías y el video, pero Fabi le dijo que Alex ya sabía todo y que si él insistía lo iban a acusar por acoso sexual, y que guardara el video ya que iba a ser una prueba contundente. Obviamente Sergio se apresuró a borrar todo y no volvió a molestarla. Lo malo fue que se quedó sin un amante magnífico y sin empleo. Ahora seguía buscando sin tener suerte ni uno ni otro.
Al menos la cuestión económica iba mejorando, Alex había encontrado un nuevo empleo como vendedor en una compañía farmacéutica y sorprendentemente comenzó a ganar bastante bien, ya que la empresa había desarrollado algunos medicamentos muy novedosos y que estaban teniendo mucho éxito.
Ya habían dejado el departamento que tan malos recuerdos les traía y encontraron en alquiler una casa muy mona en las afueras de la ciudad, tenía un pequeño jardín y Fabi podía cuidar sus plantas, lo cual le hacía sentirse muy feliz al estar en su casa.
Alex había podido mejorar mucho la vida de ambos gracias a que descubrió que tenía al parecer ciertas habilidades innatas para las ventas, había encontrado que era muy sencillo para él relacionarse con los clientes y que adquirieran los medicamentos que él les ofrecía, su producto estrella era una pastilla para mantener la erección que funcionaba de maravilla, excepto en él…
Por más que había intentado usarla, incluso en una dosis más alta de lo recomendado, la píldora no había podido ayudarle, preocupado por ello acudió al médico, el cual le mandó realizarse una batería de análisis que le dieron un resultado catastrófico: Aparentemente los cuerpos cavernosos de su pene tenían un defecto de nacimiento que impedía su adecuado llenado de sangre, por lo que aunque tomara pastillas para la erección, su anatomía defectuosa le impedía el tenerla. Además era inoperable.
Alex pensaba en que daría lo que fuera por poder ser normal, pero ya se había resignado a su suerte, lo único que ahora le causaba satisfacción eran los relatos que le hacía su esposa sobre cuando se acostaba con su jefe y varios compañeros de trabajo, mientras lo masturbaba y lo felaba hasta que él, aún con la pobre erección de su pequeño miembro, era capaz de venirse sobre su cara. Sabía que corría el riesgo de que Fabi encontrara un día un hombre mejor dotado y más capaz que la hiciera feliz y quizás terminaría dejándolo, pero en realidad creía que tal vez eso sería lo mejor para ambos.
Lo malo es que Fabi había tenido que renunciar y tenía unas semanas sin poder encontrar un hombre dotado que la hiciera feliz, Alex había sugerido que tratara de intimar con algún vecino pero Fabi le dijo que todos los que conocían estaban casados y era mejor no correr el riesgo de meterse en problemas con hombres cercanos y sus esposas.
Sin embargo Alex notaba que Fabi se encontraba apagada y sin ánimos, ya ni siquiera salía a buscar trabajo, parecía contentarse todos los días cuidando su pequeño jardín.
Sabía que tenía que hacer algo, y la solución llegó de manera inesperada.
Un día cuando estaba en la oficina entregando sus reportes de venta, decidió tomarse un café antes de salir a su cita con un cliente. La cafetera se encontraba detrás del mueble donde las secretarias de la gerencia colocaban todos sus archivos en papel, era un mueble alto pero no muy grueso, gracias a eso pudo escuchar la conversación entre dos secretarias que por cierto, tenían fama de haberse acostado con toda la oficina; claro, excepto con Alex, que tenía la fama de recatado y muy respetuoso, lo cual ocasionaba que ninguna de las mujeres de la oficina quisiera meterse con él, además de que todos sabían que su esposa era una real hembra que no se comparaba a ninguna de las chicas de la oficina.
La conversación que escuchó le intrigó sobremanera, ya que ellas comentaban acerca del nuevo gerente de personal de la empresa, el cual era un muchacho de 25 años, que había demostrado buenas capacidades para el trabajo. Sin embargo las secretarias comentaban “otras” capacidades. Una le decía a la otra que Iván tenía un pene de veintidós centímetros de largo, tan grueso como un bate de beisbol, y que poseía unas capacidades de uso extraordinarias, ya que era capaz de eyacular hasta seis veces en una sola cita. Al parecer la sufrida secretaria no había aguantado más allá de la tercera embestida de ese animal, antes de caer rendida. Y a pesar de haberse venido en tres ocasiones seguía estando tieso y listo para seguir. La había dejado sintiéndose con las piernas flojas todo el día, y su vagina abierta como si estuviera bostezando.
Alex casi tuvo una erección sólo de escuchar aquello, obviamente lo primero que se imaginó fue semejante instrumento penetrando a su esposa, y ella gritando de gozo mientras él los miraba y se masturbaba.
Decidió que era demasiado bueno para dejarlo pasar y puso manos a la obra, todos los miércoles el personal de la empresa se reunía en un deportivo a practicar varios deportes con el objeto de mantener la camaradería en la empresa, sabía que Iván jugaba squash y al siguiente miércoles ahí se presentaría Alex con su raqueta dispuesto a hacerse amigo del joven.
Resultó mucho más sencillo de lo que había imaginado, Iván resultó ser un compañero de juego muy simpático, Alex mantenía buena forma física y a Iván le resultó muy emocionante jugar con alguien que realmente le diera competencia, aunque terminó ganándole la partida por muy poco, y quedaron de verse a la siguiente semana.
Al finalizar la partida al siguiente miércoles Alex le propuso que fueran juntos a su casa para cenar algo, la idea le pareció excelente a Iván y aceptó gustoso. Se encaminaron a la casa de Alex en donde Fabi los esperaba con la cena lista. Lo que Iván no imaginaba era lo que le iban a dar de postre…
A Fabi le había dicho que iría a cenar con un amigo de la oficina, pero no le dijo cuáles eran sus intenciones. Le pidió que se arreglara muy guapa porque ese muchacho era ahora su amigo y pretendía que se sintiera a gusto.
A Fabi le extrañó un poco ya que Alex nunca acostumbraba llevar a nadie a cenar, ni le había conocido un amigo desde que perdió su empleo, sin embargo se arregló bastante guapa con un  vestido rojo con tirantes y un sugerente escote, aunque sin caer en lo vulgar, un palmo arriba de la rodilla, sólo lo suficiente para dejar intrigado a un observador de sus bien trabajadas piernas de blanca y sedosa piel.
Remató su arreglo con un fascinante trabajo de maquillaje, zapatillas rojas y un excelso peinado. Sabía que era atractiva y le gustaba lucirlo.
Preparó una cena sencilla pero de buen gusto, con pasta y carne roja, extrajo de una pequeña cava que poseían una botella de buen vino tinto para acompañarla.
Cuando llegaron a la casa, entraron y Fabi salió de la cocina donde ultimaba los detalles, Alex le presentó a Iván, el cual saludó con una mano mientras la miraba con la boca abierta, ya que estaba acostumbrado a evaluar a las mujeres por sus atributos físicos y sus posibilidades de conquistarlas, Fabi le pareció un bocado exquisito, una real hembra de esas que se encuentran pocas veces en la vida. No pudo evitar el retener su mano un poco más del tiempo necesario para saludar, lo cual a Fabi le aceleró el pulso, no se imaginó que el amigo de Alex fuera tan atractivo y su mente traviesa y traicionera comenzó a imaginarse las posibilidades de tener algún encuentro con él, sin embargo recordó que era el amigo de su esposo y rápidamente desechó esos pensamientos y trató de no mostrar nerviosismo frente a su invitado.
Con una sonrisa les mostró el camino hacia la mesa que ya se encontraba puesta y los instó a sentarse para comenzar a servir la cena. Alex se aprestó a descorchar el vino mientras le preguntaba a Iván si tenía alguna preferencia en especial o si le daba igual el vino que fuera, Iván no le contestó ya que se encontraba extasiado mirando a Fabi que se había agachado para abrir la puerta del horno, permitiendo que su vestido subiera mostrando bastante de la parte posterior de sus muslos. Alex captó la mirada y comenzó a excitarse con anticipación de lo que estaba seguro vendría más al rato.
Durante la cena Fabi se mostró sensacional en su papel de anfitriona, le preguntó a Iván cual era su puesto dentro de la empresa y él le contó que comenzó al igual que Alex realizando ventas corporativas, pero hacía seis meses que lo habían ascendido a gerente de recursos humanos, esperaba que Alex pudiera también escalar pronto y brindó por que así fuera.
La cena fue de lo más exquisito y el vino fenomenal, tanto que Alex decidió ir por otra botella para seguir brindando por el gusto de la amistad de Iván.
Decidieron que era buena idea irse a la sala para seguir brindando, tomaron asiento alrededor de una pequeña mesa de madera labrada que era una herencia de la familia de Fabi, pequeña pero muy maciza y que utilizaban como mesa de centro.
Habiendo ya platicado de la vida de ambos, de cómo se habían conocido Alex y Fabi, el ágape pareció estar llegando a su fin, al igual que la segunda botella, por lo que los tres se encontraban ya algo mareados, y algo más en el caso de Fabi, ya que el vino parecía tener en ella un efecto estimulante, afrodisiaco. Alex lo sabía y ella intuía que tenía algunas intenciones ocultas, pero de manera pícara lo dejó seguir a ver qué pasaba.
Aunque Iván se encontraba muy a gusto le pareció que ya era hora de retirarse porque además del mareo causado por el vino, la excitación de estar contemplando a la mujer de su amigo le estaba causando una gran incomodidad, ya que no quería que Alex lo cachara observándola y fuera a molestarse. Alex captó la situación y decidió hacer lo que había planeado.
Alex les dijo que esa era una ocasión muy memorable y que no podía permitir que cayeran en el aburrimiento, por lo que les propuso que llevaran a cabo un juego. Tanto Fabi como Iván lo miraron extrañados preguntándose de qué clase de juego se trataría. Alex tomó la botella de vino que se encontraba vacía y la colocó sobre la mesita labrada, les indicó que esperaran, se levantó y se encaminó hacia la cava, extrajo otra botella, la descorchó y sirvió más vino en los tres vasos que tenían.
El juego que propuso seguramente lo conocían, se llamaba “botella” y seguramente los tres lo habían jugado durante la edad escolar. Iván parecía desconcertado aunque Fabi sonrió ante la sugerencia, ya le parecía muy sospechoso, sin embargo dijo que ella estaba dispuesta a jugar mirando a Iván con picardía, éste que no era nada tonto captó la invitación y también se mostró de acuerdo en jugar.
Alex dijo que por haber sido él quien propuso el juego sería el primero en girar la botella y además pondría las reglas, los otros se mostraron de acuerdo, Alex les dijo que era muy sencillo, aquel a quien la botella señalara tendría que cumplir un castigo, si no quería cumplir el castigo entonces tendría que quitarse una prenda, el que quedara del otro lado de la botella sería el que marcaría el castigo, pero debían dar su palabra de honor de que cumplirían o con el castigo o con entregar la prenda, tanto Fabi como Iván asintieron aceptando las reglas y Alex comenzó el juego girando la botella sobre la mesa.
La primera persona que marcó la botella fue a Fabi y Alex quedó del lado contrario, por lo que él debía poner el primer castigo, Alex le dijo que el castigo es que tenía que bailar para ellos moviéndose lo más sensualmente que pudiera, meneando sobre todo sus caderas y de manera muy sexy, pero que si no quería cumplir el castigo debía entonces quitarse una prenda.
Fabi nunca había sido muy buena para el baile, sin embargo el hecho de llevar vestido no le dejaba muchas oportunidades de entregar prendas, por lo que si no quería quedar semidesnuda rápidamente era mejor que cumpliera algunos castigos.
Fabi se levantó del sillón donde se encontraba y comenzó a bailar, contoneándose al ritmo de una música imaginaria, cerró los ojos y trató de no caerse con el mareo que le había ocasionado el vino. Movía sus caderas de una manera espectacular mientras Alex e Iván la observaban extasiados.
Cuando consideró que era suficiente se volvió a sentar, ahora era el turno de Iván de girar la botella, la giró y cuando terminó su rotación la botella lo señalaba a él y Alex debía ponerle su castigo. Alex se relamió los labios y le dijo que su castigo era que debía besar a Fabi, ya que los besos eran el castigo tradicional de este juego, a Iván le tocaba continuar esa tradición. Pero debía ser un beso de primera, bien dado, como de película y debía durar un minuto, le recalcó Alex.
Iván no podía creerlo, el mismo esposo le estaba permitiendo cumplir sus fantasías, y se preguntó hasta dónde les llevaría el juego, si quizás lo habrían invitado para llegar hasta el final o quizás sólo les excitaba un poco de juego erótico, aunque pensó que eso quedaría contestado muy pronto, le pareció que la forma en que ella lo miraba encerraba una invitación, y no podía creer su buena suerte.
Iván se puso de pie y se acercó hasta donde estaba Fabi, no sabía si era mejor que ella se levantara o él sentarse a su lado, pero sus dudas no duraron mucho ya que el vino que llevaba bebido hizo que casi cayera a un lado de ella en el sillón, se sentó derecho y la tomó en brazos, Fabi notó la musculatura de esos brazos y ese fuerte pecho, se estremeció un poco al sentir su abrazo, él acercó lentamente sus labios a los de ella, despacio, saboreando el momento, posó suavemente los labios sobre los de Fabi, rojos y palpitantes, Iván se sentía delirar un poco con ese beso, comenzó a acariciar con su lengua el interior de la boca de Fabi que respondió a la caricia meneando la punta de su lengua como sólo ella sabía hacerlo, ambos se fundieron en un apasionado beso que les hizo hervir la sangre mientras se imaginaban lo que seguiría. Iván no pudo evitar el recorrer la espalda de Fabi con sus manos, deteniéndose un momento sobre el inicio de sus caderas, dudando entre seguir o no. Sus manos se movieron solas, ajenas a su voluntad palpando las caderas de Fabi por los lados, no atreviéndose a tocar directamente sus nalgas se entretuvo acariciando los lados de su cadera durante un tiempo que se les antojó excesivamente corto. Alex les dijo que ya había pasado un minuto y rompió el hechizo que los había envuelto, teniendo que hacer un esfuerzo por separarse, la mente de ambos ya se encontraba encendida, deseosa de culminar ese juego, pero disfrutando a la vez el llevar poco a poco sus sentidos al clímax.
Ahora era turno de Fabi para girar la botella, le dió vueltas y cuando ésta se detuvo la señalaba a ella misma e Iván debía poner el castigo, Iván deseaba que las cosas se pusieran más candentes, pensó durante unos momentos y decidió que había que hacer algo más divertido, le dijo a Fabi que su castigo sería el salir a la calle y mostarle sus senos desnudos al primer hombre que pasara. Fabi lo miró desconcertada, volteó a ver a Alex que la observaba divertido y le dijo que tenía dos opciones, cumplir ese castigo o entregar una prenda, Fabi señaló que ese castigo no lo podía cumplir, ya que era muy probable que el que pasara fuera uno de sus vecinos y que pensarían que ella estaba loca, por lo que estuvo de acuerdo en entregar una prenda. Se quitó una de sus zapatillas y la puso sobre la mesita, notando la cara de desilusión de ambos se ruborizó un poco pero era divertido alargar el juego.
El turno nuevamente fue de Alex, girando la botella ahora señaló a Iván y Fabi debía ponerle el castigo, ella lo meditó un momento y le dijo que él debía ahora besar sus senos durante un minuto, o entregar una prenda. Iván pensó que ese castigo estaba excelente y que con mucho gusto lo cumpliría. Volvió a acomodarse en la posición al lado de Fabi y tomando con mucho cuidado el escote provocativo de ella, puso los labios en la hermosa hendidura que los separaba, besando alternadamente uno y otro, estrujándolos con las manos y poco a poco acercándose a la punta donde sentía los pezones de Fabi duros como dos pequeñas rocas, sintiendo que se le terminaba el tiempo metió su lengua bajo el tejido del vestido de Fabi sintiendo como tocaba su pezón, Fabi respingó un momento pero se dejó hacer, en ese momento Alex les dijo que se les había acabado el castigo, nuevamente la desilusión pasó por sus rostros. Alex lo notó y les propuso un cambio en las reglas, les dijo que todos se quitaran la ropa y continuaran sólo con los castigos para hacer esto más interesante, tanto Fabi como Iván estuvieron de acuerdo y procedieron a desnudarse mutuamente, sin ponerse de acuerdo pero dejando ver que ambos se morían de ganas de ver desnudo al otro. Cuando los tres estaban desnudos Iván no pudo dejar de notar el pequeño tamaño del miembro de Alex, sonrió levemente y pensó que si todo salía como él esperaba, al final le tendría una gran sorpresa.
Por la forma en que Fabi miraba la herramienta de Iván, él se dio cuenta de que ella nunca había visto un pene con esas dimensiones, su pene se encontraba semi erecto pero aun así era impresionante, Alex pensó que lo que dijeron las secretarias no era exageración, realmente era una tranca impresionante, Alex estaba deseoso de ver su desempeño en el sexo de su esposa.
Le tocaba a Iván girar la botella que señaló a Alex y era Fabi la que debía poner el castigo, Fabi le dijo que su castigo consistía en meterse al baño durante tres minutos, sin asomarse ya que eso sería trampa, Alex se sorprendió un poco pero pareció pensarlo mejor y se levantó llevándose su copa en la mano, entró en el baño del recibidor y cerró la puerta. Fabi prácticamente se abalanzó sobre Iván, y tomando su pene en la mano comenzó a acariciarlo haciendo un movimiento como de ordeño, Iván lo disfrutaba tremendamente lo cual era obvio ya que cada vez se le ponía más duro y más grande, llegando a tener un tamaño alarmante, Fabi siempre había creído que los penes de los tipos que veía en las películas pornográficas eran falsos, era la primera vez en su vida que veía un instrumento de ese tamaño, muy largo y muy grueso, se preguntó si sería capaz de resistir que le introdujeran semejante cosa, aunque se moría de las ganas de comprobarlo.
Continuó acariciando con su mano esa hermosa pieza, sintiendo su consistencia, no pudo más y le dió un beso en la punta, haciendo que Iván respingara un poco al sentir los labios de Fabi, ella retiró con su mano el prepucio tirándolo hacia abajo, descubriendo el enorme y brilloso glande de Iván, el cual comenzó a lamer como si fuera un caramelo, el caramelo más grande y caliente que jamás hubiera tenido ante su boca. Puso los pequeños labios alrededor de esa enorme cabeza e introdujo en su pequeña boca lo más que pudo de esa venuda y durísima lanza, sintiendo como tocaba el fondo de su garganta y eso que apenas le había entrado la punta, pensó que era mejor no animarlo a introducir más ya que terminaría asfixiandola. Sentía como palpitaba dentro de su boca y notaba cómo los jugos de su vagina fluían hacia afuera mojando sus muslos, demostrando cuánto ansiaba que Iván le terminara el trabajo y se la cogiera pronto y durísimo hasta que ella gritara de gozo.
Alex les gritó desde dentro del baño que ya había terminado el tiempo, que si ya podía salir. Fabi se retiró de Iván y le dijo que sí, que saliera, limpiando los restos de los jugos de Iván que le quedaban en los labios con el dorso de su mano.
Fabi propuso otro cambio a las reglas, dijo que ahora sólo giraran la botella y a quien señalara debía cumplir el castigo que le pusieran los otros dos. Tanto Alex como Iván asintieron y continuó el juego, ahora Fabi giró la botella que señaló a Iván, por lo que ahora tanto ella como Alex debían ponerle un castigo. Fabi se adelantó y le dijo que su castigo era que debía hacerle a ella sexo oral durante cinco minutos y luego Alex podría ponerle el castigo que quisiera. Iván no se hizo del rogar y se puso de rodillas frente a Fabi para cumplir con su obligación, inclinándose sobre el sexo de Fabi besó los labios que asomaban entre esa pequeña matita de vello, deleitándose un momento en saborear tanto el aroma como el sabor de esa hermosa flor que se le ofrecía. Después de besarla con sus labios durante unos momentos, comenzó a utilizar su lengua separando poco a poco y suavemente los pétalos que tenía ante sí, pasaba la lengua hacia arriba y hacia abajo lentamente erizando la piel de Fabi mientras ella comenzaba a gemir dulcemente, en un canto que rendía culto a Eros igual que en la antigüedad. Iván encontró el clítoris de ella y lo tocaba con la punta de su lengua presionándolo con la fuerza justa para extraerle más gemidos de placer, aumentando la velocidad de su movimiento, también aumentaban los gemidos de Fabi, que sentía cómo entraba en un torbellino que le encantó cómo se  sentía, entonces Iván hizo algo que la sorprendió, le introdujo un dedo en la vagina y al mismo tiempo que chupaba su clítoris le estimulaba el interior con su dedo, ella sentía que no resistiría más, se encontraba muy cerca del clímax, sólo esperaba que no se terminara el tiempo, pero Alex estaba extasiado observando la escena mientras con la mano masturbaba su pequeño miembro, que estaba severamente erecto, aunque no era muy impresionante si era obvio que Alex estaba muy excitado y estaba alcanzando una erección como hacía años no tenía, Fabi comenzó a retorcerse y a gritar terminando en un estremecimiento que Iván le hizo durar durante varios segundos, pareciendo eterno su orgasmo, hasta que se relajó en un movimiento sensual dejando caer sus brazos y piernas antes tensos  sobre el sillón donde estaba sentada.




Ahora era turno de Alex decidir el castigo que le tocaba cumplir a Iván... Alex le dijo que su castigo era tener que llevar a Fabi a la habitación y ahí fornicarla hasta que ella tuviera otro orgasmo.
Fabi estaba como flotando, pero se alegró al escuchar eso, Iván la tomó en brazos y la cargó hasta la cama de la habitación principal, suavemente la depositó sobre el colchón y sin esperar instrucciones comenzó a besarla mientras acariciaba ya sin restricciones todo su cuerpo, sus senos, su cintura, sus hermosas nalgas y frotaba con sus dedos nuevamente el sexo de Fabi sintiendo como volvía a humedecerse, no podía creer la capacidad amatoria de ella, le pareció perfecta para sus propias capacidades que estaba dispuesto a desarrollar al máximo. Continúo besando su cuello, sus pezones que se encontraban erectos de nuevo, los lamió durante unos momentos y siguió besando el cuerpo de Fabi, que se estremecía con cada contacto sobre su piel, besó y lamió los lados de su cadera, besó la parte interna de sus muslos y poco a poco se iba acercando al centro del placer de Fabi, sin apresurarse seguía ahora lamiendo la cara interna de esos muslos fabulosos, cuando se encontraba a unos centímetros de la vulva de Fabi, dejó de lamer y se levantó, acomodó la punta de su pene sobre los labios de su vagina, Fabi bajó su mano y abrió los labios con sus dedos para permitirle entrar, poco a poco sintió como la penetraba, ampliando las paredes de su vagina como jamás antes lo había hecho pene alguno, aceleró su respiración para permitir la relajación y que pudiera entrar sin que sintiera dolor, lo que sentía era un éxtasis absoluto, jamás se imaginó que podría sentirse tan llena, Iván estaba entrando a profundidades que jamás nadie había visitado, Fabi sintió que la punta del miembro tocaba la parte baja de su matriz, ¡no podía creerlo! sentía que las piernas se le acalambraban por recibir semejante instrumento, pero no quería que le sacara esa hermosa y enorme herramienta, al contrario, deseaba que se la metiera toda. Iván sintió que topó el fondo de la vagina de Fabi y comenzó un movimiento rítmico metiendo y sacando la mitad de su pene, con cada embate Fabi gemía profundamente, Iván se sentía muy apretado por Fabi y se deleitaba en cada movimiento, era la primera vez que tenía a su disposición a una hembra tan fabulosa y estaba dispuesto a gozarla y hacerla gozar hasta que no pudiera más y le suplicara que se detuviera. Lo que no sabía era que Fabi estaba más que dispuesta a dejarse coger en todas las posiciones y de las formas que a Iván se le ocurrieran, ella tampoco había sentido jamás algo parecido y creía estar soñando por lo que no deseaba que la despertaran.
Poco a poco la iba llevando al límite de sus sensaciones metiendo y sacando mientras la besaba como enajenado. Fabi se encontraba nuevamente cercana al clímax a pesar de haber tenido un orgasmo hacía poco tiempo. El coro de gemidos de ambos llenaba la estancia mientras Alex también estaba disfrutando como nunca, ya que era la primera vez que veía tan de cerca lo que le hacían a su esposa, mientras seguía masturbandose tremendamente excitado.
Iván se levantó y con sus fuertes brazos le dio la vuelta a Fabi alzando su trasero para tener un mejor ángulo de penetración, observó la vagina rosa y depilada y dándole un beso volvió a penetrarla causando que ella gritara al sentir el embate, fue un grito de sorpresa y placer que excitó tanto a Iván como a Alex. Ahora Iván la penetraba desde atrás mientras ella se retorcía sobre la cama, apoyando su pecho sobre el colchón y levantando su trasero sintiendo que la maravillosa pieza de su amante penetraba aún más profundamente, virtualmente golpeando sus entrañas. Sintió que no podía más y se vino, gritando como enajenada y pidiéndole a Iván que se lo hiciera más fuerte y más profundo. Iván también se vino en esa deliciosa conchita que tan apretada estaba, sintiendo el chorro de caliente esperma que depositaba como si en ello se le fuera la vida. Fabi seguía gritando de placer mientras sentía el líquido caliente que entraba por su entrepierna y ocupando el pequeño espacio que quedaba sin llenar comenzaba a escurrir por sus muslos.
Iván sacó su instrumento de Fabi observando que había quedado muy rojo debido a la enorme excitación que sentía cuando Fabi hizo algo que lo sorprendió, rápidamente lo tomó con su mano y comenzó a lamerlo limpiando todo el semen que aun escurría de él, terminando por chupar la roja cabezota que conservaba en la punta aún las últimas gotas de ese licor del que había terminado la mayor parte en su sexo.
Alex estaba a punto de eyacular también, por lo que el movimiento de su mano se hacía frenético, Fabi viendo esto cambió la verga de Iván por la de Alex, permitiéndole venirse en su boca. Salió una explosión de líquido blanco que llenó su cavidad hasta desbordarse sobre sus labios, que ella comenzó a lamerse mostrándole a los dos machos cuánto le gustaba saborear su semen.




Aunque Fabi había alcanzado el clímax en dos ocasiones, para Iván apenas comenzaba el juego, sin dejarla descansar la tomó de la cintura y acostándose sobre su espalda la colocó sobre él, ensartándola nuevamente, Fabi sorprendida le preguntó que cuántas veces era capaz de hacerlo sin descansar, Iván le dijo que podía hacerlo hasta seis veces seguidas, ella sorprendida le dijo que: ¡por favor no la obligara a hacer eso o la mataría! Iván le decía mientras comenzaba a moverse dentro y fuera de ella que no se preocupara ya que con la práctica podría acostumbrarse a recibirlo esas seis veces, y que no pensaba dejar de verla porque era una mujer maravillosa y que podía hacer feliz a cualquier hombre, si a Alex no le parecía mal él podría estar a diario en su casa hasta que ella pudiera acostumbrarse a su pene. Ambos estuvieron de acuerdo en que así fuera.
Alex dijo que cuando quisiera podía ir y si Fabi estaba de acuerdo le hiciera el amor todas las veces que pudiera, Fabi no podía creer que existiera un hombre así, por fin iba a ver satisfechos sus deseos.
Iván siguió bombeándola hasta que tuvo dos orgasmos más en esa noche, Alex se masturbó viendo cada una de esas cogidas magistrales, el trío estaba sorprendido por lo que habían encontrado y no estaban dispuestos a dejarlo en mucho tiempo.
Cuando Fabi no pudo más la dejaron tomando una ducha en su cuarto mientras Alex e Iván se vestían, al acompañarlo a la salida Alex le dijo a Iván que realmente le había parecido maravilloso que tuvieran una amistad así y le dió las gracias a nombre de él y de Fabi. Iván le dijo que al contrario, él era quien estaba agradecido y; dudando un poco, le dijo que deseaba preguntarle algo, Alex le contestó que no se preocupara ya que entre ellos debía haber plena confianza para que pudiera seguir disfrutando a su esposa. Iván le preguntó si era necesario que ambos estuvieran cuando él fuera a su casa o si había posibilidad de que pudiera verse a solas con Fabi, ya que el horario de ambos rara vez coincidía y le había prometido a Fabi que iría diario a cogérsela hasta que se acostumbrara. Alex le respondió que no había problema, que fuera cuando quisiera, que esa era su casa, a fin de cuentas Fabi le platicaba cada uno de sus encuentros ya que entre ellos no había ningún secreto y pues ya veía que él no podía satisfacerla, entonces se encargaba de que alguien lo hiciera.
Iván guardó silencio un momento y después una sonrisa iluminó su rostro, le dijo a Alex que quería hacerle un regalo para agradecerle por haberlo invitado. Le dijo que al otro día bajara en la mañana al laboratorio número uno que se encontraba en el sótano del edificio de la empresa y preguntara por la doctora Erika García, debería estar a las diez en punto de la mañana. A Alex le sorprendió, ya que el acceso al laboratorio uno estaba muy controlado y normalmente los vendedores no eran bien recibidos. Iván captó su extrañeza y le dijo que no debía preocuparse ya que él iba a arreglar todos los detalles para que pudiera pasar. Alex le preguntó acerca de qué era lo que iba a encontrar ahí, pero Iván le dijo que sería una sorpresa que la misma doctora le explicaría, que no se preocupara sino todo lo contrario.
Quedaron entonces que mientras Alex iba a encontrarse con la doctora, Iván iría a su casa a darle una buena sesión de fornicio a Fabi, ya que era necesario que pronto pudiera aguantar las seis veces que Iván quería hacerla suya.

Cuando Iván se fue Alex se quedó pensativo, ya que Iván era tan buen amante, ¿Fabi se cansaría de él o seguiría a su lado? Sólo el tiempo respondería a esa pregunta...

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Hola amigos: Ya estamos de regreso con nuestras aventuras, hemos tenido intensas actividades que les queremos contar, esperamos no volver...