Muchas gracias amigos por seguir nuestras aventuras, esperamos les gusten y les exciten tanto como a nosotros.
Todos los relatos son parte de la misma historia, por si les gustó pueden comenzar leyendo desde la número uno: El lado obscuro de mi deseo.
Esperamos esta también les guste, les excite y nos recomienden con sus amigos.
Alex y Fabi
Fabi había alcanzado los cuarenta y un años pero seguía siendo la mujer más deslumbrante de toda la comunidad del pequeño fraccionamiento donde vivían ahora. De padre veracruzano y madre hidalguense enloquecía a cualquier hombre que se cruzase en su camino, con su metro cincuenta de estatura, su cabello ahora rubio que clareaba aún más con la luz del sol y que caía sobre sus hombros en una melena que se alborotaba al viento, con aquellos ojos miel, felinos y tan exóticos, y aquellas cejas que dibujaban un arco fino y perfecto sobre los mismos en un rostro precioso, con una nariz hermosa y unos labios pequeños en forma de corazón, una cara de ensueño que siempre llevaba maquillada con mucha clase.
Era una fan del fitness y entrenaba su cuerpo diariamente durante dos horas, sólo abandonaba su entrenamiento los domingos, con aquel ritmo de actividad física era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y cálidos y con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera no podía ponerse el sol. El llevar una dieta equilibrada, y beber mucha agua le permitía tener la piel tersa y suave como la seda. Sus uñas siempre largas y arregladas. Un depilado brasileño en su pubis era todo su vello corporal. Pero las curvas que más hacían enloquecer a los hombres de cualquier edad que se cruzaban con ella eran sus magníficos senos que además de naturales eran grandes y turgentes, esféricos y erectos a pesar de ser enormes, destacaban tremendamente en su figura.
¿Qué hay más sexy que una mujer con todo su cuerpo bronceado firme y fibroso y unas enormes tetas y caderas? Aquellos pechos con sus puntiagudos pezones y sus areolas perfectas y redondas.
I
Ahora que Fabi y Alex habían descubierto que les resultaba necesaria la emoción de que ella continuara buscando amantes, les resultó muy fácil el llevarse bien de nuevo. Fabi siempre encontraba algún candidato dispuesto a probar su excelente cuerpo y sus habilidades sexuales, que cada día perfeccionaba más.
Para Alex resultaba muy placentero que ella le relatara sus encuentros mientras se masturbaba, para finalizar cogiéndosela por todos lados, Fabi ya se había acostumbrado a que Alex se lo hiciera primero por la vagina hasta venirse en tremendas convulsiones, luego se viniera en su boca y terminara viniéndose analmente, ya no le dolía e incluso lo disfrutaba. Se habían dado cuenta de que haciéndolo sólo tres veces tenían más energía y lo disfrutaban más que tratando de completar la media docena. Ambos sentían que estaban en la gloria de su sexualidad, y aprovechaban cada oportunidad que tenían para encontrar amables sujetos dispuestos a cogerse a Fabi.
Una noche en que habían ido a cenar, al hacer la caminata rumbo a su automóvil pasaron frente a un cine donde exhibían sólo películas pornográficas, a Fabi nunca le habían gustado, incluso a Alex no le llamaban mucho la atención, por lo que Fabi se sorprendió cuando él le propuso que entraran a ver la película. El cartel anunciaba a una pequeña chica que engullía la enorme verga de un negro aparentemente hasta el fondo de su garganta. Fabi se resistió un poco pero al mirar la expresión de Alex se dio cuenta de que no le interesaba realmente la película, por lo que accedió a entrar con él.
Dentro del cine se percibía un aire viciado, sólo había tres personas en la sala, en la fila del frente había dos muchachos, varones ambos que platicaban más de lo que miraban la película y casi al fondo había un tipo solitario que miraba la pantalla con atención, en la escena había tres hombres negros que realizaban un gang bang con una chica de aspecto adolescente, muy desvalida pero que con sonrisa pícara les invitaba a seguir metiéndole sus vergas por la boca, la vagina y el ano al mismo tiempo. Fabi miró eso y de momento sintió que se le aflojaban las piernas sólo de pensar en esa posibilidad que aún no había explorado.
Alex tomó la mano de Fabi y se encaminaron en la penumbrosa sala, hacía el fondo por donde estaba el tipo solitario, que cuando vió que se acercaban pareció sorprenderse un poco y mucho más cuando alcanzó a distinguir a la hermosa hembra que tomaba asiento a su lado.
Fabi aunque estaba sorprendida no protestó cuando Alex la dirigió hacia el lado del sorprendido espectador, ni cuando le indicó que se sentara a su lado, sabía que Alex tenía un plan y le intrigaba ver cómo lo llevaba a cabo. Se encontraban prácticamente solos en la sala y era obvio que estaban excitados, por su expresión, el hombre desconocido parecía creer que estaba soñando, y no quitaba la vista de Fabi, aparentemente lo que sucedía en la pantalla era menos interesante ahora. Era un tipo de mediana edad, de cabello rizado y anteojos, vestido con descuido y era obvio de que antes de que llegaran Fabi y Alex había estado masturbándose.
Alex le susurró a Fabi al oído que si hacía lo que él le indicara sería muy divertido. Fabí asintió, sintiendo que la excitación le hacía gotear la entrepierna.
Ese día Fabi había decidido ponerse un vestido bastante bonito aunque discreto para ir a cenar, aunque no había esperado encontrarse en una situación así, siempre vestía muy sexy. El vestido blanco por arriba de la mitad del muslo, entallado permitiendo apreciar su hermosa cintura y sus caderas que volvían locos a los hombres. Lo suficientemente escotado para que sus senos casi brincaran hacia afuera captando las miradas masculinas siempre que pasaba o entraba a un lugar. Llevaba un abrigo encima, zapatos de tacón y como siempre su ropa interior favorita, su tanga rosa.
Alex le pasó el brazo por encima de los hombros abrazándola un momento, le retiró la parte superior de su abrigo dejando ver sus hombros y su sorprendente escote al afortunado espectador que se encontraba a su lado, al cual casi se le salían los ojos de las órbitas. Alex entonces besó a Fabi, introduciendo su lengua con maestría y sensualidad en la boca de ella mientras con su mano palpaba sus enormes pechos ante la vista maravillada del tipo. Con pericia Alex extrajo un seno de dentro del escote de Fabi mientras seguía besándola, eso casi le causa un colapso al pobre hombre que miraba el seno fijamente sin parpadear, como si esperara que desapareciera si lo perdía de vista. Alex dejando el seno de Fabi a la vista bajó su mano y empezó a subir su vestido por sobre sus caderas, dejando ver la diminuta tanga rosa ante el afortunado tipo que ahora acariciaba su entrepierna por sobre su pantalón. Alex le susurró algo a Fabi al oído y ella sonriendo deslizó su mano hacia el individuo que se encontraba a un lado, acarició su pierna que se contrajo ante el contacto, para luego relajarse mientras ella exploraba el camino hacia arriba, al tocarse sus manos ella delicadamente la condujo hacia su pecho, permitiéndole que acariciara con libertad su seno desnudo, el hombre se entretuvo acariciando con sus dedos el rígido pezón mientras parecía que aún no creía su suerte.
Alex seguía besándola, y comenzó a acariciar con sus dedos por debajo de su tanga, introduciéndole un dedo y frotando para lograr que ella se excitara más y más; mientras ella volvía a deslizar su mano hacia la entrepierna del tipo hasta encontrar el mástil que pugnaba por salir de su pantalón, delicadamente deslizó el cierre y extrajo el duro pene del hombre cerrando su mano alrededor y apretando de manera atormentadora al tipo que gemía al contacto de Fabi mientras seguía acariciando el seno que Alex había liberado. Poco a poco el movimiento de Alex se volvía más rápido acercando a Fabi al clímax, eso hacía que Fabi aumentara inconscientemente la velocidad del movimiento de su mano, hasta que en una explosión de placer ambos se vinieron, Fabi gracias a Alex y el tipo sobre la mano de Fabi que quedó llena del semen del hombre afortunado, que nunca se imaginó lo que viviría en esa función. Luego Fabi lamió el semen de su mano mientras él la miraba con incredulidad.
Alex y Fabi salieron del cine dejando al individuo con una gran sonrisa y sus pantalones manchados.
II
Al otro día tenían una cita para que el médico hiciera una revisión de seguimiento a Alex, ya que durante su juventud se había lesionado practicando futbol americano. Siempre acudían juntos a las citas, ya que al finalizar estas les gustaba irse a hacer dia de campo o a un museo, al ser esas visitas en la ciudad capital a Alex le estresaba un poco el tráfico, por lo que prefería dejar el automóvil en casa y viajar en transporte público para no presionarse. De todas formas no tardaban mucho viajando.
Al salir de la revisión médica decidieron pasar la tarde en un museo de arte para terminar comiendo hamburguesas en un pequeño local. Fue una tarde perfecta, por lo que tenían mucho ánimo al regresar en el tren que los acercaba a su pequeña localidad.
Debido a la inminente lluvia el tren se había llenado a tope, debían ir de pie tomados de los tubos de sostén en medio de un mar de gente que caldeaba bastante el ambiente dentro del vagón.
De repente todo se oscureció, aparentemente la energía del vagón se perdió debido a la tormenta que azotaba la ciudad, el tren se detuvo varios metros encima de la ciudad, la obscuridad se cernió sobre ellos, que ligeramente asustados se abrazaron, esperando al igual que los demás a que retornara la energía.
Ya llevaban un rato detenidos por lo que varios pasajeros expresaron su irritación por la interrupción del servicio, pero la tormenta se encontraba en pleno y no parecía ceder.
De repente Fabi abrió mucho los ojos y le susurró a Alex que alguien le estaba tocando el trasero, a pesar de la obscuridad Alex alcanzó a notar que el rostro de Fabi se ruborizaba con ese toque especial que le venía cuando se sentía excitada. Alex le preguntó si le molestaba el contacto, pero Fabi le dijo que desde que subieron el tipo a su espalda le había acercado su entrepierna y la apretujaba contra sus nalgas en cada movimiento del tren en el clásico “arrimón”, Fabi estaba acostumbrada a dejar que le hicieran eso cada vez que viajaba en tren, normalmente nunca pasaban a más los tipos que lo hacían, simplemente los dejaba hasta que llegaba la hora de bajarse dejándolos con el problema de ocultar su erección. Pero el tipo que ahora se encontraba detrás de ella quizás por el hecho de que el tren estaba a obscuras y no se movía, decidió ir más allá y comenzó a acariciar sus nalgas con sus manos en un movimiento circular, terminando por apretarlas y presionar con su dedo en la hendidura que las separaba. Haciendo que a Fabi se le doblaran las piernas por la emoción, pero sin saber que hacer, ya que podía resultar peligroso provocar a un tipo totalmente desconocido en esas circunstancias. Sin embargo Alex le dijo que no se preocupara y que le dejara a ver hasta donde llegaba.
Fabi no parecía muy convencida pero se dejó hacer, Alex seguía abrazándola y miró sobre su hombro hasta encontrar la mirada del tipo, era un joven veinteañero que se asustó al notar la mirada de Alex, pero éste le sonrió y asintiendo le dio a entender que podía continuar con lo que estaba haciendo. El joven pareció dudar un poco pero luego continuó con ímpetu sus caricias. Fabi llevaba puestos unos pantalones elásticos que permitían apreciar su increíble anatomía, además con los zapatos altos destacaban sus hermosas nalguitas que parecían gritar para ser tocadas. El afortunado joven avanzó deslizando sus dedos por el lado interno de los pantalones de Fabi y fue bajándolos poco a poco. Fabi se retorció un poco al sentirlo pero le permitió continuar, sus pantalones bajaron hasta la mitad de sus muslos dejando sus preciosas y firmes nalgas al descubierto en la obscuridad que cada vez era más profunda. Fabi sentía las manos del chico danzar en su trasero, meterse entre sus nalgas y luego subir hasta acariciar su pecho por debajo de su blusa, elevando su sostén hasta liberar las enormes masas que a tantos hombres habían hecho felices, las estrujó entre sus dedos pegando su entrepierna al trasero semidesnudo de Fabi, que sentía ya la erección del muchacho a la que respondió apretando sus nalgas sobre el pene que se encontraba bajo el pantalón, ella sentía como el muchacho prácticamente se convulsionaba ante ese contacto, parecía no poder contenerse más y bajó una mano para liberar su verga del pantalón, y la encajó entre las enormes nalgas de Fabi dejando un rastro húmedo por donde la tocaba, ahora la que se retorcía era Fabi ya que la verga del joven entraba hasta tocar la hinchada vulva de la hembra en celo en la que se había convertido. El joven deslizó hacia abajo ahora la tanga de Fabi dejándola realmente a su merced, pudiendo ya hacerle lo que él quisiera, Fabi tenía los ojos cerrados mientras el joven buscaba con su pene la entrada al mar de deseo que Fabi necesitaba satisfacer, moviéndolo entre sus piernas cerradas la mojaba en una mezcla de los jugos vaginales de ella y los que de él emanaban. De repente Alex inclinó ligeramente a Fabi hacia adelante, lo que permitió el acceso de la herramienta del joven que la penetró por la vagina provocando un gemido de Fabi lo cual hizo que varios pasajeros que se encontraban junto a ellos manifestaran interés, probablemente pensaron que se sentía mal, pero al no volver a emitir sonido cada quien volvió a sus pensamientos y conversaciones.
El chico seguía moviendo su verga dentro de Fabi bastante hábilmente, con cada embestida Fabi sentía ganas de gritar pero se aguantaba para no llamar la atención, aunque el movimiento de vaivén que realizaba parecía haber llamado la atención del pasajero que se encontraba del lado contrario al que estaba Alex, que parecía observarla con curiosidad. El chico tomó un ritmo más acelerado y Fabi no pudo reprimir otro gemido, abrió los ojos y miró fijamente al otro pasajero que era un hombre de mediana edad y de apariencia distinguida, el cual no pareció sorprenderse y le sonrió, Fabi intentó devolver la sonrisa pero en ese momento sus ojos se cerraron por sí solos y un nuevo gemidito salió de sus labios. Abrió los ojos al notar un contacto en su mano, el hombre había tomado su mano y la llevó a acariciar su miembro que ya había liberado de sus pantalones, el cual era bastante grande, no tanto como el de Alex pero se le acercaba y le hizo acariciarlo de arriba a abajo en toda su longitud mientras el chico de atrás la seguía cogiendo y Alex observaba.
El joven ya hacía un movimiento frenético y de repente se detuvo, en una explosión de placer que aparentemente sólo notaron Alex, Fabi y el hombre que ahora era acariciado por Fabi en sus testículos.
El chico extrajo su ahora flácida verga del interior de Fabi que pudo enderezarse y descansar un poco de esa posición que le resultó algo incómoda. El individuo de al lado estaba acariciando a Fabi por el frente, encontrando su clítoris y masajeándolo suavemente provocando otro gemido de Fabi. Así continuó durante varios minutos hasta que la puso muy cachonda, super excitada y provocó que se viniera gracias al movimiento de su mano. Tuvieron que quedarse quietos durante unos momentos porque el orgasmo de ella había ocasionado que hiciera diversos sonidos que en definitiva si llamaron la atención, ya había gente en el vagón que parecía saber que algo estaba ocurriendo.
Fabi decidió que el buen hombre merecía algo más y girando hacía Alex le ofreció sus nalgas, con su mano guió la vergota del tipo hacia su ano, el que ya estaba más que acostumbrado a lo que Alex le hacía. Como ese orificio sólo había sido utilizado por Alex, Fabi pareció pedirle permiso con la mirada para que el otro hombre pudiera también entrar por ahí. Alex estaba encantado con la idea y le besó los labios mientras le susurraba al oído que la amaba. El miembro del tipo estaba ahora a la entrada del culito de Fabi y ansiosamente lo fue acercando para primero meterle la gruesa cabezota, una vez que había entrado, lo demás fue fácil. El hombre estaba penetrando a Fabi por su orificio trasero y así ella no tenía que agacharse, al mismo tiempo acariciaba sus enormes senos con sus manos ávidas de sentir toda esa carne, mientras Alex seguí besándola y ella lo masturbaba con sus manos. Así siguieron hasta que tanto Alex como el hombre detrás de Fabi se venían en grandes explosiones que llenaron a Fabi de caliente leche en su trasero y su entrepierna, escurriendo suavemente.
Fabi se levantó la tanga, los elásticos y se acomodó el sostén justo a tiempo ya que pocos segundos después la energía se restableció y el tren continuó su marcha. Al bajar del tren, Fabi les mandó besos tanto al hombre como al muchacho que la habían por ese momento hecho feliz. Alex se despidió de ellos con la mano y una sonrisa.
III
A partir de que Alex fue ascendido, el nivel económico de la pareja se había mantenido elevado permitiéndoles algunos lujos, habían adquirido un nuevo auto y ahora iban a tomar unas merecidas vacaciones.
Se decidieron por un destino de playa bastante costoso pero sin igual en lujo y detalles. Tenían tres días para gozar de una maravillosa experiencia en un lugar paradisiaco.
El viaje en avión no presentó ningún problema, arribaron al hotel y les mostraron la habitación con vista al mar que iba más allá de todos sus sueños. Tenía una piscina interior y acceso a la playa privada a unos cuantos pasos, frigobar con lo que quisieran tomar, cama tamaño king size y toda la ambientación de la habitación con flores rojas y blancas. Alex pensó que su trabajo había valido la pena.
Al quedarse solos inmediatamente se desnudaron y se metieron a la tina de hidromasaje. Mientras las burbujas los relajaban ambos se sentían en la cúspide de la felicidad.
Al terminar su baño llevaron a cabo su rutina de actividad sexual, comenzando con Alex haciéndole el sexo oral a Fabi, chupando su clítoris y lamiéndolo con la punta de su lengua, enloqueciéndola haciendo que gritara de placer. Cuando estaba ya húmeda la penetró con soltura, cogiéndosela despacio, incrementando poco a poco su ritmo, hasta sentirla vibrar en sus brazos. La volteó boca abajo y le levantó el trasero para ahora penetrarla por detrás, tocando en cada embestida el fondo de su vagina, presionando sus entrañas y llevándola al borde entre la locura y el placer absoluto. Después él se tendió sobre la cama para que ella lo montara hasta que se vino en una gran convulsión que la dejó sin fuerzas.
Como ya era costumbre entre ellos ahora fue el turno de Fabi para satisfacer a Alex que aún no se había venido, Fabi comenzó a chupar su enorme verga como sólo ella era capaz de hacerlo, succionando con su boca la cabeza y luego introduciéndose la mayor cantidad de verga en la boca, alternando ese movimiento siempre conseguía poner a Alex en un estado de extrema excitación, tan duro como una varilla de hierro. Entonces Fabi se volvió a poner en posición boca abajo con su precioso y firme trasero hacia arriba, moviéndolo con provocación felina para incitar a Alex a penetrarla por ahí. Alex tomó un tubo de gel lubricante y cubrió con un poco de gel su ano comenzando por mover sus dedos alrededor, hasta sentir que éste se dilataba y permitía que pudieran entrar tres de sus dedos. Tenía que hacer esto debido al enorme tamaño de su instrumento, ya que el culito de Fabi seguí siendo demasiado chiquito como para meterle tan grande lanzón sin prepararlo. cuando ya se encontraba listo colocó su cabezota entre las nalgas de Fabi y empujó poco a poco para poder cogérsela por el chiquito, sintiendo como iba penetrando, conforme lo hacía su verga iba siendo cubierta y apretada poco a poco por el culito hasta hacía poco tiempo, aún virgen de Fabi la cual ya no sentía dolor, sino al contrario, le excitaba sobremanera el recibir a Alex por ese agujerito. Alex la penetró hasta el último centímetro de su vergota, sintiéndose en el paraíso, cuando sus huevos tocaron el cuerpo de Fabi comenzó a hacer su movimiento de mete y saca, notando cómo Fabi apretaba su verga de una manera tremendamente excitante, contrayendo su culito una y otra vez, como queriendo ordeñarlo hasta vaciarlo completamente. Esa contracción la continúo Fabi incluso después de que Alex se viniera, vaciándose en el culo de Fabi en varios espasmos acompañados de un grito cada uno. Fabi lo retuvo hasta que sintió que no le quedaba más semen por expulsar, se zafó y dando la vuelta le limpió el pene con su lengua hasta desaparecer cualquier rastro de su semen.
Ambos durmieron abrazados esperando el maravilloso siguiente día.
Al otro día repitieron la faena antes del desayuno y después de la comida, quedándoles algunas energías decidieron que irían a cenar y luego regresarían a su habitación para seguir saciándose uno con el otro.
Mientras cenaban ambos vieron que llegaba un mensajero a una mesa situada cerca de ellos, llevaba un gran ramo de rosas para una chica muy bonita que se encontraba cenando, el mensajero le entregaba la tarjeta mientras ella sonreía. Una vez entregado el ramo el mensajero se retiró dejando muy feliz a la muchacha.
Alex, siempre muy observador notó la manera en que Fabi miró al mensajero, un joven bastante atractivo, de cuerpo atlético, barba de candado muy bien cuidada y bastante simpático por lo que dejó ver al entregar el ramo. Aunque no le dijo nada a Fabi, decidió hacer algo al respecto.
Cuando subieron a su habitación Alex le dijo a Fabi que se fuera acostando ya que él había olvidado algo pero no tardaba. Le pidió que lo esperara con el antifaz puesto para hacerlo más interesante, ese antifaz no permitía que ella viera absolutamente nada, lo cual resultaba sumamente sexy, Alex sabía que a Fabi le gustaba esperarlo desnuda sobre la cama y además esposada. Fabi estuvo de acuerdo y se quedó en la habitación preparándose. Alex al salir dejó la puerta abierta y advirtió a Fabi que no la cerrara ya que no llevaba la llave, Fabi le dijo que no se preocupara, pero que no tardara porque ya estaba ansiosa.
Alex bajó rápidamente y preguntó en la recepción por el mensajero de la barba, le dijo al encargado que lo había visto entregar un ramo de flores y le gustaría saber si podría entregar otro para su esposa. El encargado le dijo que enseguida lo llamaría, que no tardaría más de cinco minutos. A Alex le pareció excelente y esperó en la recepción. Cuando el mensajero apareció Alex le dijo que por favor necesitaba que entregara un ramo de rosas similar al que había llevado hacía un rato en el restaurante, que lo llevara a su habitación pero debía dejarlo dentro, para que su esposa se sorprendiera al encontrarlo, le indicó que la puerta estaría abierta y que debía dejarlo junto a la cama en la mesita de noche junto a la ventana. El mensajero partió presto a traer el ramo y Alex se sentó en la recepción a esperar el desenlace de esta nueva aventura.
Cuando el mensajero llegó a la habitación efectivamente la puerta estaba sin llave, entró a la habitación que estaba en penumbra y se dirigió a la cama para encontrar con sorpresa que había una mujer desnuda ahí, además era una soberbia y real hembra la que ahí estaba, estaba sujeta con unas esposas con encaje a la cabecera de la cama y tenía puesto un antifaz, por lo que no podía ver que se trataba del mensajero. Cuando ella escuchó los pasos de él le dijo que porqué había tardado tanto, que estaba ansiosa por sentirlo dentro ella, que se apresurara a metérselo porque ya estaba muy caliente y cachonda. El pobre tipo no sabía qué hacer, obviamente lo correcto era dejar el ramo y salir de ahí, pero lo detuvo el hecho de que la escena parecía preparada por el esposo de esa hermosísima hembra, buena como ella sola y que parecía dispuesta al acto sexual. Si al marido parecía no preocuparle el ser cornudo, quizás hasta lo deseara, entonces por qué él debería perderse la oportunidad de cogerse a esta muy, muy deseable y cachonda mujer. Los senos de esa mujer eran los más grandes y hermosos que él hubiera visto en persona, sus caderas eran anchas como las de una yegua, su vulva depilada y sus hermosas piernas le hacían estar seguro que cabalgarla sería muy placentero.
Se decidió a acercarse ya que ella le urgía a hacerlo, insistiendo en lo caliente que se encontraba, él se acercó sin pronunciar palabra, ya que pensó que cuando ella descubriera que no era su marido probablemente gritaría y hasta ahí habría llegado su aventura. Como llevaba el ramo en las manos, lo colocó sobre el florero de la mesita de noche y tomando una sola de las rosas la acercó a la nariz de Fabi que al sentir el aroma contrajo todos sus músculos y pareció excitarse aún más, para luego iniciar con una lenta caricia con la rosa por todo el cuerpo de Fabi, los hermosos y obscuros pezones, por su cuello, bajando por su vientre hasta su ombligo y deslizando la rosa por el surco que llevaba hasta la vulva de Fabi, pasando atormentadoramente por su sexo mientras ella se retorcía de excitación. Le suplicó que por favor ya la tomara, que se encontraba lista para él. Raudo, el mensajero se apresuró a desvestirse mientras ella abría las piernas mostrándole la preciosa flor de su sexo, abierta y esperando su verga. El mensajero se acomodó entre esas hermosas piernas y apuntó con su verga hacía el sexo de Fabi, la cual al sentirlo se confundió un poco pero conforme él iba tomando ritmo la excitación de ella volvió a aumentar, aunque no podía utilizar sus manos ya que estaban esposadas a la cabecera, lo retenía con maestría apretando las piernas alrededor de su cintura presionando hacia ella para incrustarse más y más de esa verga que aunque no era muy grande parecía saber cómo moverse para volverla loca. El mensajero seguía después de varios minutos encajando su ariete mientras Fabi resoplaba por el esfuerzo, ambos continuaron hasta que llegaron al límite de su resistencia y ambos se vinieron en simultáneas contracciones que los vaciaron de fuerzas a ambos.
El mensajero seguía con su verga dentro de Fabi ya que ella era capaz de continuar contrayendo su vagina durante un buen rato después del orgasmo, provocando una nueva erección en el afortunado hombre que estuviera ahí dentro para disfrutarlo, y él no parecía tener prisa por sacársela, de hecho ya comenzaba a ponérsele dura nuevamente.
Fabi le preguntó que cómo había sabido que las rosas la habían excitado, lo único que le hubiera encantado más es que hubiera conseguido que el guapo mensajero de la barba de candado fuera el que se la estuviera cogiendo. El tipo se sorprendió por eso y comprendió el porqué el marido de ella lo había preparado todo. Sabiéndose dueño de la situación le susurró al oído haciendo su voz indistinguible que sólo se imaginara que era el mensajero quien se lo estaba haciendo, le susurró que si eso la excitaba él haría lo que ella pidiera.
Fabi se volvió a retorcer de excitación y le dijo que le permitiera darse la vuelta, él le aflojó una esposa para eso y al hacerlo el mensajero contempló extasiado el más bello culo que ha existido en esta época, ella le dijo que quería que le lamiera el ano, ya que era algo que siempre había tenido curiosidad pero nunca se había animado a pedirle. Y que si lo hacía bien le permitiría meterle toda la verga por ahí hasta que volviera a venirse. El mensajero acercó sus labios al grandioso trasero que se le ofrecía y comenzó propinando un beso en el arrugado orificio, luego dio besos alrededor cubriendo toda la zona entre las nalgas de Fabi, ella comenzó a dar los gemiditos que denotaban su gran excitación. El mensajero entonces tocó el anito con la punta de su lengua provocando que Fabi brincara, comenzó a lamerlo suavemente, mojándolo con bastante saliva para lubricarlo, poco a poco iba dejándolo muy mojado. Cuando introdujo la punta de su lengua, Fabi volvió a gritar diciéndole que le gustaba mucho eso, lo que Fabi dijo motivó aún más al tipo para tratar de meter lo más profundo posible su lengua por el pequeño ojete de Fabi, al mismo tiempo dejaba una gran rastro de saliva para poder meter su verga después. Fabi meneaba su trasero de un lado a otro y de adelante hacia atrás intentando meterse lo más posible de esa lengua. De repente Fabi le dijo que ya estaba lista, que se lo metiera por ahí por favor, el mensajero se acomodó para penetrar ese culito soberbio, colocó la cabeza de su verga en el agujerito de Fabi y lo fue introduciendo despacio, a cada centímetro Fabi iba aullando por la excitación y cuando tenía toda la verga adentro le pidió que con la mano masajeara su clítoris al mismo tiempo que se lo metía. El mensajero eso hizo, fue moviéndose hacia afuera y hacia adentro al mismo tiempo que masturbaba el clítoris de Fabi. Si la vagina de ella le había parecido sumamente apretada y estrujante, su ano era mil veces mejor, casi le dolía la forma en que lo apretaba, por lo que no tardó mucho en volver a venirse. Fabi también estaba a punto, la mano del mensajero era bastante hábil y le provocó un nuevo orgasmo al mismo tiempo que él le llenaba el culo de caliente leche. Así siguieron ambos pegados un rato hasta que por fin pareció terminar su venida, él cayó al lado de Fabi y ella se acostó laxamente pegando su cuerpo sudoroso al de él. El mensajero se dio cuenta de que en cualquier momento sería descubierto, pero cuando observó a Fabi notó que se había quedado dormida, por lo que tomó su ropa, se vistió y salió de la habitación después de haber echado el mejor palo de toda la historia.
Cuando Alex subió, encontró a su mujer desnuda en la cama, llena de semen y aparentemente dormida. Se acercó a ella y le preguntó si le había gustado su regalo. Ella quitándose el antifaz le dijo que había sido maravilloso, que había adivinado exactamente lo que quería esa noche y que estaba dispuesta a premiarlo por eso.
Fabi desabrochó el pantalón de Alex y comenzó a chupar su enorme verga, sobre todo la cabeza que exprimía con su boca en un movimiento que sabía volvía loco a Alex, cuando él se vino dentro de su boca ella no permitió que ni una sola gota de su semen escurriera, bebiéndoselo completamente y succionando aún durante todo el tiempo que Alex tardó en venirse.
Ambos son los seres más felices sobre la tierra, ¿así seguirán?