lunes, 27 de febrero de 2017

7.- Los chicos de la pizza

Hola amigos, gracias por seguir nuestras aventuras. En realidad nos excitamos mucho al relatarles las cosas que hacemos. Quisiéramos invitarlos a todos a participar.
No dejen de leernos todos los lunes.
Alex y Fabi





Fabi llevaba una coleta simple y apenas algo de maquillaje. Aún así era todo un espectáculo digno de verse.
A pesar de haber superado los cuarenta no se le notaban los estragos del tiempo, ni en su rostro ni en su cuerpo. Era una fan del fitness y entrenaba su cuerpo diariamente durante dos horas, sólo abandonaba su entrenamiento los domingos, con aquel ritmo de actividad física era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera derrapaba el deseo.

El llevar una dieta equilibrada, y beber mucha agua le permitía tener la piel tersa y suave como la seda. Pero las curvas que más hacían enloquecer a los hombres de cualquier edad que se cruzaban con ella eran sus magníficos senos, que además de naturales eran grandes y turgentes, esféricos y erectos a pesar de ser enormes, destacando en su figura como dos volcanes en una cordillera.

Vestía una blusa blanca, sin sujetador, de tejido muy fino, sobre el que se adivinaban sus pezones. Además de una minifalda negra muy sexy y sus inseparables zapatillas de tacón alto.

Alex, el cual es un buen mozo de cuarenta y cuatro años; de cuerpo atlético, que mantiene corriendo ocho kilómetros diarios y con ejercicios de piso aprendidos de joven cuando practicó gimnasia olímpica.

Parecían una pareja normal pero no lo eran, compartían un secreto. Ella era una putiesposa y él era un cornudo. Ella tenía sexo con cualquier hombre que tuviera a disposición y a Alex le encantaba la idea y que ella le relatara con detalles todo lo que le hacían, la forma en que la penetraban, la cantidad de veces que se lo hacían y el tamaño de los instrumentos de sus amantes.

Aunque para algunas personas podrían parecer pervertidos en realidad ellos así eran felices.

Alex siempre procuraba estar al tanto de las necesidades de su esposa, y siempre le cumplía sus fantasías, por lo que hacía una semana entró a su habitación buscando un documento, y encontró que la computadora personal de Fabi se encontraba abierta, como entre ellos no había nigún secreto, no le llamó la atención fijarse en qué estaba viendo su esposa, sin embargo le llamó la atención el título  de un relato erótico muy interesante que ella leía, esto lo puso cachondo inmediatamente y decidió que le daría una sorpresa a Fabi.

Se encontraban sentados en un butacón blanco junto a la entrada de atrás de su casa. Platicaban de diversas cosas, habían pedido una pizza para comer ya que la tarde estaba demasiado bonita como para que Fabi estuviera metida en la cocina, cuando sonó el timbre de la puerta. Alex pareció un poco molesto de que interrumpieran su plática, ella sentada recargada sobre su hombro como un par de tortolitos. Fabi se puso de pie y le dijo que no se preocupara que ella recibiría la pizza para que él no se molestara, Alex al ver la blusa semitransparente que ella llevaba asintió con una sonrisa y le dijo que además de la vista le diera propina al pobre repartidor, ya que sería lamentable que además de con las ganas lo dejara sin propina. Ella le guiñó un ojo y le dijo que no se preocupara. Fabi iba pensando en la clase de “propina” que debería darle, dependería de cómo lo viera, podría ser que hoy fuera su día de suerte.

Al abrir la puerta Fabi se sorprendió de que en lugar de un solo repartidor hubiera tres en la puerta, el trío portaba uniforme y parecían de alrededor de veinticinco años por lo que no le pareció raro, pensó que a lo mejor eran amigos y habían decidido irse juntos. Recibió la pizza de uno de ellos, un joven rubio y de bigote, muy guapo por cierto, y lamentó que no fuera solo, si no podría haber aprovechado para darle otra “propina”, de hecho los tres eran muy guapos, los otros dos eran castaños, uno de ojos cafés y el otro de ojos color miel y los tres la miraban fijamente a los pechos enormes que se transparentaban a través de su blusa. Un poco alarmada le extendió la mano con el dinero y la propina al chico rubio, él extendió la mano para tomarlo y en ese momento la tomó por la muñeca fuertemente y la empujó para entrar en la casa, detrás de él entraron los otros dos. El joven rubio se colocó a su espalda y le cubrió la boca con la otra mano, mientras le torció el brazo hacia atrás sujetándola fuertemente.

Le susurró al oído que si gritaba se diera por muerta y le preguntó que si había alguien más en la casa, ella sólo asintió levemente mientras los otros dos se movían buscando en la casa, al fin se escucharon cristales rotos y ruido de pelea en la parte trasera hasta que vió que entre los dos traían a su esposo cargando por los hombros, amarrado de las manos y amordazado con cinta plateada, lo dejaron caer sobre el sillón individual de la estancia aparentemente desmayado.

El chico rubio les indicó a los otros dos que busquen en las demás habitaciones, no fuera a ser que aún hubiera más personas, Fabi negó con la cabeza pero los dos obedecieron al chico de bigote que parecía ser el líder. Mientras sus cómplices buscaban, el rubio le dijo a Fabi al oído, susurrándole muy cerca haciéndola sentir una descarga eléctrica, que le va a quitar la mano de la boca, pero que si gritaba sólo conseguiría que su marido sufriera las consecuencias, ella negó con la cabeza y se quedó quieta.

El chico rubio retiró la mano aún sujetando la de su espalda y ella inhaló varias veces buscando calmarse, luego le dijo que se llevaran lo que quisieran pero que no les hicieran daño. El rubio sonrió y le dijo que no estaban ahí para robar, que ellos llevaban mucho tiempo observándola ir y venir, ya que continuamente tienen que llevar entregas a esa calle, se les hace que es una mujer muy hermosa y tienen muchas ganas de verla desnuda y cogérsela ya que ninguno de ellos sabe lo que es hacer el amor con una madurita tan sabrosa y buenota como ella.

A Fabi casi se le desorbitaron los ojos, le suplicó que por favor no le hicieran nada, que les daría dinero, pero en ese momento regresaron los otros dos diciéndole al líder que la casa estaba completamente vacía.

El rubio dijo que entonces comenzarían de una vez, llevando las manos a los enormes senos de Fabi, estrujándolos como fruta madura, palpándolos en todo su tamaño mientras sus amigos observaban, Fabi estaba demasiado asustada para ofrecer resistencia, además de que sus instintos comenzaban a sublevarse haciéndola sentir placer en la forma en que era tocada, decidió que no podía abandonarse a esa sensación, ya que al parecer estos muchachos deseaban violarla, intentó zafarse de aquellas manos que la sujetaban como tenazas de acero, pero el rubio le dijo que si no cooperaba le harían daño, mucho daño a su marido inconsciente. Eso hizo que Fabi dejara de luchar y sólo los observara asustada.

El rubio bajó sus manos hasta las caderas de Fabi, palpando la redondez de esa curva por encima de su falda, él movió sus manos hacía las preciosas nalgas de Fabi, apretándolas sabrosamente mientras Fabi seguía de pie ya sin poderse mover por el temor.
Los otros dos se acercaron y comenzaron a tocarla simultáneamente en los pechos, las caderas y el de ojos miel metió su mano por debajo de su falda y tocó sus pantaletas por el frente, presionando suavemente la región de su clítoris provocando en ella un respingo involuntario y un gemido muy cercano al placer.

El rubio levantó la falda de Fabi por detrás descubriendo sus perfectamente trabajadas nalgas y permitiendo ver que llevaba una tanga rosa que resultaba muy sexy en su piel blanca. Fue acariciando toda la suave superficie hasta llegar a la línea que las separaba, dentro de la cual introdujo su dedo medio buscando el orificio posterior de Fabi, que se contrajo al contacto, atrapando el dedo con mucha fuerza, lo que ocasionó que el rubio dijera que al parecer se habían topado con una putita a la que le gustaba lo que le estaban haciendo.

Fabi se sintió muy sorprendida ya que nunca en toda su vida la habían llamado así, aunque en realidad todas las cosas que hacía podrían servir para catalogarla como tal, no esperaba que alguien utilizara ese nombre con ella, trató de protestar pero en eso el chico de los ojos miel la besó, la sujetó firmemente y le introdujo la lengua en la boca, encontrándose la suya y haciéndola sentir ahora si, una corriente placentera en toda su espina, mientras el otro chico introducía sus dedos bajo su pantaleta y exclamaba que efectivamente habían encontrado una super puta que además estaba muy buena, les mostró a los otros sus dedos mojados con el fluido de Fabi que corría por su excitación.
Fabi ahora se sentía avergonzada porque además de estarlo disfrutando seguían llamándola puta.

Entre los tres comenzaron a desnudarla hasta dejarla sólo con sus zapatillas y la tendieron sobre la alfombra del recibidor que era bastante mullida, Fabi ya no oponía ninguna resistencia, su cuerpo le pedía placer a pesar de la vergüenza que le causaba cómo la llamaban.
Estaba tendida boca arriba cuando el chico de ojos cafés acercó su boca al sexo de Fabi y comenzó a besarlo suavemente, en cada beso Fabi se retorció un poco, los otros dos comenzaron a desnudarse mostrando que tenían unos penes enormes, parecía increíble que ambos los tuvieran así de largos y gruesos, con marcadas venas y grandes cabezas, Fabi ahora gemía al contacto de la boca del chico, ya que comenzó a utilizar la lengua sobre el clítoris y los labios de Fabi.

El rubio acercó su pene ya casi completamente erecto a la boca de Fabi, la cual sólo se resistió un poco y luego comenzó a lamerlo de la punta a los cojones siendo ahora turno del rubio de gemir ante esa caricia, el chico de los ojos miel también acercó su pene endurecido para que Fabi lo chupara, por lo que ahora sostenía uno en cada mano y se turnaba para chuparlos hasta donde era capaz de engullirlos.
El de los ojos cafés interrumpió la sesión de sexo oral para desnudarse mostrando también un instrumento muy grande y respetable, Fabi no podía creer su suerte, ser obligada a tener sexo con esos tres hermosos ejemplares de hombre, que además eran atléticos y muy guapos.

El rubio le dijo a Fabi que ya era tiempo de cogérsela como la puta que era, ya que eso era lo que tanto deseaban, por lo que se colocó entre sus piernas, las separó con las manos y colocó la enorme cabeza de su verga sobre la entrada del coñito rosado de Fabi, empujando despacio en el primer intento, el cual entró muy fácilmente ya que Fabi estaba más húmeda de lo que había estado en su vida.

La hizo sentir en la gloria y disfrutar como nunca cuando comenzó a entrar y salir de ella, casi se sentía venir cuando él se detuvo, Fabi lo miró sorprendida pero ya le había dejado el lugar al chico de los ojos miel, que le introdujo inmediatamente su gordo y cabezón pene y continuó el movimiento que había interrumpido el rubio, para Fabi era una novedad, nunca había hecho el amor con varios hombres a la vez y le representó un nuevo mundo de excitación. Cuando estaba a punto de venirse nuevamente el chico se interrumpió y le cedió el lugar al tercero que también la penetró y continuó el movimiento, Fabi se sentía flotar y que ya no podía más, jamás había sentido algo como esto. Realmente ya estaba gritando por el placer y le pedía que por favor no se detuviera, pero ellos le tenían preparada otra sorpresa.

Cuando nuevamente estaba a punto de venirse, él volvió a salirse de ella,  Fabi les preguntó que por qué se detenían que por favor continuaran, el rubio le dijo que ella era su putita por el día de hoy y debía callarse y hacer lo que ellos le indicaran, Fabi asintió en silencio pero su mirada reflejaba la enorme excitación que sentía, incluso el que la llamaran puta comenzó a excitarla también ya que cada vez se sentía más identificada con el término.

El rubio se acostó al lado de Fabi con su enorme pene muy erecto y muy duro apuntando al techo y le dijo que ella debía montarse en él. Fabi rápidamente obedeció y al subirse a él tomó con su mano la verga grande y cabezona que tanto le gustaba y se la introdujo en la vagina sintiendo el grosor y cómo las paredes se dilataban haciéndola sentir una enorme excitación y sabiendo que ya no tardaría en venirse, el rubio comenzó a moverla suavemente de las caderas conteniendo el movimiento del cuerpo de ella que al parecer ya necesitaba ir mucho más rápido, de repente Fabi sintió que alguien se colocaba detrás de ella, era el chico de los ojos cafés que tocaba su culo con la mano y palpaba con sus dedos su ano, mojándolo con su saliva, Fabi se imaginó lo que iba a hacer y le dió un poco de miedo, ya que aunque la habían penetrado antes por ahí, nunca se lo habían hecho al mismo tiempo por los dos orificios. El chico colocó la punta de su vergota en el pequeño orificio posterior de Fabi y comenzó a empujar sincronizando los movimientos con los del chico rubio, Fabi sentía una opresión en sus partes pero la estaban haciendo estallar de placer, de haber sabido lo que se sentía desde hace mucho hubiera pedido dos vergas en su cuerpo. Cerró los ojos preparándose a disfrutar de la cogida que le estaban dando a dos vergas cuando sintió que trataban de meterla otra pero ahora en la boca, abrió los ojos sorprendida y se encontró de repente con tres vergotas introducidas al mismo tiempo en su cuerpo, por diferentes orificios y las tres le hacían disfrutar. El movimiento de los cuatro se volvió más frenético hasta que tuvieron un orgasmo simultáneo de manera sorprendente. Fabi sintió como le llenaban de semen por la vagina, la boca y el culo. Era maravilloso, fantástico y nunca lo hubiera creído.

Los chicos se levantaron de la alfombra dejándola ahí sin energías, llena de fluidos y completamente satisfecha, se limpiaron con pañuelos desechables que llevaban en los bolsillos y se salieron después de amenazarla si le contaba a alguien.
Fabi permaneció con los ojos cerrados un rato, disfrutando el momento y recordando cada detalle, en eso vio que Alex estaba a su lado quitándose los restos de la cinta con la que lo habían amarrado y le preguntó si se encontraba bien, ella asintió en silencio y con una sonrisa en sus labios le preguntó que cómo se había enterado.
Él también sonrió y le dijo que había visto un relato que ella estaba leyendo en su computadora portátil un día que la había dejado en su habitación encendida y él entró a buscar algo.

Fabi sonrió satisfecha sabiendo que aún le faltaba placer por esa noche, ya que Alex tenía una tienda de campaña en sus pantalones cortos. Él le dijo que ahora no tendría que contarle nada y que presenciar la manera en que se cogían a su esposa le había resultado muchísimo muy excitante. Ahora se lo demostraría.

lunes, 20 de febrero de 2017

6.- Sin miedo

Muchas gracias amigos por seguir nuestras aventuras, esperamos les gusten y les exciten tanto como a nosotros.
Todos los relatos son parte de la misma historia, por si les gustó pueden comenzar leyendo desde la número uno: El lado obscuro de mi deseo.
Esperamos esta también les guste, les excite y nos recomienden con sus amigos.
Alex y Fabi


Fabi había alcanzado los cuarenta y un años pero seguía siendo la mujer más deslumbrante de toda la comunidad del pequeño fraccionamiento donde vivían ahora. De padre veracruzano y madre hidalguense enloquecía a cualquier hombre que se cruzase en su camino, con su metro cincuenta de estatura, su cabello ahora rubio que clareaba aún más con la luz del sol y que caía sobre sus hombros en una melena que se alborotaba al viento, con aquellos ojos miel, felinos y tan exóticos,  y aquellas cejas que dibujaban un arco fino y perfecto sobre los mismos en un rostro precioso, con una nariz hermosa y unos labios pequeños en forma de corazón, una cara de ensueño que siempre llevaba maquillada con mucha clase.
Era una fan del fitness y entrenaba su cuerpo diariamente durante dos horas, sólo abandonaba su entrenamiento los domingos, con aquel ritmo de actividad física era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y cálidos y con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera no podía ponerse el sol. El llevar una dieta equilibrada, y beber mucha agua le permitía tener la piel tersa y suave como la seda. Sus uñas siempre largas y arregladas. Un depilado brasileño en su pubis era todo su vello corporal. Pero las curvas que más hacían enloquecer a los hombres de cualquier edad que se cruzaban con ella eran sus magníficos senos que además de naturales eran grandes y turgentes, esféricos y erectos a pesar de ser enormes, destacaban tremendamente en su figura.
¿Qué hay más sexy que una mujer con todo su cuerpo bronceado firme y fibroso y unas enormes tetas y caderas? Aquellos pechos con sus puntiagudos pezones y sus areolas perfectas y redondas.

I
Ahora que Fabi y Alex habían descubierto que les resultaba necesaria la emoción de que ella continuara buscando amantes, les resultó muy fácil el llevarse bien de nuevo. Fabi siempre encontraba algún candidato dispuesto a probar su excelente cuerpo y sus habilidades sexuales, que cada día perfeccionaba más.
Para Alex resultaba muy placentero que ella le relatara sus encuentros mientras se masturbaba, para finalizar cogiéndosela por todos lados, Fabi ya se había acostumbrado a que Alex se lo hiciera primero por la vagina hasta venirse en tremendas convulsiones, luego se viniera en su boca y terminara viniéndose analmente, ya no le dolía e incluso lo disfrutaba. Se habían dado cuenta de que haciéndolo sólo tres veces tenían más energía y lo disfrutaban más que tratando de completar la media docena. Ambos sentían que estaban en la gloria de su sexualidad, y aprovechaban cada oportunidad que tenían para encontrar amables sujetos dispuestos a cogerse a Fabi.
Una noche en que habían ido a cenar, al hacer la caminata rumbo a su automóvil pasaron frente a un cine donde exhibían sólo películas pornográficas, a Fabi nunca le habían gustado, incluso a Alex no le llamaban mucho la atención, por lo que Fabi se sorprendió cuando él le propuso que entraran a ver la película. El cartel anunciaba a una pequeña chica que engullía la enorme verga de un negro aparentemente hasta el fondo de su garganta. Fabi se resistió un poco pero al mirar la expresión de Alex se dio cuenta de que no le interesaba realmente la película, por lo que accedió a entrar con él.
Dentro del cine se percibía un aire viciado, sólo había tres personas en la sala, en la fila del frente había dos muchachos, varones ambos que platicaban más de lo que miraban la película y casi al fondo había un tipo solitario que miraba la pantalla con atención, en la escena había tres hombres negros que realizaban un gang bang con una chica de aspecto adolescente, muy desvalida pero que con sonrisa pícara les invitaba a seguir metiéndole sus vergas por la boca, la vagina y el ano al mismo tiempo. Fabi miró eso y de momento sintió que se le aflojaban las piernas sólo de pensar en esa posibilidad que aún no había explorado.
Alex tomó la mano de Fabi y se encaminaron en la penumbrosa sala, hacía el fondo por donde estaba el tipo solitario, que cuando vió que se acercaban pareció sorprenderse un poco y mucho más cuando alcanzó a distinguir a la hermosa hembra que tomaba asiento a su lado.
Fabi aunque estaba sorprendida no protestó cuando Alex la dirigió hacia el lado del sorprendido espectador, ni cuando le indicó que se sentara a su lado, sabía que Alex tenía un plan y le intrigaba ver cómo lo llevaba a cabo. Se encontraban prácticamente solos en la sala y era obvio que estaban excitados, por su expresión, el hombre desconocido parecía creer que estaba soñando, y no quitaba la vista de Fabi, aparentemente lo que sucedía en la pantalla era menos interesante ahora. Era un tipo de mediana edad, de cabello rizado y anteojos, vestido con descuido y era obvio de que antes de que llegaran Fabi y Alex había estado masturbándose.
Alex le susurró a Fabi al oído que si hacía lo que él le indicara sería muy divertido. Fabí asintió, sintiendo que la excitación le hacía gotear la entrepierna.
Ese día Fabi había decidido ponerse un vestido bastante bonito aunque discreto para ir a cenar, aunque no había esperado encontrarse en una situación así, siempre vestía muy sexy. El vestido blanco por arriba de la mitad del muslo, entallado permitiendo apreciar su hermosa cintura y sus caderas que volvían locos a los hombres. Lo suficientemente escotado para que sus senos casi brincaran hacia afuera captando las miradas masculinas siempre que pasaba o entraba a un lugar. Llevaba un abrigo encima, zapatos de tacón y como siempre su ropa interior favorita, su tanga rosa.
Alex le pasó el brazo por encima de los hombros abrazándola un momento, le retiró la parte superior de su abrigo dejando ver sus hombros y su sorprendente escote al afortunado espectador que se encontraba a su lado, al cual casi se le salían los ojos de las órbitas. Alex entonces besó a Fabi, introduciendo su lengua con maestría y sensualidad en la boca de ella mientras con su mano palpaba sus enormes pechos ante la vista maravillada del tipo. Con pericia Alex extrajo un seno de dentro del escote de Fabi mientras seguía besándola, eso casi le causa un colapso al pobre hombre que miraba el seno fijamente sin parpadear, como si esperara que desapareciera si lo perdía de vista. Alex dejando el seno de Fabi a la vista bajó su mano y empezó a subir su vestido por sobre sus caderas, dejando ver la diminuta tanga rosa ante el afortunado tipo que ahora acariciaba su entrepierna por sobre su pantalón. Alex le susurró algo a Fabi al oído y ella sonriendo deslizó su mano hacia el individuo que se encontraba a un lado, acarició su pierna que se contrajo ante el contacto, para luego relajarse mientras ella exploraba el camino hacia arriba, al tocarse sus manos ella delicadamente la condujo hacia su pecho, permitiéndole que acariciara con libertad su seno desnudo, el hombre se entretuvo acariciando con sus dedos el rígido pezón mientras parecía que aún no creía su suerte.
Alex seguía besándola, y comenzó a acariciar con sus dedos por debajo de su tanga, introduciéndole un dedo y frotando para lograr que ella se excitara más y más; mientras ella volvía a deslizar su mano hacia la entrepierna del tipo hasta encontrar el mástil que pugnaba por salir de su pantalón, delicadamente deslizó el cierre y extrajo el duro pene del hombre cerrando su mano alrededor y apretando de manera atormentadora al tipo que gemía al contacto de Fabi mientras seguía acariciando el seno que Alex había liberado. Poco a poco el movimiento de Alex se volvía más rápido acercando a Fabi al clímax, eso hacía que Fabi aumentara inconscientemente la velocidad del movimiento de su mano, hasta que en una explosión de placer ambos se vinieron, Fabi gracias a Alex y el tipo sobre la mano de Fabi que quedó llena del semen del hombre afortunado, que nunca se imaginó lo que viviría en esa función. Luego Fabi lamió el semen de su mano mientras él la miraba con incredulidad.
Alex y Fabi salieron del cine dejando al individuo con una gran sonrisa y sus pantalones manchados.

II
Al otro día tenían una cita para que el médico hiciera una revisión de seguimiento a Alex, ya que durante su juventud se había lesionado practicando futbol americano. Siempre acudían juntos a las citas, ya que al finalizar estas les gustaba irse a hacer dia de campo o a un museo, al ser esas visitas en la ciudad capital a Alex le estresaba un poco el tráfico, por lo que prefería dejar el automóvil en casa y viajar en transporte público para no presionarse. De todas formas no tardaban mucho viajando.
Al salir de la revisión médica decidieron pasar la tarde en un museo de arte para terminar comiendo hamburguesas en un pequeño local. Fue una tarde perfecta, por lo que tenían mucho ánimo al regresar en el tren que los acercaba a su pequeña localidad.
Debido a la inminente lluvia el tren se había llenado a tope, debían ir de pie tomados de los tubos de sostén en medio de un mar de gente que caldeaba bastante el ambiente dentro del vagón.
De repente todo se oscureció, aparentemente la energía del vagón se perdió debido a la tormenta que azotaba la ciudad, el tren se detuvo varios metros encima de la ciudad, la obscuridad se cernió sobre ellos, que ligeramente asustados se abrazaron, esperando al igual que los demás a que retornara la energía.
Ya llevaban un rato detenidos por lo que varios pasajeros expresaron su irritación por la interrupción del servicio, pero la tormenta se encontraba en pleno y no parecía ceder.
De repente Fabi abrió mucho los ojos y le susurró a Alex que alguien le estaba tocando el trasero, a pesar de la obscuridad Alex  alcanzó a notar que el rostro de Fabi se ruborizaba con ese toque especial que le venía cuando se sentía excitada. Alex le preguntó si le molestaba el contacto, pero Fabi le dijo que desde que subieron el tipo a su espalda le había acercado su entrepierna y la apretujaba contra sus nalgas en cada movimiento del tren en el clásico “arrimón”, Fabi estaba acostumbrada a dejar que le hicieran eso cada vez que viajaba en tren, normalmente nunca pasaban a más los tipos que lo hacían, simplemente los dejaba hasta que llegaba la hora de bajarse dejándolos con el problema de ocultar su erección. Pero el tipo que ahora se encontraba detrás de ella quizás por el hecho de que el tren estaba a obscuras y no se movía, decidió ir más allá y comenzó a acariciar sus nalgas con sus manos en un movimiento circular, terminando por apretarlas y presionar con su dedo en la hendidura que las separaba. Haciendo que a Fabi se le doblaran las piernas por la emoción, pero sin saber que hacer, ya que podía resultar peligroso provocar a un tipo totalmente desconocido en esas circunstancias. Sin embargo Alex le dijo que no se preocupara y que le dejara a ver hasta donde llegaba.
Fabi no parecía muy convencida pero se dejó hacer, Alex seguía abrazándola y miró sobre su hombro hasta encontrar la mirada del tipo, era un joven veinteañero que se asustó al notar la mirada de Alex, pero éste le sonrió y asintiendo le dio a entender que podía continuar con lo que estaba haciendo. El joven pareció dudar un poco pero luego continuó con ímpetu sus caricias. Fabi llevaba puestos unos pantalones elásticos que permitían apreciar su increíble anatomía, además con los zapatos altos destacaban sus hermosas nalguitas que parecían gritar para ser tocadas. El afortunado joven avanzó deslizando sus dedos por el lado interno de los pantalones de Fabi y fue bajándolos poco a poco. Fabi se retorció un poco al sentirlo pero le permitió continuar, sus pantalones bajaron hasta la mitad de sus muslos dejando sus preciosas y firmes nalgas al descubierto en la obscuridad que cada vez era más profunda. Fabi sentía las manos del chico danzar en su trasero, meterse entre sus nalgas y luego subir hasta acariciar su pecho por debajo de su blusa, elevando su sostén hasta liberar las enormes masas que a tantos hombres habían hecho felices, las estrujó entre sus dedos pegando su entrepierna al trasero semidesnudo de Fabi, que sentía ya la erección del muchacho a la que respondió apretando sus nalgas sobre el pene que se encontraba bajo el pantalón, ella sentía como el muchacho prácticamente se convulsionaba ante ese contacto, parecía no poder contenerse más y bajó una mano para liberar su verga del pantalón, y la encajó entre las enormes nalgas de Fabi dejando un rastro húmedo por donde la tocaba, ahora la que se retorcía era Fabi ya que la verga del joven entraba hasta tocar la hinchada vulva de la hembra en celo en la que se había convertido. El joven deslizó hacia abajo ahora la tanga de Fabi dejándola realmente a su merced, pudiendo ya hacerle lo que él quisiera, Fabi tenía los ojos cerrados mientras el joven buscaba con su pene la entrada al mar de deseo que Fabi necesitaba satisfacer, moviéndolo entre sus piernas cerradas la mojaba en una mezcla de los jugos vaginales de ella y los que de él emanaban. De repente Alex inclinó ligeramente a Fabi hacia adelante, lo que permitió el acceso de la herramienta del joven que la penetró por la vagina provocando un gemido de Fabi lo cual hizo que varios pasajeros que se encontraban junto a ellos manifestaran interés, probablemente pensaron que se sentía mal, pero al no volver a emitir sonido cada quien volvió a sus pensamientos y conversaciones.
El chico seguía moviendo su verga dentro de Fabi bastante hábilmente, con cada embestida Fabi sentía ganas de gritar pero se aguantaba para no llamar la atención, aunque el movimiento de vaivén que realizaba parecía haber llamado la atención del pasajero que se encontraba del lado contrario al que estaba Alex, que parecía observarla con curiosidad. El chico tomó un ritmo más acelerado y Fabi no pudo reprimir otro gemido, abrió los ojos y miró fijamente al otro pasajero que era un hombre de mediana edad y de apariencia distinguida, el cual no pareció sorprenderse y le sonrió, Fabi intentó devolver la sonrisa pero en ese momento sus ojos se cerraron por sí solos y un nuevo gemidito salió de sus labios. Abrió los ojos al notar un contacto en su mano, el hombre había tomado su mano y la llevó a acariciar su miembro que ya había liberado de sus pantalones, el cual era bastante grande, no tanto como el de Alex pero se le acercaba y le hizo acariciarlo de arriba a abajo en toda su longitud mientras el chico de atrás la seguía cogiendo y Alex observaba.
El joven ya hacía un movimiento frenético y de repente se detuvo, en una explosión de placer que aparentemente sólo notaron Alex, Fabi y el hombre que ahora era acariciado por Fabi en sus testículos.
El chico extrajo su ahora flácida verga del interior de Fabi que pudo enderezarse y descansar un poco de esa posición que le resultó algo incómoda. El individuo de al lado estaba acariciando a Fabi por el frente, encontrando su clítoris y masajeándolo suavemente provocando otro gemido de Fabi. Así continuó durante varios minutos hasta que la puso muy cachonda, super excitada y provocó que se viniera gracias al movimiento de su mano. Tuvieron que quedarse quietos durante unos momentos porque el orgasmo de ella había ocasionado que hiciera diversos sonidos que en definitiva si llamaron la atención, ya había gente en el vagón que parecía saber que algo estaba ocurriendo.
Fabi decidió que el buen hombre merecía algo más y girando hacía Alex le ofreció sus nalgas, con su mano guió la vergota del tipo hacia su ano, el que ya estaba más que acostumbrado a lo que Alex le hacía. Como ese orificio sólo había sido utilizado por Alex, Fabi pareció pedirle permiso con la mirada para que el otro hombre pudiera también entrar por ahí. Alex estaba encantado con la idea y le besó los labios mientras le susurraba al oído que la amaba. El miembro del tipo estaba ahora a la entrada del culito de Fabi y ansiosamente lo fue acercando para primero meterle la gruesa cabezota, una vez que había entrado, lo demás fue fácil. El hombre estaba penetrando a Fabi por su orificio trasero y así ella no tenía que agacharse, al mismo tiempo acariciaba sus enormes senos con sus manos ávidas de sentir toda esa carne, mientras Alex seguí besándola y ella lo masturbaba con sus manos. Así siguieron hasta que tanto Alex como el hombre detrás de Fabi se venían en grandes explosiones que llenaron a Fabi de caliente leche en su trasero y su entrepierna, escurriendo suavemente.
Fabi se levantó la tanga, los elásticos y se acomodó el sostén justo a tiempo ya que pocos segundos después la energía se restableció y el tren continuó su marcha. Al bajar del tren, Fabi les mandó besos tanto al hombre como al muchacho que la habían por ese momento hecho feliz. Alex se despidió de ellos con la mano y una sonrisa.


III
A partir de que Alex fue ascendido, el nivel económico de la pareja se había mantenido elevado permitiéndoles algunos lujos, habían adquirido un nuevo auto y ahora iban a tomar unas merecidas vacaciones.
Se decidieron por un destino de playa bastante costoso pero sin igual en lujo y detalles. Tenían tres días para gozar de una maravillosa experiencia en un lugar paradisiaco.
El viaje en avión no presentó ningún problema, arribaron al hotel y les mostraron la habitación con vista al mar que iba más allá de todos sus sueños. Tenía una piscina interior y acceso a la playa privada a unos cuantos pasos, frigobar con lo que quisieran tomar, cama tamaño king size y toda la ambientación de la habitación con flores rojas y blancas. Alex pensó que su trabajo había valido la pena.
Al quedarse solos inmediatamente se desnudaron y se metieron a la tina de hidromasaje. Mientras las burbujas los relajaban ambos se sentían en la cúspide de la felicidad.
Al terminar su baño llevaron a cabo su rutina de actividad sexual, comenzando con Alex haciéndole el sexo oral a Fabi, chupando su clítoris y lamiéndolo con la punta de su lengua, enloqueciéndola haciendo que gritara de placer. Cuando estaba ya húmeda la penetró con soltura, cogiéndosela despacio, incrementando poco a poco su ritmo, hasta sentirla vibrar en sus brazos. La volteó boca abajo y le levantó el trasero para ahora penetrarla por detrás, tocando en cada embestida el fondo de su vagina, presionando sus entrañas y llevándola al borde entre la locura y el placer absoluto. Después él se tendió sobre la cama para que ella lo montara hasta que se vino en una gran convulsión que la dejó sin fuerzas.
Como ya era costumbre entre ellos ahora fue el turno de Fabi para satisfacer a Alex que aún no se había venido, Fabi comenzó a chupar su enorme verga como sólo ella era capaz de hacerlo, succionando con su boca la cabeza y luego introduciéndose la mayor cantidad de verga en la boca, alternando ese movimiento siempre conseguía poner a Alex en un estado de extrema excitación, tan duro como una varilla de hierro. Entonces Fabi se volvió a poner en posición boca abajo con su precioso y firme trasero hacia arriba, moviéndolo con provocación felina para incitar a Alex a penetrarla por ahí. Alex tomó un tubo de gel lubricante y cubrió con un poco de gel su ano comenzando por mover sus dedos alrededor, hasta sentir que éste se dilataba y permitía que pudieran entrar tres de sus dedos. Tenía que hacer esto debido al enorme tamaño de su instrumento, ya que el culito de Fabi seguí siendo demasiado chiquito como para meterle tan grande lanzón sin prepararlo. cuando ya se encontraba listo colocó su cabezota entre las nalgas de Fabi y empujó poco a poco para poder cogérsela por el chiquito, sintiendo como iba penetrando, conforme lo hacía su verga iba siendo cubierta y apretada poco a poco por el culito hasta hacía poco tiempo, aún virgen de Fabi la cual ya no sentía dolor, sino al contrario, le excitaba sobremanera el recibir a Alex por ese agujerito. Alex la penetró hasta el último centímetro de su vergota, sintiéndose en el paraíso, cuando sus huevos tocaron el cuerpo de Fabi comenzó a hacer su movimiento de mete y saca, notando cómo Fabi apretaba su verga de una manera tremendamente excitante, contrayendo su culito una y otra vez, como queriendo ordeñarlo hasta vaciarlo completamente. Esa contracción la continúo Fabi incluso después de que Alex se viniera, vaciándose en el culo de Fabi en varios espasmos acompañados de un grito cada uno. Fabi lo retuvo hasta que sintió que no le quedaba más semen por expulsar, se zafó y dando la vuelta le limpió el pene con su lengua hasta desaparecer cualquier rastro de su semen.
Ambos durmieron abrazados esperando el maravilloso siguiente día.
Al otro día repitieron la faena antes del desayuno y después de la comida, quedándoles algunas energías decidieron que irían a cenar y luego regresarían a su habitación para seguir saciándose uno con el otro.
Mientras cenaban ambos vieron que llegaba un mensajero a una mesa situada cerca de ellos, llevaba un gran ramo de rosas para una chica muy bonita que se encontraba cenando, el mensajero le entregaba la tarjeta mientras ella sonreía. Una vez entregado el ramo el mensajero se retiró dejando muy feliz a la muchacha.
Alex, siempre muy observador notó la manera en que Fabi miró al mensajero, un joven bastante atractivo, de cuerpo atlético, barba de candado muy bien cuidada y bastante simpático por lo que dejó ver al entregar el ramo. Aunque no le dijo nada a Fabi, decidió hacer algo al respecto.
Cuando subieron a su habitación Alex le dijo a Fabi que se fuera acostando ya que él había olvidado algo pero no tardaba. Le pidió que lo esperara con el antifaz puesto para hacerlo más interesante, ese antifaz no permitía que ella viera absolutamente nada, lo cual resultaba sumamente sexy, Alex sabía que a Fabi le gustaba esperarlo desnuda sobre la cama y además esposada. Fabi estuvo de acuerdo y se quedó en la habitación preparándose. Alex al salir dejó la puerta abierta y advirtió a Fabi que no la cerrara ya que no llevaba la llave, Fabi le dijo que no se preocupara, pero que no tardara porque ya estaba ansiosa.
Alex bajó rápidamente y preguntó en la recepción por el mensajero de la barba, le dijo al encargado que lo había visto entregar un ramo de flores y le gustaría saber si podría entregar otro para su esposa. El encargado le dijo que enseguida lo llamaría, que no tardaría más de cinco minutos. A Alex le pareció excelente y esperó en la recepción. Cuando el mensajero apareció Alex le dijo que por favor necesitaba que entregara un ramo de rosas similar al que había llevado hacía un rato en el restaurante, que lo llevara a su habitación pero debía dejarlo dentro, para que su esposa se sorprendiera al encontrarlo, le indicó que la puerta estaría abierta y que debía dejarlo junto a la cama en la mesita de noche junto a la ventana. El mensajero partió presto a traer el ramo y Alex se sentó en la recepción a esperar el desenlace de esta nueva aventura.
Cuando el mensajero llegó a la habitación efectivamente la puerta estaba sin llave, entró a la habitación que estaba en penumbra y se dirigió a la cama para encontrar con sorpresa que había una mujer desnuda ahí, además era una soberbia y real hembra la que ahí estaba, estaba sujeta con unas esposas con encaje a la cabecera de la cama y tenía puesto un antifaz, por lo que no podía ver que se trataba del mensajero. Cuando ella escuchó los pasos de él le dijo que porqué había tardado tanto, que estaba ansiosa por sentirlo dentro ella, que se apresurara a metérselo porque ya estaba muy caliente y cachonda. El pobre tipo no sabía qué hacer, obviamente lo correcto era dejar el ramo y salir de ahí, pero lo detuvo el hecho de que la escena parecía preparada por el esposo de esa hermosísima hembra, buena como ella sola y que parecía dispuesta al acto sexual. Si al marido parecía no preocuparle el ser cornudo, quizás hasta lo deseara, entonces por qué él debería perderse la oportunidad de cogerse a esta muy, muy deseable y cachonda mujer. Los senos de esa mujer eran los más grandes y hermosos que él hubiera visto en persona, sus caderas eran anchas como las de una yegua, su vulva depilada y sus hermosas piernas le hacían estar seguro que cabalgarla sería muy placentero.
Se decidió a acercarse ya que ella le urgía a hacerlo, insistiendo en lo caliente que se encontraba, él se acercó sin pronunciar palabra, ya que pensó que cuando ella descubriera que no era su marido probablemente gritaría y hasta ahí habría llegado su aventura. Como llevaba el ramo en las manos, lo colocó sobre el florero de la mesita de noche y tomando una sola de las rosas la acercó a la nariz de Fabi que al sentir el aroma contrajo todos sus músculos y pareció excitarse aún más, para luego iniciar con una lenta caricia con la rosa por todo el cuerpo de Fabi, los hermosos y obscuros pezones, por su cuello, bajando por su vientre hasta su ombligo y deslizando la rosa por el surco que llevaba hasta la vulva de Fabi, pasando atormentadoramente por su sexo mientras ella se retorcía de excitación. Le suplicó que por favor ya la tomara, que se encontraba lista para él. Raudo, el mensajero se apresuró a desvestirse mientras ella abría las piernas mostrándole la preciosa flor de su sexo, abierta y esperando su verga. El mensajero se acomodó entre esas hermosas piernas y apuntó con su verga hacía el sexo de Fabi, la cual al sentirlo se confundió un poco pero conforme él iba tomando ritmo la excitación de ella volvió a aumentar, aunque no podía utilizar sus manos ya que estaban esposadas a la cabecera, lo retenía con maestría apretando las piernas alrededor de su cintura presionando hacia ella para incrustarse más y más de esa verga que aunque no era muy grande parecía saber cómo moverse para volverla loca. El mensajero seguía después de varios minutos encajando su ariete mientras Fabi resoplaba por el esfuerzo, ambos continuaron hasta que llegaron al límite de su resistencia y ambos se vinieron en simultáneas contracciones que los vaciaron de fuerzas a ambos.
El mensajero seguía con su verga dentro de Fabi ya que ella era capaz de continuar contrayendo su vagina durante un buen rato después del orgasmo, provocando una nueva erección en el afortunado hombre que estuviera ahí dentro para disfrutarlo, y él no parecía tener prisa por sacársela, de hecho ya comenzaba a ponérsele dura nuevamente.
Fabi le preguntó que cómo había sabido que las rosas la habían excitado, lo único que le hubiera encantado más es que hubiera conseguido que el guapo mensajero de la barba de candado fuera el que se la estuviera cogiendo. El tipo se sorprendió por eso y comprendió el porqué el marido de ella lo había preparado todo. Sabiéndose dueño de la situación le susurró al oído haciendo su voz indistinguible que sólo se imaginara que era el mensajero quien se lo estaba haciendo, le susurró que si eso la excitaba él haría lo que ella pidiera.
Fabi se volvió a retorcer de excitación y le dijo que le permitiera darse la vuelta, él le aflojó una esposa para eso y al hacerlo el mensajero contempló extasiado el más bello culo que ha existido en esta época, ella le dijo que quería que le lamiera el ano, ya que era algo que siempre había tenido curiosidad pero nunca se había animado a pedirle. Y que si lo hacía bien le permitiría meterle toda la verga por ahí hasta que volviera a venirse. El mensajero acercó sus labios al grandioso trasero que se le ofrecía y comenzó propinando un beso en el arrugado orificio, luego dio besos alrededor cubriendo toda la zona entre las nalgas de Fabi, ella comenzó a dar los gemiditos que denotaban su gran excitación. El mensajero entonces tocó el anito con la punta de su lengua provocando que Fabi brincara, comenzó a lamerlo suavemente, mojándolo con bastante saliva para lubricarlo, poco a poco iba dejándolo muy mojado. Cuando introdujo la punta de su lengua, Fabi volvió a gritar diciéndole que le gustaba mucho eso, lo que Fabi dijo motivó aún más al tipo para tratar de meter lo más profundo posible su lengua por el pequeño ojete de Fabi, al mismo tiempo dejaba una gran rastro de saliva para poder meter su verga después. Fabi meneaba su trasero de un lado a otro y de adelante hacia atrás intentando meterse lo más posible de esa lengua. De repente Fabi le dijo que ya estaba lista, que se lo metiera por ahí por favor, el mensajero se acomodó para penetrar ese culito soberbio, colocó la cabeza de su verga en el agujerito de Fabi y lo fue introduciendo despacio, a cada centímetro Fabi iba aullando por la excitación y cuando tenía toda la verga adentro le pidió que con la mano masajeara su clítoris al mismo tiempo que se lo metía. El mensajero eso hizo, fue moviéndose hacia afuera y hacia adentro al mismo tiempo que masturbaba el clítoris de Fabi. Si la vagina de ella le había parecido sumamente apretada y estrujante, su ano era mil veces mejor, casi le dolía la forma en que lo apretaba, por lo que no tardó mucho en volver a venirse. Fabi también estaba a punto, la mano del mensajero era bastante hábil y le provocó un nuevo orgasmo al mismo tiempo que él le llenaba el culo de caliente leche. Así siguieron ambos pegados un rato hasta que por fin pareció terminar su venida, él cayó al lado de Fabi y ella se acostó laxamente pegando su cuerpo sudoroso al de él. El mensajero se dio cuenta de que en cualquier momento sería descubierto, pero cuando observó a Fabi notó que se había quedado dormida, por lo que tomó su ropa, se vistió y salió de la habitación después de haber echado el mejor palo de toda la historia.
Cuando Alex subió, encontró a su mujer desnuda en la cama, llena de semen y aparentemente dormida. Se acercó a ella y le preguntó si le había gustado su regalo. Ella quitándose el antifaz le dijo que había sido maravilloso, que había adivinado exactamente lo que quería esa noche y que estaba dispuesta a premiarlo por eso.
Fabi desabrochó el pantalón de Alex y comenzó a chupar su enorme verga, sobre todo la cabeza que exprimía con su boca en un movimiento que sabía volvía loco a Alex, cuando él se vino dentro de su boca ella no permitió que ni una sola gota de su semen escurriera, bebiéndoselo completamente y succionando aún durante todo el tiempo que Alex tardó en venirse.
Ambos son los seres más felices sobre la tierra, ¿así seguirán?

lunes, 13 de febrero de 2017

5.- Una nueva historia

Muchas gracias amigos por seguir nuestras aventuras, esperamos les gusten y les exciten tanto como a nosotros.
Todos los relatos son parte de la misma historia, por si les gustó pueden comenzar leyendo desde la número uno: El lado obscuro de mi deseo.
Esperamos esta también les guste, les excite y nos recomienden con sus amigos.
Alex y Fabi



Cuando Iván se fué, Fabi creyó que moriría de tristeza, se sintió deprimida como jamás en su vida lo había estado, buscó una botella del whisky de Alex y se sirvió en un vaso, se lo bebió así sin más, de un golpe y hasta el fondo, sintiendo el calor que le quemaba las entrañas pero al mismo tiempo la calidez que entibiaba su corazón, después del tercer vaso comenzó a sentirse mareada, y aún se sentía deprimida. Sentada en el sillón de la sala pensaba que su vida estaba por terminar.
Escuchó el ruido de la puerta al abrirse y Alex entró a la habitación, la observó y le dijo que era obvio que ya sabía que Iván se iría. Él sabía que cuando llegara ese momento ella se sentiría mal, pero arrodillándose frente a ella le dijo que no debía sentirse triste, ya que le tenía una sorpresa. Se levantó y fue a la cantina por dos copas y una botella de vino tinto, del que bebían cuando Fabi le contaba lo que había hecho con sus amantes, Fabi le miró extrañada pero no pudo protestar debido al efecto del licor que había ingerido. Alex sirvió las dos copas, le entregó una a Fabi y él se sentó frente a ella en un sillón. Fabi por fin pudo reaccionar y le dijo a Alex que ahora no tenía nada que contarle, Alex le dijo que por primera vez ahora él le contaría a ella, al momento de decir eso abrió la cremallera de su pantalón, y extrajo su enorme pene que emergió como un dragón del fondo de una cueva.


Había iniciado una nueva historia para ellos, ya que a partir de ahora, ambos compartirían sus fantasías y lo que harían con sus respectivos amantes. Sin embargo lo que más animó a Fabi fue que por fin haría realidad su sueño de que fuera Alex el que la dejara plenamente satisfecha. Por fin.
Fabi estaba muda por el asombro, aunque veía fijamente el enorme pene de Alex. aún no podía creerlo, Alex le dijo que se acercara, Fabi casi se cae al moverse al lado de él, pero de alguna manera conservó suficiente equilibrio para llegar y sentarse. Alex tomó la pequeña manita de Fabi y la puso sobre su herramienta, permitiéndole palpar toda su longitud y grosor, Fabi se sentía muy excitada, entre el efecto del alcohol y lo que estaba viendo, y como Iván se había ido sin hacerle el amor, ahora su cuerpo le exigía ansioso la satisfacción de sus instintos.
Ella acercó su boca y comenzó a lamerlo como si fuera un caramelo, pasando la punta de la lengua sobre los pliegues del glande, a Alex le encantaba que hiciera eso y gimió de gusto, Fabi ahora chupaba con fruición el enorme pene, mientras Alex había metido la mano dentro de la ropa interior de Fabi y con sus dedos tocaba una melodía en los labios vaginales de Fabi, que pensaba en la manera en que le gustaría que se lo metiera, pero Alex ya tenía una idea y levantándole la falda comenzó a deslizar su pequeña tanga rosa hasta que tuvo a la vista esa hermosa flor que era su sexo, después de lamerla y chuparla hasta ponerla turgente la levantó como una pluma, la acomodó viendo en su misma dirección y la montó sobre su pene, ella al sentir que se le deslizaba ese enorme instrumento tuvo que respirar varias veces hasta conseguir relajarse, ¡que rico se sentía ser penetrada por un animal así! mientras ella le daba la espalda él la subía y bajaba con sus manos, comenzó a desabrochar su blusa liberando esos increíbles senos que rebotaban al ritmo que comenzaron a imprimirle al acto, Alex la hacía subir y bajar mientras ella gritaba, ya que sentía que la verga de Alex había llegado más profunda que ninguna otra jamás, se sorprendió de cuantas veces en su vida podía volver a sentir eso, cada vez conseguía un pene más grande y además ¡ahora era la de su esposo! Él le volteó la cabeza hacía él y la besaba mientras la tenía penetrada y subiendo y bajando, además Fabi se daba cuenta de la tremenda dureza de aquel miembro, se dió cuenta de que estaba por venirse y aceleró su movimiento, notando esto Alex también aceleró el suyo para terminar en un grito simultáneo, que nunca habían podido proferir desde que se casaron.
Obviamente la potencia de Alex era incluso superior a la de Iván, por lo que sin darle descanso a Fabi le terminó de quitar la ropa y la llevó a la habitación levantándola en sus brazos.
Al llegar a la cama la depositó suavemente, acostándola y abriendo sus piernas,  lentamente depositó un beso en la flor de su sexo, para inmediatamente penetrarla suavemente y muy despacio, sintiendo ella cómo entraba cada centímetro de su gordo instrumento, poco a poco la iba ensartando mientras ella clamaba por más. Al haberla penetrado totalmente, ella sudaba no solo por la actividad, sino por el enorme tamaño del instrumento que la penetraba, durante el primer asalto no tuvo tiempo de sentirlo totalmente, pero en este se encontraba plenamente consciente de lo que le estaba metiendo Alex, y aunque sentirse así la satisfacía, también debía reconocer que la asustaba el que pudiera lastimarla, aunque Alex sabía cómo moverse dentro de ella y retomó el movimiento para volverla loca. Fabi ya no sentía el tamaño, sino lo duro que estaba y nuevamente se acercó al clímax mientras aumentaban los gemidos y movimientos, Alex se movía frenético, a pesar de que hacía sólo un rato se había descargado en Érika, aún tenía mucha energía para seguir dándole a Fabi. Continuaron así hasta que nuevamente explotaron en un orgasmo simultáneo, Alex aún tenía energía y Fabi ya se había acostumbrado a que Iván se lo hacía seis veces diarias, por lo que ambos tenían cuerda para seguir un buen rato, fueron variando en diferentes posiciones, de perrito, ella montada en él, él con las piernas de ella sobre sus hombros, y en cada una volvían a venirse, al final culminaron con lo que más agradaba a ambos, Fabi recibió un gran chorro de la leche de Alex dentro de su boquita, de la cual no dejó caer ni una gota, bebiéndola con una gran alegría.
Aún sin recuperar el aliento, Alex le preguntó a Fabi qué tal le había parecido, ella le respondió que era un sueño, que jamás había sido tan feliz. Alex le preguntó si aún tenía energía para algo más, Fabi abrió los ojos asombrada y le dijo que estaba dispuesta a hacer todo lo que él quisiera.
Alex se levantó y se dirigió al cajón de una cómoda, de ahí extrajo un pequeño tubo de lubricante, Fabi no caía en cuenta de para qué querría eso. Alex le pidió que se diera vuelta y levantara el trasero, Fabi lo hizo y ahí fue cuando se dió cuenta. Alex comenzó a aplicarle lubricante sobre  su pequeño, muy pequeño orificio posterior, ese agujero suyo jamás había sido utilizado por hombre alguno. De momento Fabi sintió miedo, ya que no sólo se trataba de perder la virginidad de ese lado, sino además con un pene de tan grandes dimensiones, no creía que pudiera entrar. Aún así no protestó, ya le había dicho a Alex que haría lo que él quisiera, y si quería sodomizarla pues ella se aguantaría, sólo le pidió que no lo hiciera bruscamente.
Alex siguió dando masaje en la zona alrededor del ano de Fabi, aplicaba el lubricante e introducía la punta de su dedo, la sacaba y volvía a empezar, poco a poco Fabi comenzó a excitarse con este movimiento y pensó que si seguía resultando así de placentero, ella estaba dispuesta a dejársela meter por ahí todas las veces que quisiera su esposo. Alex ahora introducía la mitad de su dedo medio y ella comenzó a gemir realmente excitada. Él ahora aplicaba el lubricante en el interior de ese hermoso orificio que se contraía al contacto de su dedo, preparándose para la introducción. Alex le dijo que para que no le doliera debía hacer un esfuerzo por relajar los músculos que lo apretaban, Fabi respiró y poco a poco relajó esa zona, cuando Alex ya había introducido tres de sus dedos le dijo que estaba lista, pero debía seguir relajándose. Él colocó su garrote justo a la entrada del maravilloso ano color de rosa, y acercó el glande a la ahora relajada entrada, empujó levemente y sintió cómo se abría maravillosamente para permitirle el paso, ya había entrado la gorda cabeza de su miembro cuando Fabi emitió un gemido de dolor, Alex le recordó que debía relajarse, ella hacía un esfuerzo pero ese pene era demasiado grande para que entrara tan rápido, Alex se dió cuenta y detuvo la embestida, sin moverse esperó hasta que Fabi se acostumbrara y volviera a relajarse, ella volvió a respirar y aflojó los músculos, él sintió que se relajaba y volvió a empujar suavemente para poder meter más de su enorme y gordo instrumento. Después de un rato ya habían conseguido que le entrara la mitad de la poderosa herramienta y Alex empezó a moverse de adelante hacia atrás sintiendo como las rugosidades internas del recto de Fabi le volvían loco al presionar las paredes de su pene, además de que al estar tan apretado se sentía en la gloria y no pudo durar mucho tiempo más, viniéndose dentro de Fabi en un orgasmo interminable y rociando su leche en ese hasta entonces virgen agujero. Cuando se la sacó, Fabi no podía creer que le había entrado semejante herramienta en su pequeño orificio posterior. Alex le dijo que si le permitía metérsela diario en muy poco tiempo le cabría toda. Fabi se asustó de la idea, pero estaba dispuesta a hacer lo que Alex le pidiera. Él era su amo y señor.
A partir de ese momento Alex y Fabi vivieron una increíble etapa de actividad sexual, como nunca habían podido hacerlo, realmente ahora cada vez que tenían oportunidad se desnudaban y cogían hasta quedarse sin respiración. Durante tres meses casi no hacían más que esperar que Alex regresara del trabajo y le daban duro, apenas comían, ambos estaban ya delgados y un poco amarillos por la falta de sol, sin embargo se sentían la pareja más feliz sobre la tierra.
Aunque la realidad es que después de tres meses Fabi comenzó a extrañar la emoción de tener otros amantes, pero pensaba que esa etapa ya había pasado y ahora sólo debía estar disponible para Alex.
Alex por su lado notaba que el entusiasmo de Fabi comenzaba a disminuir, como él funcionaba perfectamente pensó que la causa debía ser algo ajeno, aunque no alcanzaba a comprender el porqué.
Un domingo en que se encontraban ambos ligeramente irritables debido al calor, habían discutido por cosas sin importancia, además el aparato del aire acondicionado se había descompuesto. Alex llamó al técnico para que lo reparara desde hacía tres horas y el tipo no llegaba. Cómo él se dio cuenta de que si permanecían juntos lo más probable es que siguieran discutiendo, decidió retirarse a su habitación dejando sola a Fabi en la sala, ella estaba vestida únicamente con una playera muy pequeña que había arreglado a partir de una playera vieja de Alex, le había quitado las mangas y amarrado la parte de atrás de forma parecida a un top, se veía muy sexy sobre todo que la portaba sin sostén, y con el sudor se transparentaba bastante. También llevaba unos shorts hechos de un viejo pantalón de mezclilla, recortados un poco más arriba de la línea de sus nalgas, dejaban bastante al descubierto para quien pudiera verlo, pero Alex no quería saber nada en ese momento.
Alex escuchó el timbre de la puerta y se imaginó que sería el técnico que iba a arreglar el clima, pensó en bajar pero se había interesado en un programa de la televisión y decidió bajar en cuanto terminara, su esposa se podría encargar de pasarlo y ya él bajaría después a pagarle.
Fabi también estaba molesta y debido a eso no se dió cuenta de cómo estaba vestida cuando abrió la puerta, el afortunado hombre la miró con ojos como platos cuando ella le indicó que pasara. Fabi pensó que ya era tarde para irse a cambiar, además al percibir la mirada de admiración del hombre sintió retornar aquella vieja sensación de cuando buscaba otros hombres para que fueran sus amantes. Por otro lado no estaba nada mal, era un tipo jóven y en buena forma física, no era un atleta pero tampoco era un individuo barrigón y feo, de hecho era bastante guapo.
Decidió permanecer así para ver qué hacía el pobre tipo. Él dijo llamarse Juan y sonrió. Le indicó que la siguiera hacia el patio trasero de la casa donde se encontraba el aparato, ella sabía que el tipo no dejaría de mirar sus nalgas mientras caminaba y definitivamente se dio cuenta de que estaba excitada. Caminaba contoneándose como sólo ella sabía hacerlo, de manera elegante pero muy sexy.
Cuando el hombre revisó el aparato le dijo que no se preocupara que la reparación sería sencilla y él traía las herramientas necesarias, que no le llevaría más de quince minutos, eso le pareció muy bien a Fabi que sin notar lo que decía exclamó que haría lo que fuera para no pasar ese calor. Eso puso al tipo alerta y la miró intensamente a los ojos. Ella captó la mirada y no flaqueó, mirándolo a los ojos le tendió la mano y le dijo que se llamaba Fabi, que “cualquier cosa” que necesitara no dudara en llamarla. Fue muy enfática al decir cualquier cosa, se dió la vuelta y se retiró sabiendo que Juan estaría mirando sus nalgas.
Quince minutos después Fabi regresó con una limonada para Juan, servida en un vaso alto con hielo, el aparato ya funcionaba por lo que en la cocina ya se sentía frío, pues era donde primero salía el aire. Juan se encontraba en la cocina verificando los controles, cuando volteó se quedó mirando extasiado a sus enormes pechos, ya que con el frío del aire acondicionado sus pezones se habían erguido como si dos dedos presionaran su de por sí diminuta prenda superior. Él debería creer que Fabi estaba excitada, ya que comenzó a hacerle la plática, le preguntó si trabajaba, qué le gustaba hacer en su tiempo libre. A Fabi no le desagradó, pero temía que Alex bajara en cualquier momento, de manera inconsciente volteó hacía la ventana de su cuarto que era visible desde la cocina a través del patio y pudo observar a Alex que la miraba intensamente desde la planta alta, quien sabe cuanto habría visto desde ahí. Juan se comenzó a acercar a Fabi preguntándole si no tenía niños, que si se encontraba sola, Fabi al ver esto volvió a mirar a Alex que únicamente asintió a través de la ventana sonriendo y desapareció.
Fabi le contestó que sí efectivamente se encontraba sola y muy aburrida, que su esposo trabajaba mucho y casi no le hacía caso,  pero al menos ya servía el clima, y le estaba muy agradecida por eso, le dijo a Juan que era muy bueno reparando cosas y que estaba dispuesta a recompensarlo por ser tan eficiente. Le preguntó qué cosa podría hacer para premiarlo. Juan titubeó un poco pero se envalentonó al ver que Fabi no retrocedió cuando él se acercó y decidió jugársela, no era un lerdo, sabía cuando una mujer pedía acción y esta real hembra le estaba pidiendo acción en serio. Le dijo que lo único que quería era que le mostrara su senos, ya que lo que alcanzaba a ver lo dejaba extasiado, entonces seguramente verlos al natural resultaría fantástico.
Fabi fingió que se avergonzaba y le dijo que cómo creía que haría una cosa así, que ella estaba casada y era decente, aunque como él había sido un caballero y reparó tan rápido el clima pues ella le cumpliría la promesa que hizo.
Fabi levantó despacio su pequeña playera, sus enormes globos saltaron de gusto al verse liberados, sus pezones durísimos estaban apretadísimos y obscuros, los ojos de Juan casi se salieron de sus órbitas al mirar semejante espectáculo. El mirar como rebotaban esos bellísimos senos era el mejor espectáculo que Juan había presenciado en la vida, entonces le pidió a Fabi permiso para tocarlos, ella obviamente le dijo que no, que sólo estaban para verlos no para que los agarrara. Juan le dijo que los tocaría suavemente que no le dolería, Fabi entonces pareció pensarlo y le dijo que estaba bien, que podía tocarlos un poco siempre y cuando se detuviera si ella se lo pedía.
Juan se acercó despacio, saboreando el momento colocó sus manos alrededor de esos enormes senos y los masajeó suavemente, los pezones de Fabi seguían muy duros y Juan se enfocó en ellos, con sus dedos trazó varios círculos alrededor de las areolas de Fabi que cerrando los ojos gimió un poco al sentir ese contacto. Juan entonces comenzó a lamer suavemente los pezones, de manera circular con su lengua, alternándose entre ellos y deteniéndose en cada uno para chuparlo y lamerlo con la punta de su lengua, arrancando gemidos cada vez más fuertes a Fabi, terminando por cubrir el pezón con toda su boca y succionando como si deseara alimentarse de ellos.
Fabi entonces movió su mano a la entrepierna de Juan y palpó su bulto, que aunque mucho menor que el de Alex, se encontraba bastante duro. le deslizó el cierre del pantalón hacia abajo y metió su pequeña manita para acariciarlo por sobre la trusa, sintiendo cómo se erguía cada vez más. Mientras Juan le chupaba ambos senos ella le desabrochó el cinturón y le bajó el pantalón, extrayendo el rígido mástil y masajeándolo, ahora era el turno de Juan para gemir ya que Fabi era muy buena realizando ese movimiento de ordeña que vuelve locos a los hombres.
Juan, entonces viendo que Fabi continuaba agarrada a su verga, comenzó a quitarle los shorts sin que ella se resistiera, deslizó la prenda hasta el suelo dejando ver la tanga de color blanco que ella llevaba, mientras seguía chupando enfebrecido esos enormes senos, pasó sus manos hasta el voluptuoso trasero de Fabi y agarró sus hermosas nalgas. Las apretaba con mucha pasión sintiendo la sabrosura de esas esculturas de mármol que eran capaces de romper nueces. Deslizó ahora la tanga hacia abajo pero acompañó el movimiento agachándose frente a Fabi, quedando con la cara frente a la depilada vulva de esa diosa del placer. Besó a Fabi entre las piernas mientras notaba como ella se retorcía cual si hubiera recibido una descarga,  comenzó a pasar su lengua por la zona exterior de su vagina, Fabi abrió las piernas lo más que pudo para permitir que su lengua avanzara, pero al ser difícil por la posición, Juan la levantó hasta sentarla sobre la barra de la cocina quedando completamente abierta para él, se enfocó en lamer su clítoris y penetrarla con la lengua en repetidas ocasiones, haciendo que sus gritos se hicieran cada vez más fuertes y frenéticos, pidiendo que le diera más placer de esa forma.
Cuando Juan creyó que era suficiente se levantó y parándose de puntas consiguió que su herramienta quedara al mismo nivel que el sexo de Fabi, colocó la punta sobre la entrada y la introdujo de un solo golpe, sin embargo como Fabi estaba muy húmeda no sintió dolor, sino al contrario, gritó de placer al ser penetrada y movía frenéticamente sus caderas tratando de que entrara la mayor cantidad del pene de Juan para satisfacerse, así continuaron moviéndose durante un buen rato, Fabi gritaba sin inhibiciones y Juan le decía que era la mujer más hermosa y ardiente que jamás hubiera conocido. Siguieron hasta que de repente Juan gritó que se venía, tratando de sacar su verga ya que pensó que Fabi no querría que terminara dentro de ella, pero se sorprendió cuando Fabi gritó que ella también se venía y enlazándolo con sus piernas le obligó a permanecer dentro de ella y venirse en un torrente de leche, caliente, muy caliente dentro de su panochita que palpitaba por el placer que le había dado, a pesar de que la erección de Juan ya había terminado, ella lo retenía dentro, extrayendo hasta la última gota de su semen, apretando  atormentadoramente los músculos de su vagina, Juan sentía que lo estaban vaciando para dejarlo sin esencia, sin energía y sin jugos.
Cuando por fin lo soltó, Fabi le dio las gracias y le dijo que le mandara la nota de la reparación, Juan le dijo que no le debían nada, y titubeó al preguntar si requerirían sus servicios para otra ocasión. Fabi sonrió y le dijo que era muy seguro que el próximo domingo volviera a fallar el clima, entonces lo esperaba a la misma hora para repetir la “reparación”. Aunque Juan no lo podía creer sonrió y le dijo que ahí estaría sin falta. Fabi le dio un breve beso en los labios y Juan se fue muy contento.

Cuando Fabi entró en la sala Alex ya la esperaba con las copas de vino servidas, y le dijo que debía relatarle todo con mucho detalle…

15.- Fer

Hola amigos: Ya estamos de regreso con nuestras aventuras, hemos tenido intensas actividades que les queremos contar, esperamos no volver...