miércoles, 26 de abril de 2017

10.- Magnus

Hola a todos nuestros amigos. Estamos algo retrasados pero ya terminamos. Esperamos les guste este nuevo capítulo de nuestras aventuras.
Si les gusta sígannos y comenten que tal les parecen nuestros relatos.




Fabi había alcanzado los cuarenta y un años pero seguía siendo la mujer más despampanante de toda la comunidad del pequeño fraccionamiento donde vivían ahora. De padre veracruzano y madre hidalguense, enloquecía a cualquier hombre que se cruzase en su camino, con su metro cincuenta de estatura, su cabello castaño oscuro que clareaba con la luz del sol y que caía sobre sus hombros en una melena que se alborotaba al viento. Sus ojos son grandes y pícaros, color miel, felinos y tan exóticos, y aquellas cejas que dibujaban un arco fino y perfecto sobre los mismos en un rostro precioso, con una nariz hermosa y unos labios pequeños en forma de corazón,  que dan en conjunto un aire de inocencia a su rostro que la hace aún más deseable.
Tiene cuarenta y un años pero aparenta diez menos. Diario se ejercita durante dos horas, por lo que decir que es escultural realmente es quedarse corto. Ella es más, una Diosa.
Una real hembra, buena como ella sola, con unos grandes pechos con puntiagudos pezones y areolas perfectas y redondas como un pequeño anillo alrededor de éstos.
Poseía asimismo unas protuberantes y hermosas nalgas; el sueño de cualquier hombre. Era difícil encontrar en su cuerpo un gramo de grasa, su trasero era redondo y firme como de granito y con la textura del terciopelo, sus muslos redondeados y cálidos, con la firmeza del mármol, sus piernas pequeñas y suaves, su vientre plano como una tabla y en su curvada cadera no podía ponerse el sol.
Además es una mujer liberal, le encanta tener amantes, y tiene sexo todos los días con hombres diferentes, a pesar de amar tanto a su esposo Alex, el cual es un buen mozo de cuarenta y cuatro años; de cuerpo atlético, que mantiene corriendo ocho kilómetros diarios y con ejercicios de piso aprendidos de joven cuando practicó gimnasia olímpica.
El mismo Alex la animaba a tener sexo con otros hombres, pues le encanta el papel de cornudo y masturbarse mientras Fabi le cuenta sus aventuras, para terminar viniéndose en la boca de Fabi o sobre sus pechos. Así son muy felices como cornudo y diosa.

Al amanecer de ese día especial, ambos se encontraban durmiendo desnudos, cuerpo con cuerpo. Era un día especial ya que era su aniversario de bodas y habían hecho reservación para cenar en un lugar muy agradable. Se levantaron y se apresuraron ya que Alex debía trabajar y Fabi debía estar lista para cuando él regresara.
Fabi preparó su vestidito rojo, corto a la altura de la mitad de sus muslos, el escote dejaba ver bastante, por lo que esperaba que Alex se pusiera muy cachondo, zapatillas de tacón alto y un peinado espectacular complementarían su arreglo. Ya sólo debía esperar que Alex pasara por ella. Mientras llegaba la hora terminó con su rutina de ejercicio y se preparó para entrar a tomar un baño.


Sabía que a Alex le encantaba observarla mientras se vestía, por lo que preparó la cámara de video quedando lista para grabar toda la sesión desde que comenzara a desnudarse luego la apagaría y la volvería a encender al salir de bañar y hasta que terminara con su maquillaje, era parte del regalo de Alex para ese día, lo que nunca se imaginó es que las cosas no saldrían como las había planeado.
La cámara ya se encontraba grabando cuando se dió cuenta de que había olvidado sus sandalias junto a la piscina el día anterior, debía salir a buscarlas para poder bañarse, sólo había un problema… Alex había llevado hacía unos meses y a pesar de todas las protestas de ella, un cachorro, y aunque al principio resultaba tierno ya era imposible que siguiera considerándose así. Era un ejemplar de la raza Gran Danés de color blanco con manchas negras, su nombre era Magnus. Y a Fabi no le agradaba en absoluto. Cuando era niña había sido mordida por un perro y aunque no había sido realmente grave, esto le causó un trauma por el que ahora le resultaba imposible tenerle confianza a uno de esos animales. Además el animal era enorme y tenía la maldita costumbre de meter su nariz en el trasero de Fabi cada vez que tenía la desgracia de salir al jardín, normalmente Alex lo encerraba en su jaula durante el día para permitirle a Fabi el poder salir y hacer sus cosas, pero ese día con la emoción había olvidado encerrarlo, por lo que si Fabi quería sus sandalias tendría que enfrentar al perrote y soportar que le empujara la nariz en el trasero. Sin embargo pensó que si salía lo suficientemente rápido podría estar de regreso antes de que el animal se diera cuenta y quizás no tendría que soportarlo.


Fabi se asomó con precaución a través del cristal, no había señales de Magnus, con sigilo deslizó la puerta de cristal abriéndola sólo lo suficiente para pasar por ella sin hacer ruido, seguía sin haber señales del perro, lo más silenciosa que pudo se escurrió rápidamente hasta la piscina, encontró las sandalias, las tomó y de la misma forma regresó hasta la casa, deslizó nuevamente la puerta y la cerró con el seguro. aparentemente todo había salido perfecto y no tuvo que soportar al maldito animal.


Regresó a su cuarto por su toalla, se acercó a su cama y se sentó sobre ella para calzarse las sandalias. En eso, una enorme bestia en blanco y negro se le abalanzó haciéndola caer de espaldas sobre la cama y gritar de susto. Aparentemente Magnus se había metido a la casa cuando ella dejó la puerta abierta, estaba aterrada, si de por si no soportaba al perro ahora que le había saltado encima le era imposible moverse. Al caer de espaldas sobre la cama su bata se abrió dejando su cuerpo al descubierto, su depilada vulva quedó cerca del hocico del can, el cual atraído por el olor se dedicó a olfatear durante unos instantes mientras Fabi seguía sin poder reaccionar. Magnus dejó de olfatear la vulva de Fabi, ella aliviada parecía recuperar su movimiento, pero de manera sorpresiva el perro comenzó a lamérsela, causándole un respingo debido a lo inesperado de la situación, instintivamente apretó las piernas, pero la cabezota del animal ya estaba enmedio impidiéndoselo, la enorme lengua del perro recorría la parte externa del sexo de Fabi mientras ella volvía a paralizarse por el terror, Magnus siguió lamiendo, y en cada lengueteada iba introduciéndose más y más en el surco bajo el monte de Venus, separando los labios vaginales hasta llegar a lo más profundo. Fabi gimió asustada tanto por la acción del perro como por su propia reacción, que comenzaba a ser placentera, nunca se había imaginado lo que se sentiría ser lamida por un animal en esa parte, y resultó que no se sentía nada mal. Magnus siguió así durante unos minutos mientras su vagina comenzó a secretar sus fluidos haciendo que Magnus saboreara a placer ese venero.
Parecía que Magnus se había cansado del juego, lo que desilusionó a Fabi, sin embargo jamás esperó lo que siguió…


Magnus levantó la testa olfateando el vientre descubierto de Fabi, siguió hasta llegar a sus pechos que comenzó a lamer salvajemente generando nuevamente una sensación placentera en ella. Cada lenguetazo era como una descarga eléctrica que le impedía reaccionar, aunque su impulso de quitarse al animal de encima ya no era tan fuerte, por momentos parecía decidida a hacerlo y luego se le pasaba. Magnus seguía lamiendo sus pezones mientras acomodaba su enorme cuerpo sobre Fabi, que comenzó a sentir su peso y se asustó nuevamente, esa bestia la superaba en tamaño y fuerza, además no sabía qué esperar de él.


El perro ya estaba sobre su vientre presionando mientras Fabi hacía un esfuerzo por sostenerlo, mantenía las piernas lo más apretadas que podía, pero el peso del can la estaba venciendo, no podía levantarse y ya no podía sostenerlo. De repente no pudo más y aflojó la fuerza de sus extremidades, sintiendo inmediatamente la presión del pene de Magnus sobre su pubis, era como una lanceta, delgado y muy duro, además la dejaba húmeda por donde la tocara. No parecía que fuera muy placentero el recibir ese estilete ya que se sentía demasiado duro y delgado, por lo que la idea de que la penetrara le asustó, le parecía que sería muy doloroso y no le animaba. El perro acomodó las manos liberándola un poco de su peso, comenzó a  escurrirse hacia abajo poco a poco mientras el perro seguía lamiendo sus pezones que estaban bastante duros por la caricia y aunque a Fabi no le disgustaba prefirió tratar de salir de esa situación. Se deslizó hacia el piso bajando de la cama enmedio de las patas de Magnus, quedó de rodillas y trató de levantarse, pero el perro la empujó con el hocico y ella quedó a gatas, intentó alejarse de él en esa postura, pero de repente sintió que el perro le tomaba de la cintura con sus zarpas y la apretaba contra él. No esperaba eso, Magnus estaba tratando de introducir su purpurino pene en la vagina de ella, el perro nunca se había cruzado pero por instinto buscaba el lugar donde alojaría su lanzón. Erró varias veces y Fabi gritaba en cada intento ya que sentía cómo la clavaba sobre su piel, estaba aterrada ya que no podía soltarse del abrazo del perro y sabía que en cualquier momento atinaría en su sexo y quizás la desgarraría por dentro. De repente sintió que por fin lo situaba en la posición correcta y cerró los ojos esperando sentir que moría.

El pene del perro se deslizó limpiamente dentro de Fabi, Magnus comenzó entonces una serie de embates sobre su sexo que extrañamente no le dolían a Fabi, de hecho comenzaba a sentirse bien ya que sentía como friccionaba las paredes de su vagina cada vez más lentamente y de alguna manera parecía estarla llenando, le pareció sorprendente, no sabía cómo funcionaba el pene de un perro pero se le hacía poco probable que creciera tanto. Sin embargo continuaba la sensación intensa mientras el abrazo de Magnus parecía ser cada menos fuerte hasta que de repente se relajó y bajó las manos de la cintura de Fabi. Ella sentía que tenía la vagina completamente llena y el pene de Magnus palpitaba una y otra vez provocándole un placer completamente inesperado. Como Magnus ya no se movía ella comenzó a hacerlo, suavemente de adelante hacia atrás, mientras apretaba los músculos de su vagina para evitar que se fuera a salir, sin embargo parecía estar muy bien metido y aunque no lo hiciera sentía que quizás no podría salirse. Recordó que los perros cuando se cruzaban permanecían pegados durante un buen rato, por lo que sabía que tenía tiempo para disfrutar de ese nuevo amante que la vida le había ofrecido.

Ella continuó el movimiento adelante y atrás saboreando la sensación que le causaba, cada palpitar de ese pene le generaba más placer, a Magnus no parecía molestarle ya que sólo jadeaba cerca de su oreja dejándole sentir su aliento caliente sobre el cuello y la cara. Comenzó a moverse más rápidamente sintiéndose cerca del orgasmo, Magnus permanecía fijo como una estatua, altivo y dominante como sabiéndose dueño de una hembra apetitosa y que ahora que había conocido esto estaba dispuesta a someterse a él las veces que quisiera.


Fabi ahora movía sus caderas más rápido sintiendo que la penetración era más profunda en cada movimiento que hacía, de su vagina escurría muchísimo líquido blanquecino, pensó que debía ser el semen de Magnus, no sabía si los perros eyaculaban hasta el final como los hombres pero le pareció que lo hizo durante todo el tiempo. Quizás después podría investigar.
El movimiento de Fabi ya era frenético y tuvo un orgasmo fantástico, muy largo, y era diferente de todo lo que había sentido antes. Sin embargo Magnus aún seguía unido a ella, aunque ya no la sujetaba estaban unidos en su sexo. Fabi intentó zafarse y le sorprendió el sentir su vagina tan unida al pene del perro, se preguntó si tendría que esperar mucho tiempo. Entonces Magnus se dio la vuelta pasando una pata por encima de Fabi quedando trasero con trasero, Fabi sentía como la jalaba y le dio miedo al sentir que podría lastimarla, de repente el perro dio un jalón definitivo y ella sintió como le arrancaban algo enorme de las entrañas. El pene de Magnus salió haciendo un sonido de chapoteo. Fabi quedó impresionada ya que la herramienta de Magnus era enorme, tenía una enorme bola en la base y era muy largo y grueso, era increíble, incluso superaba el tamaño del de Alex. No resistió la tentación de tocarlo con su mano, era bastante grueso y tenía una bola que no le cabía en la mano, y pensar que todo eso lo había tenido dentro hace unos momentos. No lo dejó escapar, lo mantuvo tomado mientras lo examinaba, de repente un chisguete de semen salió directo a su rostro sorprendiéndola, parte terminó dentro de su boca. aparentemente en cada contracción, el semen de Magnus salía de su pene, cuando estaba dentro de ella tuvo incontables contracciones, por lo que debió dejarla llena. El sabor que le quedó en la boca no era desagradable, parecía ser que el semen de todos los machos sabía igual. Impulsivamente se metió el pene de Magnus en la boca y mientras trataba de que entrara lo más posible con su lengua jugueteaba la punta del mismo, nuevamente se contrajo expulsando un nuevo chorro en su boca, ella lo saboreó y luego lo deglutió con enorme gusto. Así siguió durante varios minutos, hasta que al parecer Magnus había tenido suficiente. El perro comenzó a retirarse de ella, quien se levantó y observó como había quedado su vulva chorreante de semen de perro. Satisfecha tomó la cabeza del perro y le besó los belfos, Magnus pareció entender el gesto y alegrarse, ya que comenzó a mover la cola.
Fabi abrió la puerta y el perro salió inmediatamente. Se dio cuenta entonces que había dejado la cámara grabando. Pensó que no había estado nada mal, el placer que obtuvo fue delicioso y quedó evidencia de ello. Alex estaría encantado y ella no volvería a temerle a ningún perro. Bueno al menos no a Magnus.

11 comentarios:

  1. Muy buenos relatos, me gusta su dinámica ha que suerte la de magnus. Un gran saludo en espera de más relatos

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  2. Muchas gracias, estamos de regreso, la próxima semana publicaremos el siguiente relato.

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  3. Felicidades muy bien relatado un fuerte abrazo ATI y tu pareja algñfa

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  4. Vaya, me hicieron correrme del puro relato, ojalá publicarán el video...

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  5. muy bueno tuvo suerte el perro...saludos

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  6. Adorei esta história, fico aguardar mais ...

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  7. Les gusta la zoofilia a mí me prende mucho ver vídeos y tengo varios de parejas que me han compartido

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  8. Les gusta la zoofilia a mí me prende mucho ver vídeos y tengo varios de parejas que me han compartido

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  9. La historia es muy buena... Solo tengo una curiosidad, la has practicado o solo es fantasía.

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15.- Fer

Hola amigos: Ya estamos de regreso con nuestras aventuras, hemos tenido intensas actividades que les queremos contar, esperamos no volver...